Introducing
Your new presentation assistant.
Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.
Trending searches
Muchos líderes se sienten más motivados en orar en vigilias. Procure programar
eventuales vigilias de oración en su célula.
Haga caminatas de oración alrededor de la cuadra donde está la célula. Invite a toda la célula a participar en las vigilias de la Iglesia.
• Use el bautismo de cada miembro como pretexto para una fiesta de testimonio para su familia. Invite a todos los familiares y amigos.
Trate de crear un ambiente de alegría en su célula. Los grupos donde hay alegría se multiplican con más facilidad que en los grupos normales
Haga una tarjeta de invitación personalizada de su célula. Reparta entre los miembros para que ellos distribuyan entre sus amigos.
De un nombre a su célula, que sea un nombre significativo, agradable y del cual los miembros se van a acordar fácilmente. Los miembros deben saber el significado del nombre y hacer de todo para que el nombre tenga que ver con el desempeño y el crecimiento del grupo.
Programe que toda la célula use una misma camiseta en las celebraciones de domingo. Esto crea una identidad propia en la célula y un sentido de grupo unido.
Orar diariamente por los miembros de su célula transforma su relación con ellos. Ellos le reconocerán y seguirán su liderazgo espontáneamente.
Si usted ora diariamente por los miembros de su célula, usted sentirá su corazón lleno de amor y paciencia por ellos.
Ore por todos los eventos de la célula – sea en la macro célula, en cumpleaños, un evento de cosecha, una cena, una parrillada, etc. Este listo para testificar en cualquier circunstancia.
• El tiempo que se usa “afilando un hacha” para después talar los árboles no es tiempo perdido. Una hora usada en oración hará que una hora de trabajo rinda más que cientos de ellas sin oración. Procure desarrollar una disciplina de oración.
Todo líder de célula debe ser lleno del Espíritu Santo. Busque poder y osadía. Todos van a querer estar cerca de quien está cerca de Dios.
Las células eficaces hacen más que orar. Ellas suplen de manera práctica, las necesidades de los hermanos. Ellas garantizan que nadie siga con necesidades o problemas no solucionados.
Tenga un cuaderno para los pedidos de oración en su célula. Escribe los pedidos y las respuestas a las oraciones. Ore con el cuaderno en cada reunión de grupo.
Experimente hacer una lista con los propósitos de oración en su célula. Entregue una copia a cada miembro de manera que se ore por los propósitos diariamente.
Haga un reloj de oración. Distribuya los discípulos de la célula de manera que haya oración por los propósitos de la célula diariamente. (puede ser más de un intercesor por día, o un intercesor tener un día más de oración)
• Delegue las funciones y las responsabilidades a cada miembro de su célula, aunque sea algo bien simple. Esto produce compromiso y seriedad en todos.
• Dé varias oportunidades a las personas de su grupo. No desista de alguien porque solo ha fallado, como el de ofrecer una comida a los hermanos, o porque se olvidó de la selección de la música, de la alabanza o no ha compartido bien el estudio.
• Crea en las personas. Delegue responsabilidad a cada miembro de su célula. Cuando nos sentimos útiles, nos comprometemos más. Las personas aprenden haciendo; por eso involucre a todos los miembros de la célula en las actividades grupales.
• El líder debe de ser un facilitador, alguien que hace la célula con la participación de todos y no un jefe controlador que sofoca la célula y hace todo solo.
Prepare con cuidado y con anticipación la reunión de la célula. Acuérdese que las personas vienen de lejos para escuchar la palabra y deben ser alimentadas. Si las personas van solo para oír a alguien leyendo una hoja de estudios, ellas podrían obtener el mensaje en las reuniones del ELA (Entrenamiento de liderazgo Avanzado) o bajarlas de internet y estudiarlas sola.
Use solamente el CD o DVD en las alabanzas de la célula, Esto puede mejorar en mucho el momento de adoración y alabanza. También evita el surgimiento de estrellas cantantes que no podrán estar presentes en todas las células, del sector, del área, del distrito, de la región o de la red.
