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Fátima Mendoza
En la historia aparecen cuatro personajes con diferentes mentalidades y personalidades: Fisgón y Escurridizo, los ratones, y Hem y Haw, los liliputienses. Después de mucho esfuerzo, tres de ellos consiguen su objetivo, aunque el final del cuarto personaje no es conocido. Cada personaje tiene diferentes virtudes y habilidades, pero yo escogería a Haw,
Vemos que Haw aprende a adaptarse aunque le cuesta un poco más: al comienzo, al ver que no tenía queso, su propio miedo le impedía pensar; pero aprende a aceptar el cambio a tiempo, y en parte, se da cuenta de la situación cuando empieza a debilitarse, a estresarse y cansarse. Cuando Haw analiza lo que está ocurriendo simplemente se rie, y piensa que hasta podría ser rídiculo lo que estaban haciendo Hem y él.
Es evidente que Haw vacila al principio, y le tiene miedo al cambio, pero aún así yo lo escogería por tres motivos:
Haw es listo, incluso más que los ratones, pero el miedo le bloquea. Me identifico con este personaje ya que para avanzar y mejorar, él mismo tiene que tropezar para darse cuenta de la situación.
Con esto quiero decir, que en parte, el hecho de sufrir por quedarse sin queso fue lo que después ayudó a Haw a poder disfrutar del queso Nuevo.
Estoy segura de que Haw ha aprendido y jamás le volverá a ocurrirle esto. Por eso me identifico con él, porque prefiero equivocarme una vez, pero aprender y mejorar, que tropezarme dos veces con la misma piedra.
Haw no solo analiza la situación tras varias semanas sin queso, sino que se ríe de esta; nos demuestra que este personaje tiene un carácter optimista, lo cual le ayuda a seguir adelante sin rendirse y a comprender la ridiculez de sus errores. Además, riéndose de lo que estaban haciendo, que era en vano, hace que el trayecto hacia el queso Nuevo sea menos difícil y más llevadero. Me ha enseñado a que no debo de tomarme las cosas tan en serias, y que Haw realmente cambió cuando pudo reírse de todo, así que, no solo el rechazo al miedo le ayudó, sino el echo de reirse de sí mismo ante algo que estás haciendo mal.
Trucos que le ayudan
Me pareció bastante astuta la idea de escribir en la pared del laberinto frases motivadoras. A veces, no nos damos cuenta de algo hasta que no lo tenemos delante. Por eso Haw escribe esas frases, porque, a pesar de que empieza a entender qué es lo que debe hacer, verlo en físico y escrito por él ayuda a darse cuenta de que es real eso que está haciendo y verdaderamente le va a ayudar.
Con esa idea en mente, Haw también escribe esas frases para guiar a su compañero Hem: esto nos enseña el valor del equipo, aunque estén separados, se ayudan.
Escogería a este personaje por todas esas cualidades que lo hacen más especial que incluso aquellos que llegaron a la meta antes.
La historia, escrita por Spencer Johnson, M.D., comienza en Chicago, donde unos antiguos compañeros quedaron para almorzar, y allí escucharon el breve y divertido relato que quería contar Michael.
El cuento se sitúa en el laberinto de un país muy lejano. Trata de cuatro diminutos seres que viven a base del queso, pero no solo se alimentan de él, sino que dependen de él. Todo el cuento es una gran metáfora, e incluso la palabra <Queso> va en mayúscula porque representa cualquier cosa que queramos alcanzar, como la felicidad, el dinero, el trabajo, el amor... Era tan importante el queso para ellos que se adentraban todos los días en el enorme laberinto en busca de nuevos depósitos con quesos especiales: los cuatro personajes se ataban sus zapatos y corrían sin descansar, hasta que finalmente encontraron el depósito Q al final del pasadizo.
Los cuatro personajes eran distintos: Hem se resiste al cambio y por muchas veces que insista su amigo Haw, le da miedo lo nuevo. También está su fiel compañero Haw, quien vacila a la hora de adaptarse al cambio, aunque al final se supera a sí mismo y lo consigue. Por otro lado están los ratones, Escurridizo, que se lanza a cualquier cambio sin ni siquiera pensarlo, y Fisgón, que utilizaba el olfato para husmear de donde venía el olor a queso.
Una vez encontrado su depósito con abundante queso, todos los días se alimentaban, disfrutaban y reían. Sin embargo, un día se acabó la comida. No había nada de queso. Los ratones no se lo pensaron dos veces y se pusieron sus zapatillas para salir a explorar más depósitos ocultos en el laberinto, mientras que los liliputienses se bloquearon, todo les había cogido por sorpresa y no sabían qué es lo que había ocurrido.
Fisgón y Escurridizo son unos fieles trabajadores que se adaptan al cambio olvidando el miedo y la inseguridad. Pero Haw tardó un poco más en salir de su zona de confort y adentrarse en el laberinto en busca de queso Nuevo. Quien se niega a aceptar lo que estaba ocurriendo era Hem, que adopta una actitud tan negativa que su propia resistencia hace que sus miedos y dudas le atrapen.
