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Licenciatura en educación preescolar.
Mtra. Helena Cristina Luevanos Arreguin
Se debe tener claro que el conocimiento del mundo social y el conocimiento del mundo físico, son de cierta forma paralelas, es decir, uno impulsa al otro, pero son aspectos separados con características y representaciones diferentes. Ambos son guiados por el apego ya que es la fuente primaria de la información.
Para Piaget existe un paralelismo entre la construcción del mundo físico y el conocimiento social. El tener la figura materna es más importante que la de los objetos debido a que la mamá es un soporte cognitivo necesario para el desarrollo.
Cuando un niño se separa de su mamá comienza a presentar la ansiedad de separación mostrando:
El nexo entre representación y simbolización y del paralelismo entre conocimiento del mundo físico y el de las personas, pueden llegar a ser competencias representativas de la capacidad simbólica o procesos paralelos que representan a los objetos y personas diferenciadas por su naturaleza, desarrollo y función.
En los primeros dos años de vida, se carece la representación mental, sin embargo, se puede tener la capacidad de reconocimiento de personas y objetos mediante los esquemas de acción y la percepción.
Las primeras formas de representación son imágenes adoptadas del contexto mediante la imitación y su interiorización, además de la adquisición de signos lingüísticos, no figurativos, arbitrarios y sociales. En estos dos años, la inteligencias es sensomotora ya que es incapaz de recordar el conocimiento del mundo externo si no es mediante símbolos.
Riviére, un psicólogo y científico cognitivo expresa que se tiene la capacidad de convertir información en símbolos representacionales y comunicacionales.
Existen diferentes proceso en la construcción de la representación de objetos y personas.
En el proceso piagetiano el periodo sensomotor del niño que abarca desde el nacimiento hasta los 2 años de edad, el niño comprende los objetos, sus estados y trasformaciones a partir de sus atributos físicos, y sobre sus características de su propia acción.
Según Piaget, el desarrollo del concepto de pertenencia requiere que el niño aprenda que la existencia de los objetos es independiente de su actividad motriz y perceptiva y su construcción se evidencia en la conducta.
Ejemplo; Si se coloca un juguete bajo una manta, el niño que HA logrado la permanencia del objeto sabe que esta allí y puede buscarlo activamente, si no logra la permanencia el niño se comportara como si el juguete hubiera desaparecido simplemente.
Cabe resaltar que aunque la acción sobre los objetos y las personas fueran semejante, la reacción de estas es menos predecible. ¿Por qué? Mientras los desplazamientos de los objetos se predicen por una causa externa, los seres humanos son autónomos; esto quiere decir que mientras el objeto que se oculto permanecerá en el lugar, la madre que desaparece tras la puerta no mantenga su misma posición.
Los desplazamientos o trasformaciones provocado por acciones externas tendrán menor capacidad predictoria
La localización de las personas será mas predecible por el conocimiento de sus hábitos y rutinas.
Experiencia del niño con las personas que lo cuidan
La relación del niño con los objetos animados se puede distinguir la experiencia sensorial del objeto y la experiencia motora de la acción realizada por el niño, pero la interacción con las figuras del apego intervienen fuertemente en el tercer elemento; la experiencia emocional del bebé.
Se permite afirmar que el niño viene al mundo dotado:
1. Sensibilidad preferencial por los estímulos de origen social
2. Sistema de señales (sonrisas, llanto, expresiones emocionales)
3. Conduntas (prensión, aferramiento, etc.)
La figura del apego tiende a proporcionar las entradas sensoriales y conferir significados de las señales y conductas del niño. A lo largo de la vida se promueve el establecimiento del vínculo afectivo garantizando la protección y supervivencia del bebé.
La predisposiciones genéticas juegan un rol fundamental en la génesis y el desarrollo de la representación de la figura del apego.
Esta experiencia nos hace referencia a la interacción social que el niños tiene con los demás, en especial con los estímulos que le son proporcionados desde que esta pequeño.
Olfato: a la edad de 10 días mantenían durante más tiempo su cabeza vuelta hacia un algodón que había estado al contacto con el pecho de su madre
En relación con el mundo físico, durante los primeros meses la acción consiste en movimientos centrados en sí mismo, las personas que cuidan al niño consideran como gestos significativos acciones que de otra manera serian autísticas
Su función primordial es organizar el comportamiento materno, en virtud de su capacidad comunicativa.
El significado de las personas no esta tan relacionado con la asimilación a esquemas de acción, sino con las consecuencias de la misma.
Lo emocional ayuda a lo cognitivo, es decir que dependiendo de la emoción que el niño tenga es el conocimiento que el mismo tendrá, es decir que sí el niño está bien emocionalmente tendrá la disposición para adquirir dicho conocimiento.
Reconocimiento: para Olson es la conexión entre un estímulo perceptivo y un rasgo almacenado en la memoria y fruto de esta comparación se produce la activación de otros rasgos asociados.
Según Olson durante los tres primeros meses de vida lo que el niño reconoce de manera recurrente es a la madre (reconoce de que algo se ha experimentado anteriormente) y es por eso que otras personas no son reconocidas como la madre.
Al cuarto mes los niños forman un modelo central en la figura de apego.
Cuando la figura materna se limitaba a mirarlo, sonreír, vocalizaciones y movimientos faciales, adoptar una expresión rígida o mostrarse deprimida, los bebes tenían cambios ellos se mostraban expresiones faciales negativas, miradas recelosas, mayor protesta y menor incidencia de expresiones fáciles y vocales positivas.
Las figuras de apego se comienzan formar a partir del segundo semestre. Alrededor del octavo mes los niños son capaces de evocar experiencias en lapsos de tiempo muy cortos, pero en los últimos meses del primer año la capacidad de relacionar la experiencia pasada con la nueva abarca periodos más extensos.
Ainworth, Bleharr, Waters y Wall en 1978 definieron tres patrones de apego.
Apego seguro: la presencia de la madre, orienta su conducta a la exploración de su entorno, pero a la ausencia esta provocaba un pequeño decline a la actividad exploración y ansiedad. Esta no es intensa.
Apego inseguro-ambivalente: en este tipo de apego la figura materna no constituía una base de exploración, a inseguridad que este presenta es extremadamente intensa en la separación, la unión ante su regreso continúa su relación más frecuente.
Apego inseguro-rechazante: en este tipo de apego tiene como tendencia a ignorar a la figura de apego y a evitar la proximidad y el contacto con ella durante el reencuentro