recibió el sacramento de la confirmación de Santo Toribio de Mogrovejo. A los 15 años regresó a Lima, y a los 20años se hizo Terciaria del Convento de Santo Domingo. Fue devota de Santa Catalina de Siena, y así como ella mortificaba su cuerpo con castigos y penitencias. En su casa bordaba hermosas prendas para su venta, siempre cantando para Dios, la Virgen María y el Niño Jesús.
Santa Rosa de Lima