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Transcript

Registros de observación

Llamamos al lugar para conocer los horarios en los que se encontraba el rector, para poder conversar directamente con él. Al saber que estaba los martes de mañana. El espacio es silencioso y no hay alumnos en el patio, por lo que se asume que estaban en clase. El recibimiento lo hizo un preceptor, conocido por Ludmila, al que le consultó por el rector; el preceptor dijo que estaba disponible en unos 15 minutos por lo que Ludmila se dispuso a esperar en una silla en la sala de preceptoría (se encuentra a la derecha, en la entrada). Pasados los 15 minutos, Ludmila se acercó para hablar con el rector, con la nota y el proyecto en mano. El rector reconoció a Ludmila, preguntando sobre su estado académico actual y demás; aceptó desde un primer momento y, después de explicarle nuestro propósito, no dudó en brindarnos su espacio para los encuentros. El rector nos ofreció comenzar al día siguiente pero negamos la oferta por temas de organización grupal. Al día siguiente, después de acordar con el grupo, llamamos para coordinar el primer encuentro, que sería el día 07/09 a las 8:30.

Coordinación con la institución

Primer Acercamiento

Presentación

Observaciones

Tanto la noche anterior al encuentro, como ese mismo día, nos encontrábamos un poco ansiosas y con nervios. No sabíamos cómo nos iban a recibir los chicos, por lo que teníamos cierto grado de inseguridad.

El día martes 07/09 nos acercamos a la escuela a las 8:30 hs.

Al llegar ingresamos por la puerta principal por nuestra cuenta, y buscamos alguna autoridad en la preceptoría ya que Ludmi, una de nuestras compañeras, había coordinado con uno de ellos. Al entrar vimos que estaba muy iluminado, un patio al aire libre, rampas y escaleras. Algo que nos llamó la atención son los diversos carteles que hay en todas las paredes de la institución acerca de ESI, violencia y diversidad de género, bullying, etc.

Ni bien ingresamos, era el recreo, por lo que nos sentamos a observar y esperar la hora. Vimos que tenían un uniforme, el cual constaba de un pantalón negro y una campera verde, tanto mujeres como varones, pero notamos que algunos de los alumnos estaban con otra vestimenta.

Escuchamos que los chicos ponían música, de género Reguetón, pop, y trap (música actual).

Comentarios

Tiempo cronológico: tienen horarios definidos para cada actividad.

Tiempo cronológico y espacio euclidiano: horario de clase y lugar en donde se desarrolla la misma.

Categorías

Espacio euclidiano: descripción de la escuela.

Cuando ingresamos a la escuela nos pareció muy linda, al tener espacios al aire libre y árboles dentro de la institución. Notamos que es una escuela que busca fomentar la libertad de expresión de los alumnos, o eso leíamos en los carteles, aceptando las diferencias que puedan existir pero que a pesar de ello se pueden mantener espacios en común.

Escuchamos que los chicos ponían música, de género Reguetón, pop, y trap (música actual).

Nos dio alegría que nos saludara gente ajena, como fue el alumno y los profesores, porque nos hizo sentir bien recibidas.

Al estar sentadas un alumno que ingresaba nos saludó, y luego dos profesores hicieron lo mismo. Notamos que el recreo no generaba demasiado disturbio, sino más bien se ponían a dialogar entre ellos.

Una vez que tocó el timbre fuimos al aula que nos indicaron, correspondiente a un 5to año, dónde antes de entrar hablamos con la profesora correspondiente a la clase, explicamos quiénes éramos, a qué íbamos, y como desarrollaremos ese encuentro. Ella nos aclaró que era suplente, y era su segunda clase con los chicos, por lo cual también estaba recién conociéndolos.

Nos permitió entrar y los chicos nos recibieron en silencio y observando. Nos paramos frente a ellos y comenzamos a presentarnos, les comentamos nuestros nombres, que estudiábamos, cómo íbamos a ir desarrollando los encuentros y pedimos que se presenten ellos a través de sus nombres, música que escuchan y red social favorita escribiéndolo en un papel de color que entregamos, a lo que todos participaron y lo hicieron de manera ordenada y respetuosa.

Espacio euclidiano: cada alumno tenía designado un lugar en específico.

Modelo de comunicación: distractor. El alumno se encontraba casi desparramado sobre el banco, restando relevancia a la profesora.