Fisgón y Escurridizo, como era de esperar, encontraron otro depósito con queso, habían trabajado duro y todos los días inspeccionaban su depósito para saber las condiciones en las que se encontraba su reserva, además de que siempre tenían todo en marcha por si había que salir de ese depósito en busca de cosas nuevas, cosa que ocurrió. Haw marchó más tarde ya que siempre dudaba por el miedo que tenía. Cuando por fin se decidió, habiéndose reído de si mismo, salió a correr hacia el laberinto.
Durante su trayecto, Haw nos enseña que debemos imponernos ante el miedo; que si no cambiamos, caeremos; que debemos inspeccionar lo que tenemos todos los días, para así saber con antelación cuando va a cambiar; debemos tener nuestras metas en la cabeza para así poder conseguirlas, es decir, hay que tener claro qué es lo que queremos; hay que estar preparados al cambio ya que ocurre con frecuencia.
Finalmente, Haw y los ratones encuentran su depósito N lleno de queso y lo disfrutan como siempre, pero con una diferente perspectiva. Spencer Johnson concluye con un debate entre los compañeros opinando sobre lo que les ha aportado la historia, y todos coinciden con que representa algún momento de sus vidas.
Los cambios son necesarios, sobretodo viviendo en un mundo que está en constante movimiento.
La vida siempre nos está impulsando hacia diferentes y nuevos desafíos que logran obtener nuevos resultados.
El cambio nos hace vivir nuevas experiencias y hace que veamos la vida desde otra perspectiva. Es decir, si no cambiamos, no mejoraremos a nivel personal o profesional. Se dice que cada día se aprende algo nuevo, por lo que cambiamos nuestra forma de pensar y de actuar según la experiencia de cada individuo. Si no estuviésemos en constante cambio, el mundo no sería como lo es hoy, de echo, no existiría ni la mitad de las cosas que tenemos actualmente. El cambio ha permitido innovar y mejorar el mundo desde hace muchísimos siglos.
Una de las características más productiva del ser humano es que cambiamos: buscamos soluciones y nuevas alternativas, cambiando las antiguas por unas mejores.
Los cambios son buenos siempre que aporten algo: el cambio es positivo si nuestra intención es cambiar a mejor, superarnos y crecer como persona, por el contrario, hay cambios que nos alejan del crecimiento personal, los cuales debemos evitar.
El cambio sí es necesario, no debemos resistirnos, pero debemos saber hacia dónde nos dirigimos con él y cual será nuestro beneficio.
En primer lugar, le diría que nunca se rinda. Habrá momentos más o menos buenos, pero todo depende de su actitud para seguir adelante.
La actitud de la que hablo debe ser optimista, sin miedo y con visión del futuro. Todos tenemos que tomar decisiones que afectarán nuestro futuro, de echo, todo lo que hacemos dará lugar a un cambio más o menos inmediato, por lo que siempre debemos estar preparados, como Fisgón y Escurridizo.
Para estar preparado yo le aconsejo a mi amigo que jamás baje la guardia, que un pequeño cambio puede suponer un enorme cambio en un futuro, y es mejor controlarlo desde el principio a que se le acumule todo, porque es más difícil aún si ni siquiera conoce de qué trata ese cambio.
También tiene que tener en cuenta que no todo va a salir como él quiera, por lo que debe estar seguro en todo momento y no tener miedo de lo que se avecina, y nunca debe acomodarse. Durante su trayecto profesional o educativo aprenderá muchas cosas las cuales harán que él mismo cambie: el cambio es un proceso lento pero cuando realmente estalla, es imparable.
La última cosa que le diría es que solo trabajando duro conseguirá lo que quiere, y que realmente tiene que proponérselo o sino no llegará a ningún lado. Lo más importante es que jamás debe darle la espalda a la actitud y estrategia que le han ayudado en el pasado a conseguir cosas que valora en la vida.
Después de haber leído el libro, me he dado cuenta que hasta las cosas más insignificantes cambian y es necesario observar todo lo que ocurre a nuestro para poder adaptarnos y mejorar a tiempo, ante de que nos pille desprevenidos. Que hay veces que el cambio es tan pequeño que en ese momento no nos percatamos de él hasta que pasa el tiempo y nos sorprende, por lo que es mejor estar atentos y preparados para cualquier detalle que nos ocurre.
Me he dado cuenta que debería valorar más las cosas; pienso que uno no valora las cosas hasta que las pierde. Y que no debemos depender de algo material, porque al final acabamos siendo esclavos de eso.
Pienso que todavía me queda un largo camino que llevan consigo muchos cambios, a veces buenos o malos, pero lo más importante es que por mucho que se cambie, no puedo abandonar mi esencia y mis ideas, sino, no sería realmente yo. Tengo que respetar las opiniones de los demás, como hizo Haw con Hem.
