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Juan Emilio Bosch Gaviño (La Vega, 30 de junio de 1909 – Santo Domingo, 1 de noviembre de 2001) fue un cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador, educador y político dominicano. Bosch fue electo presidente de la República Dominicana en 1962, cargo que asumió por un breve período en 1963.
Su efímero gobierno fue derrocado casi siete meses después de asumir la presidencia. No obstante, al día de hoy, se le recuerda como un político honesto y está considerado como uno de los escritores más preclaros de Latinoamérica, en especial en el género del cuento.
Fue un líder de la oposición dominicana en el exilio contra el régimen de Rafael Leónidas Trujillo durante más de 26 años. Además, fue el fundador de dos de los principales partidos políticos dominicanos: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939 y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973.
Tras la caída de la dictadura encabezada por Trujillo el 30 de mayo de 1961, el pueblo dominicano inició un proceso de lucha por la democracia. Se vieron horas inciertas con la familia del tirano que pretendía perpetuarse en el poder, y las fuerzas democráticas que combatían para impedirlo.
Los Trujillos terminan de salir de país el 18 de noviembre de 1961, y a mediados de enero de 1962 es derrocado el Consejo de Estado presidido por Joaquín Balaguer para asumir el gobierno una Junta Cívica Militar presidida por Humberto Bogaert y el general Pedro Ramón Rodríguez Echavarría, quien ocupa la jefatura de las Fuerzas Armadas.
El 20 de diciembre de 1962 se celebran elecciones en la que se enfrentaron el Dr. Viriato Fiallo de la Unión Cívica Nacional y el Profesor Juan Bosch del partido revolucionario dominicano, el cual resultó electo por abrumadora mayoría de votos.
El candidato a la presidencia del PRD en sus discursos de campaña prometió la no persecución a los trujillista, y empleó un lenguaje sencillo y didáctico, estrategia de comunicación que influyeró en la victoria electoral.
También contribuyó a esta victoria su programa de gobierno caracterizado como democrático, plural y justo.
A principios de febrero de 1963, antes de asumir la presidencia, Juan Bosch convocó a los legisladores electos a integrar el congreso constituyente con el objetivo de impulsar un proyecto democrático e institucional para dotar al país de una constitución que respaldara jurídicamente las reformas contenidas en el programa que presentó durante la campaña electoral.
El 27 de febrero Juan Bosch asumió la presidencia de la republica.
A la toma de posición asistieron prominentes políticos latinoamericanos, presidentes de diferentes países, y de manera significativa el vicepresidente de los Estados Unidos, Lindon B. Johnson en representación del presidente John F. Kennedy.
En el discurso de toma de posición Bosch recurrió al léxico sencillo y directo de la campaña, proclamando desde el congreso nacional el nacimiento de una nueva era de libertades y bienestar para los dominicanos.
Sus promesas de campaña comienzan a aplicarse en lo inmediato, pero un clima de dificultades heredadas del consejo de estado, especialmente la crisis económica que los dominicanos soportaban con pesar, obligó al gobierno a tomar medidas urgentes, como fueron la petición a los empresarios del pago por adelantado de los impuestos, la regulación del gasto público y la creación de una oficina de control de precios para evitar las especulación con los productos de primera necesidad.
La disciplina en el gasto público corrigió distorsiones económicas heredadas del gobierno anterior, como fue el desequilibrio en la balanza de pagos. El gobierno adoptó otras medidas entre las que se encontraban:
En marzo de 1963 se anuncia una modificación a la constitución, y en abril la asamblea revisora aprueba una nueva carta magna. En ella se destacan varios puntos de equidad social, como son:
• El derecho a la vida
• Al trabajo
• A la vivienda
• A la educación
• A la salud
Establecer cambios radicales mediante leyes en la estructura social, económica y política del país implicaba grandes retos los cuales fueron asumidos por el PRD.
A esos cambios se resistían los grupos de poder que durante largos años se beneficiaron de la situación prevaleciente. La oligarquía dominicana sufría un retraso secundario que le impedía asimilar y entender los cambios sugeridos por una nueva generación de dominicanos seguros de la posibilidad de que el país entraría definitivamente en la modernidad.
La crisis económica con repercusiones sociales que se heredó por el gobierno presidido por el consejo de estado, y las implicaciones de una reforma constitucional que evidenciaban y hacían un cambio en la vida de los dominicanos generaron contradicciones y conflictos entre las clases, los sectores sociales y los grupos de poder; situación que afectó considerablemente la gobernabilidad y la precaria estabilidad democrática.
Juan Bosch tenía de frente la oposición de los sectores conservadores de la sociedad, los cuales ya antes de las elecciones se habían puesto de acuerdo para apresarlo.
