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PARTICIPANTES:
educación ÉTICA Y FORMACIÓN EN VALORES
Yanina María Magdalena, Candia Hidalgo. Rodrigo Ismael, Espínola Giménez.
La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber.
Proviene del griego éthos que significa carácter o costumbre. Rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es la moral. Si por moral hay que entender el conjunto de normas o costumbres (mores) que rigen la conducta de una persona para que pueda considerarse buena, la ética es la reflexión racional sobre qué se entiende por conducta buena y en qué se fundamentan los denominados juicios morales.
La ética no es producto de la emoción o del instinto. Tampoco es el resultado de una intuición del corazón, ni mucho menos de la pasión. La ética tiene como órgano básico la razón. Y es que, para encontrar la razón de ser de algo, la facultad justamente indicada es la razón. Solamente así se puede garantizar el nivel científico de la ética y, por tanto, el acuerdo unánime de los hombres en determinados juicios. Los hombres empiezan a encontrarse y a unificarse en el plano de la razón.
No es lo mismo saber simplemente por saber que saber para actuar.
La ética es un saber para actuar. La contemplación puramente teórica del asunto no es la finalidad de la ética, va más allá y sólo cumple su finalidad propia cuando se encarna en la conducta humana.
Para que una ciencia sea una ciencia se requiere que cumpla mínimamente con tres condiciones:
1. Que tenga un objeto de estudio propio.
2. Que sea autónoma.
3. Que tenga un método de estudio particular para estudiar su objeto.
El objeto formal se descompondría en el estudio del objeto material en su especificación moral. Es decir, los actos en cuanto buenos o malos; los hábitos en cuanto virtudes o vicios; las formas de vida desde el punto de vista moral y, en fin, lo que a lo largo de la vida hemos querido y logrado o malogrado ser.
Hay que aclarar que no existe una sola ciencia que sea estrictamente autónoma, ya que no hay ciencias aisladas, esta autonomía o independencia es relativa, es decir, todas las ciencias, unas más que otras, se retroalimentan, pero nunca una ciencia busca imponerle sus leyes y principios a otra, su campo de estudio, material o formal, está bien determinado. Se puede sí, en esa autonomía relativa, retomar los resultados que ofrece la investigación de otra ciencia u otras ciencias y no por ello perderla o ser dependiente.
Los valores son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social.
Los valores son aquellas cualidades que se destacan en cada individuo y que, a su vez, le impulsan a actuar de una u otra manera porque forman parte de sus creencias, determinan sus conductas y expresan sus intereses y sentimientos.
1. Calidad variable: la calidad del valor que se nos da en la intuición no es homogénea ni constante. Puede variar de intensidad, por lo cual un valor es de mayor calidad que otro. Variando las circunstancias puede también variar la calidad del valor. La vista vale más que el oído, la tragedia vale más que la lírica, una ganancia vale menos que la amistad, la prudencia vale más que la astucia.
2. Calidad negativa: en la corriente de la vida hay fenómenos contrastantes que arrojan aspectos negativos y contrarios a nuestra percepción del valor. Se llaman corrientemente valores negativos o contravalores. Al tocar un instrumento frío podemos percibir su valor agradable, pero, si el frío es demasiado intenso, percibimos su valor negativo.
3. La presencia del valor: es difícil de formular el hecho en que el valor esté presente; sin embargo, éste se da. Es precisamente un carácter de la experiencia el que pone de relieve esta continuidad de un todo, que se nos ofrece; en el cual un valor se presenta por sí como inmediatamente apreciable. Entra en la conciencia como algo que vale por sí.
El valor es calidad y puede haber variación en la misma calidad. Además, el valor se da en modos diferentes que trasladan la calidad, a diferentes regiones que podemos llamar cualidades del valor.
Se abre así el gran mundo de las cualidades del valor, tan grande como es la complejidad de la vida: valores físicos, biológicos, estéticos, políticos, morales, económicos, sociales, culturales, intelectuales, sentimentales, lógicos, matemáticos y más. También hay diferencia de cualidad entre valores positivos y valores negativos. La conciencia individual puede apreciar.
El sentimiento del valor se vuelve concreto y específico con el acto de valoración o apreciación, frente a un hecho particular.
Esta percepción queda en mí como vivencia y puede grabarse en mi memoria, pero, si pienso en él, si me formo una idea de este particular valor, mi idea ya no es un valor sino un concepto de mi conocimiento acerca del valor.