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Para Foucault, el hombre, es un gran camaleón, un ser capaz de autodeterminarse y nunca acaba de construirse, es aquel que puede obedecer voluntariamente y aquel que puede franquear sus límites, es también el gran misterio, la sorpresa que surge con la historia, el hombre es nada y por eso lo es todo.
El hombre no se da la exisitencia el mismo, nace como hijo.
la forma de organizarse.
la autoridad que debe instaurar.
El hombre necesita aprender desde su infancia.
La instauración de una cultura.
Respetar la persona es la actitud más digna del hombre, porque al hacerlo se respeta a sí mismo; y al revés: cuando la persona atenta contra la persona, se degrada. Ya lo decía Kant: “Obra de tal modo que trates a la humanidad, sea en tu propia persona o en la persona del otro, siempre como fin, nunca sólo como un medio”.
La naturaleza del hombre es la condición de posibilidad del despliegue del hombre hacia su bien final (su perfección), y la causa de ese dinamismo. Es decir: buscamos la perfección que corresponde a nuestra naturaleza, por un impulso que se origina en la misma naturaleza. Es natural anhelar alcanzar la perfección a la que puede aspirar nuestra naturaleza.
Logra consciencia plena de lo que es como ser pensante debido a que piensa con claridad y orden la información que recibe y procesa, explica los hechos, da razón de lo que siente, de lo que hace, de lo que piensa.
Además de razonar con orden y método, de utilizar el qué con claridad en sus ideas, es consciente de su motivación, del interés que le impulsa, de su afecto, de sus valores, del por qué piensa, siente y hace.
Da razón de lo que piensa, siente y actúa, del por qué siente, piensa y actúa, del para qué piensa, siente y actúa; tiene objetivos, metas, posee claridad de su misión, esta motivado y sabe por debe que hacer.
Un hombre de esta naturaleza tiene mente, voluntad y afectos bien ordenados y proyectados hacia la verdad, el bien, la belleza y la unidad. Un hombre integral produce en su entorno armonía racional, voluntad fuerte y afectividad armoniosa, equilibrada. A su alrededor campean la justicia, la prudencia, y la paz.