Usted nunca podrá llevar a otros a niveles que usted mismo no ha alcanzado. Antes de ministrar al grupo ministre a Dios.
Todo lo que Dios hace es por la Palabra y por el Espíritu.
Todo lo que usted necesita en una célula es una palabra viva y apasionada y la fresca unción del Espíritu.
Al compartir en la célula, hable siempre de cosas prácticas y que puedan ser útiles en lo cotidiano.
Huya de las doctrinas estériles y de las teologías muertas. No es necesario estar discutiendo de quien será la bestia del apocalipsis, quien fue la mujer de Caín, si Adán tenía ombligo o cosas parecidas.
Permita que el fuego de Dios encienda su vida. Deje que su corazón queme. ¡sea un incendiario en su célula!
• Cuando las personas oyen, ellas pueden estar interesadas o no, pero cuando ellas hablan se interesan. Practique bastante el “rompe hielos”, No acepte que nadie este callado en su célula.
• Durante la alabanza procure elegir canciones conocidas y fáciles. Es más fácil enfocarnos en Dios cuando no tenemos que luchar para entender letras y ritmos.
Cuide que todos tengan las letras de los canticos, para que puedan ayudar a los que no saben las canciones de memoria. En el caso que hayan visitantes esto es fundamental para que ellos no se sientan excluidos.
• El líder de célula eficaz procura conocer a cada persona que entra en la célula.
El da atención a todos sin distinción y no solo se limita a los hermanos que se relacionan con él.
• El buen líder de célula da consejos y ora por el rebaño enfermo. El líder que se ve como pastor tendrá muchas ovejas que se multiplicarán.
• Si usted es fiel en cuidar bien a todas las ovejas que Dios le dio, el con certeza le va
a confiar otras más a sus manos.
• Dé prioridad a las ovejas, procure alimentarlas y protegerlas y su célula crecerá saludable y fecunda.
• Su principal función como líder de célula, no es solo dirigir una reunión, sino motivar a las personas, edificar vidas y perfeccionar a los santos. ¡La relación lo es todo!
• Reconozca a los miembros de su célula. Elógielos y muéstreles lo importantes que son para la iglesia. Haciendo eso, usted los estará motivando hacia el crecimiento de la
célula.
• Usted es el Pastor de su grupo como tal preséntelos perfectos delante de Dios,
como alguien que cuida sus vidas y los ama con el mismo corazón de Jesús.
• No tema delante del fracaso. Líderes de éxito aprenden de sus propias fallas y a consecuencia de ello se vuelven más fuertes. Desafié a su célula a crecer. Para un hombre
de Dios el fracaso en momentáneo y la victoria es definitiva
• Para el líder de éxito el fracaso es el comienzo- es el trampolín de la esperanza.
Aprenda de sus propios errores y nunca desista. Si usted no ha dado en el blanco intente de nuevo, de nuevo y de nuevo.
• El éxito solo puede ser obtenido por medio de fracasos repetidos y evaluados. El éxito es el resultado de muchos intentos fracasados
• Admita fracasos delante del grupo. No oculte sus errores y discúlpese
sinceramente. Las personas le amaran por eso.
• Uno de las máximas de la biblia es que el fracaso nunca es el fin. En Dios podemos levantarnos e intentar de nuevo. Si su célula aún no se ha multiplicado todavía hay tiempo. Si no intente para el próximo año
¿Ha llenado usted el informe de su célula? Y sobre las reuniones de discipulado,
¿usted es frecuente?
Un líder independiente está fuera de la visión general de las células y del Reino de Dios.
Al planificar algo más grande en su célula, como retiro o un cambio de local de la reunión o la multiplicación, comunique con anticipación y decida junto a sus supervisores.
La mayoría de las personas se convierte poco a poco, de manera gradual. No desista si alguien parece retroceder. Cree un ambiente de libertad y aceptación, y la persona acabará afirmándose.
No permita miembros ociosos en su célula. Si hay alguien así, desafíelo a cambiar. Si resiste, exhórtalo. Sea firme y no desista de hacer de cada discípulo un ministro.