Bajo estas tensiones, y a pesar del gran esfuerzo del gobierno por corregir las distorsiones económicas, la crisis no pudo ser superada.
Esta situación puso de manifiesto con toda claridad los diversos antagonismos que se suscitaban en la sociedad; entre ellos la oposición de los partidos políticos, exigencia que hacían los sectores de poder económico y la desavenencia de la jerarquía católica.
El papel de un sector de la iglesia que apoyaba la conspiración se evidenció en la declaración del 25 de abril de 1963 emitida por la conferencia del episcopado en la cual se formula en crítica a la nueva constitución diciendo que no estaba de acuerdo con los derechos de Dios y de la Iglesia.
En este conflicto social la clase obrera se enfrentó al empresariado y al gobierno por sus reivindicaciones salariales, y en numerosas jornadas de huelgas exigieron sus derechos.
Las huelgas de mayor efecto fueron hechas por los trabajadores de la manisera y los cortadores de caña del Central Romana. La Federación Nacional de Maestros (FENAMA) y la federación Nacional de Empleados Públicos e Instituciones Autónomas (FENEPIA) fueron otras organizaciones que se sumaron a las huelgas debido a las medidas de austeridad que impuso el estado para sanear sus finanzas.
En junio de 1963 los problemas económicos y la agudización de los conflictos sociales, así como el estallido de violentas huelgas dieron paso a los planes conspirativos contra el gobierno. La campaña de los opositores tenía como objetivo derrocarlo.
En el mismo mes de junio surge Acción Dominicana Independiente, cuyo propósito era luchar por la democracia y en contra del comunismo. Utilizó como pretexto principal que Bosch y su gobierno podrían conducir a un régimen comunista.
Ya en julio de 1963 hubo un conato de golpe de estado. Los partidos populares pidieron ayuda a las organizaciones de izquierda, y al pueblo para apoyar al gobierno y enfrentar el golpe.
Denunciaron la injerencia de los norteamericanos, quienes vieron a la campaña anticomunista en contra del gobierno de Bosch, calificándolo de incompetente.
La génesis del definitivo golpe de estado comenzó a fraguarse el 13 de julio de 1963 en la base aérea de San Isidro. El presidente Bosch había sido convocado allí por un grupo de oficiales que estaban preocupado por las actividades de cierto sector político.
El contenido de esa reunión fue explicado por Bosch unos días después durante la locución televisiva. Bosch le dijo a los militares que un gobierno democrático no puede ser democrático para unos sectores y dictatorial para otros; agregó: “si las Fuerzas Armadas persisten en eso, búsquense otro que gobierne, porque yo no estoy dispuesto a encabezar una dictadura total o parcial en la República Dominicana.
La oficialidad reaccionó inmediatamente diciendo que no habían querido decir eso, y que nadie había pensado en eso, porque tampoco ellos querían una dictadura.
Ante ellos Bosch se quejó de que le querían establecer líneas políticas y les dijo que habían dejados de ser militares apolíticos para convertirse en militares políticos; no puede haber democracia con militares políticos, ni militares que deliberen, alegó el presidente.
Ante la posibilidad de un golpe de estado al gobierno constitucional, Juan Bosch creó una comisión para acercar al gobierno y la oposición, pero esta medida fracasó por el desinterés mostrado en los grupos opositores a conciliarse con el gobierno.
En Agosto las manifestaciones de reafirmación Cristiana fueron un recurso utilizados por los conspiradores, en medio de las cuales denunciaban en carácter comunista del gobierno constitucional. Dichas manifestaciones consistía en la reunión pública de los sectores que respaldan la conspiración y gente del pueblo que portaba cruces sobre sus hombros.
Como parte de la trama golpista a principios de septiembre fue desarrollado un programa de huelgas y paros presentados como iniciativa de organizaciones laborales, pero en realidad fueron organizadas por el empresariado. Diversos comunicados de la época recogen la postura deliberante de empresarios en contra del gobierno constitucional, y en el respaldo de los planes conspirativos.
El 24 de septiembre el presidente Bosch se reunió con los altos jefes militares comunicándoles el temor de que algunos oficiales guiados por políticos podrían presentarse al Palacio Nacional para ejecutar un golpe de estado.
Para esa ocasión el presidente ordenó a los militares retirar al coronel Elías Wessin y Wessin, con un cargo diplomático, pues lo consideraba un conspirador.
Los militares, tras largas deliberaciones, optaron por ejecutar su plan conspirativo. En vez de obedecer las órdenes del presidente, en la madrugada del 25 de septiembre el Golpe de Estado fue consumado mediante el apresamiento del presidente constitucional de la república: Profesor Juan Bosch.