Las Bienaventuranzas
Mateo 5:1-11
LA RECOMPENSA
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”
El Corazón LIMPIO
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”
1Jn.3:2-3
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
(1Sam.16:7 “Jehová no mira lo que mira el hombre...Jehová mira el corazón”)
El Corazón no limpio...
Un corazón no está limpio, si no ha sido purificado de los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios y blasfemias (Mateo 15:19)
Santiago 5:11 “…tenemos por bienaventurados a LOS QUE SUFREN. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto EL FIN DEL SEÑOR, que el Señor ES MUY MISERICORDIOSO y compasivo”
Misericordia es una palabra griega compuesta de dos vocablos: miseri (miseria) y cardía (corazón). Por tanto, misericordia es tener amor a la miseria.
Para “hacer” justicia, primero debemos “ser” justos
“Pelea la buena batalla” (1Tm.1:18)
Las Bienaventuranzas
“No descuides el don espiritual que hay en ti” (1Tm.4:14)
“Sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna” (1Tm.6:11-12)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
“Hambre y Sed” del espíritu humano hecho para tener comunión con Dios.