Introducing
Your new presentation assistant.
Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.
Trending searches
En un lapso de dos semanas, la aerolínea reina del low cost, Ryanair, ha vaciado el espacio aéreo europeo de 20.000 vuelos para los próximos seis meses. Este hecho insólito ha constituido su mayor crisis hasta el momento y puesto en evidencia que en un mercado tan competitivo, con estructuras de costes tan ajustadas y en época de escasez de tripulaciones cualificadas, cualquier fallo se paga.No obstante, lo que podría haber supuesto el comienzo del fin para casi cualquier aerolínea -sin esos costes ajustados al milímetro-, tocará levemente a la irlandesa pero no la herirá. Su propio consejero delegado, Michael O'Leary, cifró las pérdidas por sus primeros 2.000 vuelos cancelados (los de septiembre y octubre) en 25 millones de euros, «un desastre» pero «razonablemente pequeño» en el contexto de los más de 2.500 vuelos que opera la aerolínea cada día.
Dejando de lado las posibles multas si las autoridades aéreas comprueban vulneraciones de los derechos de los pasajeros -en España la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) podría imponerle dentro un año hasta nueve millones de euros- la eliminación de algunos vuelos para la temporada de invierno podría incluso haberle beneficiado. Y no sólo porque Ryanair haya certificado ya que con las anulaciones de septiembre ha mejorado su puntualidad hasta situarla en el 97%, lo que de por si ya redunda en un recorte de los costes.Algunas fuentes del sector valoran la posibilidad de que, dado que la mayoría de los vuelos cancelados no forma parte de las rutas con mayores tasas de ocupación de Ryanair y teniendo en cuenta que los criterios de rentabilidad en el sector pasan por llenar los aviones para optimizar gastos varios como el del combustible, la maniobra le habría podido granjear un ahorro.
Salvo que el hecho se desmadre y la aboque a una nueva crisis de imagen como la que le ocasionaron temas como ir justo de carburante o el trato poco correcto a los pasajeros -a la que puso fin hace alrededor de tres años su actual director de Marketing-, no le dará a alas a la competencia. Al menos de momento. Su cancelación masiva no supondrá beneficios significativamente reseñables a largo plazo para sus competidores, más allá de la obtención por parte de Norwegian Air Shuttle de los 180/140 pilotos fugados de la irlandesa.De entrada, Willie Walsh, consejero delegado del grupo IAG -British Airways, Iberia, Vueling y Air Lingus- aseguraba el jueves que la capacidad «para adaptarse a los cambios» de Ryanair le podría ayudar a salir incluso «reforzada» de las cancelaciones porque podría optar por reformar su modelo de negocio. Eso «la haría aún más competitiva», reconocía acongojado. Y es que el mercado es tan competitivo que el rey es quien logra la mejor reducción de costes.
En este espacio aéreo aún por convertirse en Cielo Único Europeo, unas aerolíneas nacen y otras desaparecen. Y el mercado de las de bajo coste está en un momento candente, que nadie quiere perderse.En la América de hace 30 años los vuelos a mitad de precio iniciaron lo que hoy conocemos como fenómeno low cost. Entonces sólo era una promoción, un modo de elevar las ventas dándose a conocer entre población poco o nada acostumbrada a volar. Hoy se ha transformado en el principal mercado de la aviación en Europa, y en el mundo. Y en él se libra una lucha sin cuartel por arrogarse cuotas de mercado a casi cualquier precio. Principalmente porque los precios bajos en el sector casi se dan por hecho.
La noticia trata sobre las aerolineas low cost y de sus problemas , especialmente de Ryanair con Norwegian Air Shuttle
es una aerolínea que ofrece una tarifa más económica a cambio de eliminar muchos de los servicios que reciben los pasajeros de aerolíneas tradicionales, o que cobran estos servicios de forma adicional.
Compañías aéreas de bajo coste o low cost
Problemas
Viajes cercanos
Retrasos
Cancelaciones
Precio - económico