Introducing 

Prezi AI.

Your new presentation assistant.

Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.

Loading…
Transcript

PSICOLOGÍA Y COMUNICACIÓN

5. Las incitaciones abiertas

Donde exista un verdadero deseo de construir una vida de relaciones claras, sin cesar y sin dominaciones, más allá de la manipulación y la astucia, tendrá que desarrollarse sobre los pilares de la comunicación de las incitaciones abiertas, es decir, expresando abiertamente los deseos e invitaciones para que el otro haga determinadas cosas

El emisor tiene muchas buenas razones para evitar de manera simuconsciente las invitaciones abiertas y directs, y si se observa más de cerca, se descubre que son obstáculos que él mismo se pone en el camino hacia una convivencia gratificante.

5.1 Las razones para la elusión de incitaciones abiertas en el trato interdependiente.

El miedo a la autoexposición. Quien envía incitaciones hace públicos sus deseos e intereses. Así que toda incitación tiene elementos de autoexposición que ya sabemos que el emisor le gusta ocultar.

Además, si le pregunta; ¿Acaso quieres que yo... ? puede desmentir haber enviado la incitación -Yo en nningún momento te he pedido que... - y protegerse así de ser descubierto.

El miedo al rechazo. En toda incitación cabe la posibilidad de que el receptor rechace la sugerencia implícita. Si a un emisor con poca autoestima le rechazan lo experimentará como una negativa a toda su persona.

Concepto romántico del «amor». Algunas personas creen que leerle al otro el pensamiento es una prueba de amor verdadero, es decir, que no existe necesidad alguna de incitar abiertamente para saber lo que el otro desea. Entienden que expresar el deseo resta valor a su cumplimiento.

Evadir la responsabilidad. Las incitaciones se hacen de tal manera que le indican al receptor el rumbo que debe tomar, pero sin atar al emisor de pies y manos. Se trata de una estrategia (muchas veces aplicada de forma inconsciente) de evadir responsabilidades. Aquí, de nuevo, se hace, pero después «yo no se he sido».

«Niño llorón, boca abajo y coscorrón.» Muchas personas han sido educadas para contener sus propios deseos («¡Niño llorón, boca a bajo y coscorrón!»), y el sentimiento siguiente: «Yo no estoy autorizado a expresar y defender mis deseos» actúa como un freno constante. Muchas veces esto explica parte del sufrimiento de quienes solicitan una psicoterapia debido a su inhibición y timidez.

Nivel indefinido de lo que uno puede atreverse a pedir. Antes de enviar una incitación, el emisor considera diferentes circunstancias con el fin valorar si puede pedirle al receptor que responda a lo que él quiere. Si es evidente que no lo puede hacer y aun así expresa abiertamente la incitación, puede interpretarse como una conducta agresiva. Pero las incitaciones por lo general se mueven en una frontera indefinida entre lo que se puede y no se puede pedir, lo que también depende del grado de motivación del receptor. Una incitación indirecta y velada tantea el nivel de atrevimiento que se puede mostrar, sin arriesgarse al deterioro de la relación debido a una actuación agresiva.

Posibilitar la iniciativa propia.

Enviar una incitación de forma tan indirecta que el emisor (en apariencia) no se dé cuenta y después pueda responder a la misma pero por iniciativa propia.

Temer que al receptor le falte valor para decir que no. Algunos receptores consideran que rechazar una incitación perjudicaría la relación, y la obedecen en función de un amor al prójimo mal entendido, e incluso tal vez con resentimiento interior.

5.3. La actitud de fondo necesaria para las incitaciones abiertas.

Algunas premisas y actitudes básicas necesarias que deben asociarse a las incitaciones abiertas para que no exista ningún peligro de nuevas dificultades.

5.2. La incitación abierta como solución a la comunicación patológica.

Los deseos expresados abiertamente contrastan con cualquier: • queja retroactiva («Podrías haber…»). En lugar de esta mirada rencorosa hacia el pasado, el deseo, que se expresa abiertamente, mira hacia adelante.

Las energías deberían canalizarse hacia la construcción del futuro y no demasiado hacia la queja sobre lo pasado.

Está permitido y es deseable que el emisor comunique claramente sus deseos. Y está permitido y es deseable que el receptor, dado el caso, no cumpla con la incitación.

Este estilo de convivencia tampoco es que garantice la armonía, más bien al contrario, porque los conflictos existentes se hacen más visibles que antes. Sin embargo, favorece las soluciones claras y en general un «ambiente limpio» en el que se puede respirar y vivir.

Una buena comunicación presupone una previa aclaración interna. Aunque expresar la confusión ciertamente también puede ser el camino para conseguir la aclaración interna.

Bajo este signo, el deseo que se expresa abiertamente no tiene nada que ver con el egoísmo. El deseo claro no pretende imponerse a toda costa, ya que después siempre se puede ser altruista.

Sólo cuando los deseos se han expresado abiertamente se puede encontrar una solución.

Aclararse uno mismo. La incitación abierta parte de que el emisor tenga claro lo que quiere. Esta premisa parece obvia pero en realidad muchas veces no se produce. Y así, a menudo, es más fácil obedecer los deseos de los demás (y después, en caso de necesidad, quejarse) que poner claramente sobre la mesa los deseos personales.

La responsabilidad del receptor. Una vez que la incitación se ha expresado abiertamente, el receptor puede reaccionar de dos maneras: sí o no. Si decide obedecer la incitación (sí) es importante que asuma la responsabilidad de su respuesta a la incitación y que luego no diga: «¡Así lo has querido! ¡No es mi culpa!». Asumir la responsabilidad de las actuaciones que se hacen en respuesta a una incitación es algo que tienen que aprender los adultos.

Incitaciones de carácter informativo.

• Yo expreso mi deseo para que tú estés informado. Lo menciono para contribuir a la transparencia de la situación y no para imponerlo como sea. De la misma manera me gustaría saber lo que tú deseas, y de nuevo, no para obedecerlo de manera automática, sino para poder tomar decisiones sobre la base de la información completa.

En caso de rechazar la incitación: si el receptor no quiere cumplir la incitación, según el estilo de convivencia aquí propuesto, deberá reunir el valor para expresar un claro no. De la misma manera, el receptor después de expresar su no, tampoco debe guardar rencor al emisor por el «atrevimiento» de su incitación. «Aunque no quiero cumplir tu incitación (rechazo del contenido), estoy de acuerdo con que me comuniques tus deseos (aceptación del proceso)».

Learn more about creating dynamic, engaging presentations with Prezi