"Nuestra esperanza no es que acabe la tormenta:
nuestra esperanza es tu Presencia"
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PASO 1
Evangelio según San Marcos Capítulo 4, 35-41
35 Al atardecer de ese mismo día, les dijo: «Crucemos a la otra orilla». 36 Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. 37 Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. 38 Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. 39 Lo despertaron y le dijeron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?». Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio! ¡Cállate!». El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. 40 Después les dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?». 41 Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen».
"La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad"
PASO 2
Durante los últimos meses...¿Qué cosas de mi vida diaria han cambiado positivamente?
PASO 3
" Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras."
Traigo al corazón aquellos nombres de personas cercanas que, con gestos cotidianos, me traen paz, alegría, esperanza durante este tiempo.
¿?
" «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere."
PASO 4
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https://soundcloud.com/user-126096839/audio-padre-cayetano-encuentro-29-de-mayo-2020
Para profundizar
Lectura optativa
FINAL
http://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2020/documents/papa-francesco_20200327_omelia-epidemia.html