Cada discípulo es como un proyecto en construcción, y no un modelo que se haya terminado. Por eso es normal tener hermanos desanimados entre nosotros.
Aliéntelos y sea sensible a sus dificultades. Luego ellos pasarán de desanimados a animadores.
Tenga siempre una palabra de ánimo. No permita que ellos pierdan la esperanza. Crea con ellos, transmitiendo empatía. Demuestre fortalecedora y valentía. “Sea un hombre de fe”
Enfatice un compartir transparente en la célula. El visitante podrá ser tocado, si él percibe que no somos perfectos sino perdonados.
Una encuesta que se hizo entre cristianos que están fuera de la iglesia mostró que el 70% de ellos salieron de la iglesia porque sentían, que nadie se interesaba por ellos. El amor es la clave para ganar, consolidar y edificar
Conocerse y compartir las necesidades tienen que ser los objetivos primordiales de las células. En esa atmósfera de cercanía y amor, los visitantes son impactados.
Estimule a los miembros a que se inviten mutuamente para almuerzos, cenas y comidas en las casas, sin excluir a nadie. Esto aumenta los lazos entre el grupo
Establezca un discipulador para cada nuevo convertido en su célula, es decir, un hermano o una hermana, maduros para cuidar del nuevo hermano y acompañarlo continuamente. Con eso tendremos una microcélula MDA. Esa microcélula debe estar conversando siempre y debe encontrarse durante la quincena, por lo menos una vez
Valore el momento de compartir una comida en la célula. Ese momento puede ser la clave para consolidar al visitante. Estimule la célula a quedarse en función del visitante en ese momento.
Oficialmente, la célula se reúne una vez a la semana. Pero la célula en si es un estilo de vida. Los vínculos deben ser toda la semana.
No es nada interesante tener grupos grandes sin que hayan vidas transformadas.
La calidad debe preceder la cantidad. La buena cantidad siempre da lugar a la multiplicación.
• Si usted no está mirando nada alrededor, ciertamente no dará en el blanco.
• Los líderes que conocen sus objetivos se multiplican de manera regular y con más frecuencias que los hermanos que no los conocen.
• Espere grandes cosas de Dios y ponga esfuerzo en hacer cosas grandes para Dios
Cuatro principios para establecer objetivos.
1. Establezca objetivos específicos, direccionados con fechas, y las personas que deben ser alcanzados.
2. Sueñe con esos objetivos, de manera que hagan parte de su vida, al punto de estar impregnados en usted.
3. Anuncie esos objetivos en la célula, de modo que todos puedan soñar, planificar y trabajar juntos en las mismas realizaciones.
4. Haga los preparativos para alcanzarlos, el que espera una gran cosecha también prepara los graneros; el que espera el nacimiento de un bebé prepara la cuna.
• Ser oído por el grupo o liderazgo.
• Expresar un punto de vista;
• Difundir y aclarar el entendimiento del grupo;
• Promover la sanidad personal y para el grupo;
• Recibir respuestas personales y ayuda;
• Concluir todo en unidad, paz y consenso para
animar líderes.
• Quiere atención y admiración para sí mismo y sus ideas;
• Provoca separación entre las personas, y muchas veces
con la intención de crear su propio “reino”.
• Provoca la inestabilidad del grupo por diversos motivos;
• Tiene interés egoísta, el cual, si no es suplido, lo hará
seguir antagonizando.
• Promueve el conflicto en lugar de la paz;
• Intenta controlar y manipular a las otras personas, para
transformarlas en sus aliados;
• Siente la necesidad de cambiar a las personas, para
atraerlas a sus ideas pretensiones;
* Quiere siempre ganar en una discusión para tener placer en ver a las personas perder o ser humilladas, y muchas veces, la víctima principal es el líder de la célula-el antagonista siempre
tiene problemas con la autoridad;
• Establece fracciones en el grupo y se presenta a sí mismo
como el solucionador de los problemas; como si fuera el lado
correcto de la cuestión;
• Intenta debilitar el liderazgo y la autoridad de los líderes que están con la responsabilidad de la célula.
