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Los estratos sociales o niveles socioeconómicos son clasificaciones permanentes en una sociedad, donde los individuos comparten estilos de vida similares y conductas de compra. Estas clasificaciones no se basan únicamente en el ingreso, sino también en educación, ocupación y entorno social.
Las características de la vivienda son un indicador clave del nivel socioeconómico. Incluyen aspectos como el tipo de construcción, número de habitaciones y la existencia de comodidades como jardines y garages, que reflejan el estatus del hogar.
La interacción social también varía entre estratos económicos. Los grupos de referencia, como amigos y familiares, influyen en las decisiones de compra y estilos de vida. Las actividades recreativas y la participación comunitaria reflejan el nivel socioeconómico y sus valores.
La posesión de bienes durables como electrodomésticos, automóviles y muebles indica el nivel de consumo y el poder adquisitivo de los hogares. Los hogares en estratos más altos tienden a poseer más y de mejor calidad.
La cultura abarca conocimientos, creencias, valores, arte y costumbres que forman parte de la identidad de una sociedad. No es estática; cambia con el tiempo y se adapta a nuevas influencias. La cultura establece normas que guían el comportamiento del individuo en diferentes contextos sociales.
La subcultura se refiere a grupos que, dentro de una cultura más amplia, mantienen hábitos y costumbres propias. Estos subgrupos pueden influir en el comportamiento del consumidor al introducir variaciones en estilos de vida, moda y preferencias de compra, dependiendo de su identidad específica.
La personalidad influye en la forma en que los consumidores perciben y reaccionan ante los productos. Cada individuo tiene características únicas que determinan sus preferencias, estilos de vida y comportamientos de compra.
Las emociones juegan un papel crucial en las decisiones de compra. Factores como la felicidad, la tristeza o la ansiedad pueden afectar la forma en que un consumidor se relaciona con un producto y, en consecuencia, su comportamiento de compra.
Las percepciones afectan cómo los consumidores interpretan información sobre productos. Las experiencias previas y las opiniones de otros influyen en la forma en que los consumidores perciben la calidad y el valor de un producto.
Los motivos son las razones que impulsan a los consumidores a realizar una compra. Estos pueden ser funcionales, como la necesidad de un producto, o emocionales, como el deseo de pertenecer a un grupo social.
El aprendizaje se refiere a cómo los consumidores adquieren información y experiencias sobre productos. A través de la experiencia y la información, los consumidores desarrollan preferencias y expectativas sobre sus compras futuras.
Los ingresos de este estrato oscilan entre 6 y 20 salarios mínimos. Las familias suelen comprar en tiendas de autoservicio y son sensibles a las promociones y la publicidad, mostrando lealtad hacia marcas nacionales que ofrecen buenos precios.
Las familias en este nivel poseen ingresos superiores a 100 veces el salario mínimo mensual. Se caracterizan por viviendas de lujo, automóviles de marcas europeas y un estilo de vida que no se ve influenciado por la publicidad local, buscando exclusividad y artículos de alta gama.
Con ingresos de tres a seis veces el salario mínimo, este estrato vive en casas modestas. Las decisiones de compra están influenciadas por la publicidad, aunque priorizan productos económicos y funcionales, viajando a mercados locales para artículos de uso diario.
Los miembros de este sector, con ingresos inferiores a un salario mínimo, viven en condiciones precarias. Realizan compras diarias en tiendas de esquina y dependen de programas gubernamentales que ofrecen apoyo para necesidades básicas.
Con ingresos de 50 a 100 veces el salario mínimo, este nivel presenta viviendas de lujo en zonas residenciales. La familia suele tener tres automóviles de último modelo, y realiza sus compras en tiendas especializadas, buscando calidad e innovación en productos.
Este nivel, con ingresos de uno a tres salarios mínimos, enfrenta limitaciones económicas severas. Las familias hacen compras diarias en tiendas locales y valoran la durabilidad sobre la marca, comprando en abonos cuando es posible.
Este grupo tiene ingresos entre 20 y 50 veces el salario mínimo y vive en casas o departamentos de lujo. Los membresías a clubes deportivos son comunes, y la atención a la publicidad influye en sus decisiones de compra.