Otra cosa que he aprendido es que en lugar de centrarme en lo que he perdido de esa situación, tengo que intentar pensar en mi situación potencial y en todo lo que puedo ganar si la materializo. Muchas veces esperamos a que las cosas lleguen a nosotros, pero no nos damos cuenta que somos nostros quienes debemos salir a buscarlas.
De ahora en adelante voy a poner más esfuerzo en las cosas, incluso las más pequeñas, porque si trabajo duro ahora, podré obtener mi recompensa después. El cambio es bueno si es positivo, y en este caso, hay que sacarle el máximo beneficio.
Además, lo mejor que uno puede hacer con sus errores es, primero, aprender de ellos, y luego reírte de ti mismo; la actitud optimista siempre va a ser mejor, si no hay ganas de hacer algo nunca lo vas a conseguir.
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HEM Y HAW:
Para estos dos personajes, el queso es lo más importante en su vida, tanto que hasta el autor lo nombra en mayúscula. Ellos creían que dependían del queso.
Con el Queso, se sienten felices, pues no conocían algo mejor. También se sentían seguros con el Queso: a medida que iba pasando el tiempo se iban acomodando en su depósito que ya lo conocían a la perfección, hasta construyeron su casa al lado del depósito Q. Cuando tienen Queso, piensan haber alcanzado el éxito, por lo que no se esfuerzan en mejorar.
A pesar de que lo único que hace el Queso es alimentarlos, ellos lo adoran tanto que piensan que es un regalo que se merecen por el tiempo que estuvieron buscándolo. Este fue el error más grave que cometieron: su propia arrogancia les hizo creer que se lo merecían, y que sería injusto quedarse sin él, como bien dice Hew el día que encontraron el depósito Q vacío:" ¡No hay derecho!".
Es curioso que cuando hablan del Queso, dicen mi Queso, dando a entender que es posesión suya. Esto es una muestra de egoísmo, que se suma a las razones por las que perdieron su Queso: al pensar en ellos solos, le bastaban con satisfacerse a ellos mismos, y no prestaban atención a lo que ocurría alrededor, a pesar de que su Queso fuera esencial en sus vidas.
Para ellos dos, el queso no era más que un recurso de supervivencia. Aunque fueran menos inteligentes que los otros dos compañeros, lo valoraban más, esto implicaba olfatearlo todos los días en busca de algún cambio, y luego, después del trabajo, lo disfrutaban.
Los ratones buscaban un queso simple, que cubriera sus necesidades. Sabían cuales eran, y qué tipo de queso necesitaban: tenían claro lo que querían.
El queso simboliza muchos aspectos de la vida real, pero siempre es algo que quiero alcanzar o mejorar.
Son las pequeñas cosas en mi vida que me producen felicidad: como mi familia, amigos, amor...Estas cosas hay que cuidarlas porque sino con el tiempo van; hay que observarlas para darse cuenta de si alguien está mal, para ayudarle; hay que disfrutarlas porque para eso están, para pasárnoslo bien y ser felices.
También simboliza el trabajo y el colegio. Todos los días vamos y aprendemos algo nuevo, este aspecto nos llena de sabiduría y cultura, y nos prepara para el futuro. Además , el mismo echo de tener que levantarnos e ir todos los días nos ayuda a ser mejor personas porque creamos unos hábitos que conllevan con ellos el esfuerzo diario. Que cosa tan insignificante, pero a la vez importante, ¿Verdad?En el trabajo y en el colegio nos ponemos a prueba ya que estamos en constante cambio, al que nos debemos adaptar, de lo contrario, no obtendremos buenos resultados.
Para mí, el queso es libertad: no seríamos nada sin ella, pero hay que respetarla, sino todo sería caos. Durante muchos siglos, nos ha estado dando lecciones, con etapas de más o menos sufrimiento, pero son esas etapas las que han construido sociedad en la que vivimos hoy.
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Estoy completamente de acuerdo con esta expresión porque realmente es así. Significa que cuando yo cambio de actitud frente a los problemas que presenta la vida, lograré cosas nuevas y positivas.
También explica que todo depende de nuestra forma de pensar. Cada uno tienen su propia mentalidad, y cada uno actúa entorno a ella, incluso a veces lo hacemos sin pensarlo. Al cambiar uno mismo, todo cambia.
Aprendes con el tiempo, y te das cuenta de que si hay una situación que no puedes cambiar, eres tú el que debes hacer el cambio.
Haw nos lo enseña en libro cuando escribe: <si no cambias, te puedes extinguir>.
Valores:
Antivalores:
Esta escena me ha gustado mucho, sobretodo cuando antes de comer, Haw se ata los zapatillas, demostrando al lector que realmente ha aprendido la lección. Además, que hace sentirme orgullosa de Haw al haber vivido junto a él su experiencia en el laberinto y ver que ha tenido éxito.