Anticiparse al antagonista: Si usted identifica un antagonista, intente no dejar que él se involucre con su célula. Una vez que eso suceda, habrá mucha probabilidad de que usted tenga problemas.
No se conforme al antagonista: Si el antagonista se une a una célula, no se acomode a su presencia. Manténgase en alerta y tenga en cuenta sus eventuales acciones que puedan ser separatistas y destructoras.
Tome acciones inmediatas: Hable directamente con él en el momento de la confrontación o crítica. Dígale: “esto no está bien. Lo que usted está diciendo es perjudicial a este grupo. Yo no permitiré que tal cosa suceda”.
Preferentemente llámelo solo para conversar.
Si él persiste en su antagonismo, en la célula, después que sea advertido, amonéstalo delante de todos.
Ejerza un liderazgo fuerte: Sea fuerte, pero amoroso. No permita que un antagonista gane “la primera ronda” o use la habilidad de intimidar.
Ejerza su autoridad como líder de la célula.
Proteja su grupo: Si es necesario, simplemente pídale a que no vuelva al grupo. El grupo es más importante que una persona. Muchas veces es una persona de otra iglesia; u otras veces es alguien que estuvo en varias iglesias y ahora no va a ninguna. También puede ser alguien que esté buscando ovejas para formar su propio rebaño.
Muestre la manera correcta para que esa persona sea restaurada: Puede ser que primero él necesite consejería y ayuda espiritual. Ofrézcale el discipulado uno a uno, mostrándole que en el discipulado alguien podrá oírlo atentamente y atenderá sus dudas y cuestionamientos.
Cuidado para no colocar alguien con poca madurez y base bíblica para cuidar al antagonista, sino él podrá enredarlo con sus pretensiones. En el caso, habría el riesgo de tener a dos antagonistas en lugar de uno
La mayoría de los pastores son sensibles, lo que significa que los sentimientos, la dignidad y la aprobación de las personas tienen un gran valor en su proceso de tomar una decisión.
Cuando tenemos esa naturaleza no es siempre fácil amonestar a alguien. Hay algunos que prefieren ser reprendidos en lugar de reprender. Y ¿Por qué? Algunos pasan largo tiempo preguntándose si la persona está en lo correcto o no, temiendo cometer alguna equivocación o intentando saber sobre la otra cara del problema.
Otros temen el rompimiento de las relaciones. A un buen pastor no le gusta herir a las personas. Pero dejarlas cometer errores sin que las reprenda no es amor- es tolerancia.
• Asegúrese que no va a ser mal interpretada.
• Nunca reprenda a alguien si usted está enojado
• No reprenda por escrito o por teléfono-siempre cara a cara y
con testigos si es necesario
• No destruya la dignidad de la persona, sino ayúdelo a crecer.
• Nosotros confrontamos para edificar, restaurar y no para
humillar y destruir.
• Tenga el interés de conocer todo el caso y no solamente
parte de él.
• Chequee su corazón para saber cuáles son sus verdaderos
motivos y propósitos.
• A veces nos estamos defendiendo a nosotros mismos.
• Identifique claramente las implicaciones del
comportamiento de las personas.
• Siempre de una oportunidad a las personas en
reconocer sus errores y ofrézcale un nuevo comienzo.
• Procure corregir a las personas en particular, nunca
delante de otras personas.
Uno de los más grandes problemas dentro de la iglesia son los conflictos no resueltos. Lo otro son los problemas solucionados equivocadamente. Y peor aún son los intentos fallidos de solucionar las desavenencias, que en lugar de solucionar un problema, terminan creando otro problema.
Hemos aprendido en este entrenamiento sobre la importancia de la comunión y la vida de la iglesia. Esa comunión sufre amenaza cuando surgen chismes, pleitos, desaciertos, choques de personalidades y de interés.
¿Qué debemos hacer cuando alguien está en contra de nosotros, trayendo tristeza a nuestro corazón?
¿Qué debemos hacer cuando no nos interpretan bien dentro del grupo?
Todos somos santos e hijos de Dios pero no somos blindados. Estamos vulnerables a los ataques del enemigo y es por eso que no podemos salir de la presencia del Señor y no dejar a nuestros hermanos.
