“Una conducta honesta”
Érase una vez un niño muy pobre que vivía con sus padres en una zona
en las afueras de la ciudad. Juanito, que así se llamaba el niño, se iba
todas las mañanas bien temprano al mercado de la ciudad, a tratar de
buscar algo que hacer para que los comerciantes lo ayudaran con algunas
cosas que le regalaban: frutas, hortalizas, verduras, con las cuales él
contribuía a la economía hogareña, a pesar de que como era un niño era
bien poco lo que podía conseguir.
Un día estando sentado frente a una tienda de frutas vió a una anciana
comprando algunas cosas, que echaba en una bolsa grande. Juanito se
acercó a ella para tratar de ayudarla, pero la anciana, al verlo tan
desarrapado, lo echó de su lado, porque temía que el niño le fuera a coger
algunas frutas. Juanito no le hizo mucho caso, pensando que quizás la
viejecita había tenido anteriormente algún tipo de experiencias
desagradable, y se puso a mirar otras cosas
SIGUE......