S20 MARISSA LEON DIAPOSITIVAS

Promover la cultura de paz demanda, adem´as de nuestro compromiso individual con la convivencia pacífica, nuestra contribución a la solución de problemas en los que la labor de autoridades e instituciones resulta imprescindible|

Nuestro país atraviesa por asímetrías en la distribución de poder, riquezas y desarollo. Ello propicia en amplios sectores constante violación a sus derechos. Esta violencia es llamada estructural, deriva de las instituciones y normas que rigen la sociedad. A las ideas que justifican esa violencia es llamada violencia cultural, y depositan la responsabilidad de la misma en la víctima con señalamientos como "tiene lo que merece" que, a su vez, son la base del econo entre diferentes grupos de población. Hay jóvenes que mueren por violencia, carencias, discriminación. Cuando alguno de ellos muere en común escuchar frases como "andaba en malos pasos" o "él se lo busco".

En nuestro país cuenta con múltiples formas de violencia, como la violencia de género, discriminación por apariencia física, pobreza extrema invisibilizada, maltrato infantil, rechazo a las diferencias culturales y políticas. Todas estas demandan la intervención del Estado y de organizaciones de la sociedad civil para erradicarlas y afianzar la cultura de paz en el plano social. Las condiciones que atentan contra ciertos grupos, como la explotación infantil, la deficiencia en el acceso a una adecuada salud sexual y las múltiples expresiones de la violencia de género, son complejas. Es importante atajarlas desde diversos frentes.

Tanto en el ámbito social como en el político se han vuelto comunes las expresiones de odio que atentan contra la integridad o la dignidad de una persona o un grupo. Desde los comentarios en las redes sociales hasta declaraciones de políticos en altos cargos, estos dichos son un obstáculo importante para la cultura de la paz, pues son utilizados para alentar o justificar la violencia. Se han desarollado programas en busca de sensibilizar, sobre todo a la población joven contra este tipo de expresiones, como la impulsada por el Consejo de Europa llamada No Hate Speech Movement. En México se ha retomado con el movimiento Dilo Sin Odio, del Consejo Nacional para prevenir.

Actualmente, tanto en México como en el mundo, existen desafíos importantes para la convivencia pacífica, la no violencia y garantizar la igualdad de derechos para todos los habitantes del planeta. No hay condición racial, económica, de género o política que justifique la violencia. Por el contrario, debemos promover el diálogo, la igualdad de derechos y ser conscientes de nuestra responsabilidad para crear y mantener.