El hermano que peca contra ti
15 Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
El hecho de que somos hermanos (v.15) no nos exime de la posibilidad de enfrentar divergencias en las relaciones de la familia de la fe, pues la hermandad no elimina nuestra individualidad.
Tenemos diferencia de formación, visión, doctrina, liturgia, estrategias y otras. Sin querer nos colocamos en la posición de ofendidos u ofensores con algunos de nuestros hermanos. Es precioso
como Jesús enseña que el ofendido es responsable por el ofensor. (v.15), pues todo pecado es una enfermedad que debe ser tratada de modo ágil y positivo.
El hermano que peca contra ti
15 Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
16 Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”.
17 Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
De acuerdo a Mateo 18:15-17, la restauración de la relación debe ser un proceso constante y equilibrado, gradual dando tiempo y oportunidad para que el ofensor reflexione y se arrepienta.
Una vez que sabe con claridad cuál fue el pecado, el primer paso a ser dado es la confrontación personal. Jesús dijo que es necesario redargüir.
Si el resultado no es satisfactorio, el siguiente paso es la confrontación informal (v.16). aun
estando en un contexto de transparencia y privacidad, debemos buscar a un testigo o decir, los terapeutas que nos ayudaran en el esfuerzo de la sanidad del hermano ofensor. Si hay persistencia en admitir la culpa, la situación exige una confrontación comunitaria. (v.17). el ofendido debe informar de manera oficial y amorosa al liderazgo para que esta ágil y sabiamente asuma la responsabilidad terapéutica del tratamiento del hermano que está en pecado.
Pablo, instruyendo a su discípulo Timoteo muestra cómo se debe confrontar correctamente:
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar sufrido, que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escape del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”. (2 Timoteo 2:24-26).
17 Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
El versículo 17 de Mateo 18 muestra que desafortunadamente, no todo el proceso de restauración produce el resultado que se esperaba, pues Jesús dice que la posibilidad de que el ofensor rehusé el cambio es real. Delante del rehusar definitivo de parte del ofensor, la iglesia, como comunidad terapéutica autorizada por Dios, debe considerarlo “gentil y publicano”, es decir, debe aplicarle una fuente u firma disciplina. No significa necesariamente una exposición pública y punciones.
Los caos que involucran líderes del alto nivel, requieren más complejidad, de acuerdo con lo que piensa cada iglesia.
Después de haber hecho todo, debemos actuar en fe, sin cualquier sentimiento de culpa, esperando que a través de la disciplina la persona involucrada vuelva a la santidad perdida.
Aunque disciplinemos a los insumisos, debemos tener la fe y la expectativa enseñada en Hebreos
“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban y los venerábamos.
¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus y viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.
(Hebreos 12:9-11).
18 Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
19 Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.
20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Cuando se consigue la restauración relacional, se perfecciona la unidad de la comunidad (vs.18-20) y de ese modo, los vínculos de amor y confianza se restablecen. No existe comunidad sin diversidad, ni existe diversidad sin divergencia.
La confrontación debe realizarse en la certeza de que es posible construir una convergencia en Dios, quien proporciona unidad para atar (v.18) y unidad para concordar (v.19).
La autoridad para concordar debe estar asociada con una espiritualidad que nos impulsa a establecer compañías de oración (concordancias)
Respecto a dificultades relacionales específicas, las cuales nosotros creemos que el Padre celestial es capaz de sanar.
La correcta práctica de la confrontación produce la unidad necesaria para que toda la célula experimente la presencia de Jesús (v.20).
Cuando construimos y vivimos ese acuerdo terapéutico a través de la oración, Jesús confirma su presencia en medio de nosotros.
La experiencia demuestra que, muchas veces, no tenemos el control sobre lo que nos hacen, pero nosotros tenemos el control sobre cómo reaccionar a lo que nos ha sido hecho.
Debemos buscar diligentemente la comunión de la célula y la iglesia y sólo podremos hacerlo recorriendo el camino que va desde la tristeza de la ofensa hasta la experiencia de la plenitud de la presencia restauradora de Jesús.