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Paradigma crítico social y el aprendizaje
Este paradigma considera que el conocimiento se contruye por intereses y necesidades grupales. Esto, con el fin de que utilicen sus aprendizajes en la participación y transformación social. Por ende, este paradigma se inclina más hacia la INVESTIGACIÓN, pero no es su finalidad, es más una concepción idealista.
Se basa inicialmente en construcciones tanto internas como sociales. Bajo este precepto, se busca una educación que provilegie el pensamiento crítico, cuestionamiento analítico, el manejo de información, entre otras cualidades.
Carr & Kemnis (1986) sostienen que "La ciencia social crítica intenta analizar los procesos sociales e hostóricos que influyen sobre la formación que nuestras ideas sobre el mundo social".
Por otro lado, otro de los propósitos de este paradigma es enseñar al estudiante a describir y comprender los diferentes fenómenos.
Hasta donde se puede determinar su forma presente, la Teoría Crítica tiene sus orígenes en la Europa Continental, particularmente en la tradición alemana de la filosofía social y política. Analíticamente, se ve que el pensamiento crítico tiene aspectos internos y externos. Una de sus distinciones internas consiste en su intento por restablecer la reflexión como una categoría legítima de creación de conocimiento. Externamente, el pensamiento crítico también es una crítica a las condiciones humanas (y ambientales) sociales y políticas contemporáneas. Originalmente, la Teoría Crítica incluyó una crítica tanto al capitalismo como al socialismo, particularmente al autoritarismo y burocracia de estilo soviético.
Habermas postuló los fundamentos normativos que justifican la ciencia social crítica, se construye siempre con base a intereses que han ido desarrollandose a partir de las necesidades de la especie humana, facilita el entendimiento autoreflexivo mediante el cual los individuas explican por qué les frustran las condiciones bajo las cuales actúan. La teoría crítico social se deriva del análisis del lenguaje y del discurso ordinario según Habermas y lo teoríco con lo práctico a través de las siguientes dimensiones:
Popkewitz plantea los siguientes principios:
Unir teoría y práctica (integrando: conocimiento, acción y valores)
Conocer y comprender la realidad como praxis
Orientar el conocimiento hacia la emancipación y liberación del ser humano
Proponer la integración de todos los participantes, en procesos de autoreflexión y de toma de decisiones consensuadas, las cuales se asumen de manera corresponsable.
La recuperación del sujeto de la instrumentalización. En tal caso, el concepto de vida se entiende como una categoría integradora y definida dentro de un contexto universal, y los sentidos dependen de dicho entorno donde el sujeto se encuentra, se mueve, y donde se reproduce la vida individual, social, y cultural.
Es una relación de causalidad entre dos acciones de naturaleza distinta: la enseñanza y el aprendizaje
La función natural de la enseñanza es enseñar/formar y su consecuencia es la acción de enseña, lo que involucra uso de metodologías, teorías, estrategías y técnicas; lo que se puede analizar crítica y reflexivamente (repensar la práctica educativa) pues es la acción del profesor.
Mientras que, el aprender tiene una relación ontologica con la enseñanza, ya que es parte de la enseñanza que alguien aprenda pero no en su consecuencia.
Algunos usos del paradigma crítico social como educadores.
*Tiene agudeza perceptiva, hace cuestionamientos permanentes, construye y reconstruye saberes, es de mente abierta, posee una valoración justa, tiene el control emotivo y coraje intelectual.
* Los alumnos son capaces de defender y justificar sus valores intelectuales y personales, ofrecer y criticar argumentos, apreciar el punto de vista de los demás. De esta manera se prepara individuos para que gocen de una vida productiva, responsable y amorosa.
1. Rol del docente
El docente debe propender por generar en sus estudiantes un espíritu de transformadores del mundo y así formar individuos que procuren un mundo mejor para todas las personas.
Cohesionar la acción y el simbolismo de los seres en una comunidad, particularmente en su comunidad académica (vista como escuela, familia y sociedad)