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¿Por qué realizar un peeling?
El peeling facial es una manera artificial para acelerar el proceso de caída de las células muertas y regeneración celular. De manera normal, en una piel joven, un queratinocito tarda unos 30 días en recorrer la distancia desde el estrato basal hasta el estrato córneo. Con el paso de los años, el estrés, la alimentación y falta de agua, este proceso se va haciendo cada vez más lento. Esto se traduce en pieles ásperas, secas y con aspecto envejecido.
Además, las pieles grasas suelen tener un estrato córneo mucho más grueso, llamándose pieles queratinizadas o engrosadas, esto es debido a que la grasa hace de “cemento” entre las células ralentizando la renovación. Otros problemas que engruesan las pieles son las marcas de acné, cicatrices, etc. Por lo que la utilización de peelings en estos casos es fundamental para poder afinar, homogeneizar y devolver a la piel una estructura uniforme y suave.
Debido a estas diferencias fundamentales, es necesario decir que no todas las pieles necesitan el mismo tipo de peeling ni la misma frecuencia ni modo de aplicación.
OTROS:
Peeling Gommage: Es una mezcla de peeling físico y peeling químico o enzimático. Normalmente son más suaves que los scrubs, ya que no suelen tener partícula o no suele ser tan gruesa. En algunos casos los gommage contienen partícula de arcilla o almidón que es muy suave y puede aplicarse en todo tipo de pieles. Estos peelings además contienen unas microesferas de gel que se deshacen durante la frotación. Estas pequeñas partículas gelosas suelen contener ácidos (cítrico, flores como jazmín,…) o enzimas que van activándose conforme lo vamos trabajando sobre la piel.
Los principales tipos de peelings físicos son:
-Peeling Scrub: Son los peelings físicos o exfoliantes más comunes. Son geles, emulsiones o cremas con partículas que ayudan a realizar el proceso de exfoliación. En función de la formulación de la emulsión pueden ir destinados a hidratar, calmar, purificar o revitalizar.
Las partículas pueden ser de diferente tamaño y naturaleza, distinguiéndose:
-Exfoliantes sintéticos: con partícula de polietileno.
De origen mineral: caolín, diamante, sal marina, conchas de crustáceos, etc
-Vegetal: hueso de melocotón, oliva, almendra,…
Precauciones
“Las exfoliaciones físicas son desaconsejada cuando se las realiza seguido , ya que además de la irritación que pueden provocar, las micro partículas ,crean cortes microscópicos sobre las capas externas de la epidermis dejándola más vulnerable.
Irrita, deja a la piel desprotegida y puede tener efecto trapa. A pesar de que en ocasiones la piel pide una limpieza de células muertas a gritos, no siempre es necesaria. Incluso puede resultar agresiva y terminar con problemas con los que no contabas, como exceso de sebo, acné o dermatitis.
Mejoran la eficacia de cualquier tratamiento cosmético posterior, ya que favorecen la penetración de los activos. Esto se debe a que reducen el espesor del estrato córneo, facilitando la penetración de los activos tratantes, ya que mejoran la circulación cutánea. Por tanto, la exfoliación es un tratamiento coadyuvante a todo tipo de tratamientos cosméticos: antiacné, antienvejecimiento.