Al ingresar al aula nos pareció que era un grupo tranquilo. Los chicos se mostraron interesados y participativos, un poco tímidos en su mayoría, pero creemos que, por ser el primer encuentro, y a medida que llevemos actividades se van a poder desempeñar de manera más suelta. En general nos sentimos cómodas, de a poco fueron desapareciendo los nervios, y al observar notamos que las chicas son un poco más extrovertidas que los varones. Al finalizar quedamos contentas por cómo se dio el encuentro, por cómo nos recibieron y cómo nos desempeñamos nosotras. Creemos que fue positivo, sin dificultades.

Mientras se desarrollaba la actividad observamos que eran 21 chicos, ubicados en tres filas, sentados de a dos. De un lado se ubicaban los varones, el medio era mixto y el otro extremo eran solo mujeres exceptuando un varón sentado solo en el frente.

Algunos de ellos se mostraban más extrovertidos que otros, y entre respuestas largaba alguna que otra risa. La mayoría de las respuestas eran rock como música, y usaban más que nada el Instagram. Un chico respondió música clásica. Una vez finalizada la actividad juntamos los papeles y los guardamos para nosotras. Terminado esto, nos sentamos al final del aula a observar la clase de Ética. En esta clase la profe comenzó diciendo que debían hacer un trabajo práctico y que dictaría las consignas.

Al comenzar el dictado todos los alumnos copiaron la consigna menos un alumno sentado al final de la fila del medio. Este chico observamos que tenía la capucha puesta durante toda la clase, la profe tuvo que llamar su atención para que copie, a lo que él no hizo caso, y siguió utilizando su celular.

Destacamos que este compañero no estaba prestando atención a la clase, a pesar del llamado de atención de la profesora y notamos que podría ser un emergente para ver en los próximos encuentros, ya que creemos que quizás esta actitud del chico era porque nosotras estábamos atrás de él sentadas, era el primer módulo de clase, pero nos generó incertidumbre saber si participará en las actividades que nosotras vamos a proponer.

La mayoría de los alumnos estaban utilizando su celular libremente delante de la docente.

El resto de los alumnos al terminar de copiar se pusieron a charlar entre ellos, si bien no hicieron la actividad, no notamos disturbios. Vimos que la profe al preguntar cosas, acerca de una película que tenían que ver sobre la cual harían el trabajo, ellos responden sin problema. En ningún momento la docente tuvo que pedir silencio, ya que en general mantenían un ambiente calmo. Vimos que un chico, sentado al frente, se levantó a hacer preguntas a la profe sobre la actividad, y fue el único que se puso a realizar el trabajo. Un grupo de chicas sentadas al fondo charlaban sobre matemáticas, chicos y temas ajenos a la materia. Luego la profesora comenzó a dar ciertas consignas acerca de una feria anual que se realiza todos los años en la institución en el mes de noviembre. Ellos le explicaron a la docente, ya que era suplente, sobre qué trataba esta feria y buscaron opciones para desarrollar las actividades y mostrarlas frente al resto de los cursos.

Nos despedimos y les comentamos a los chicos que volveríamos la próxima semana.

1° Encuentro

Observaciones

Comentarios

16/09: llegamos en el horario acordado el día anterior, es decir, 10 am. En ese momento, los alumnos se encontraban en recreo, escuchando música. Nos acercamos a la preceptoría, donde se encuentran las autoridades, para informarle nuestra llegada al preceptor encargado del curso. Nos recibió con una sonrisa, preguntándonos si conocíamos la ubicación del aula; a lo que respondimos de forma afirmativa.

Antes de entrar a la institución, Abril sintió necesario dejar en claro qué iba a hacer cada una de nosotras en la actividad, para que no haya confusiones. Y le propuso a Candela que se encargará de repartir los materiales de la actividad, mientras las coordinadoras lo explicaban.

Sentimos que al llegar el preceptor nos recibió de manera muy amable, como ya esperando nuestra llegada. Estábamos algo nerviosas, si bien ya habíamos ido a un encuentro anterior, era la primera vez que llevábamos una actividad más dinámica.

Categorías

Espacio euclidiano: posicionándonos a un lado del pizarrón, mientras ellos están sentados mirando al frente. Tiempo cronológico: fin del recreo, comienzo de clases.

Al llegar frente al aula y escuchar que el profesor nos estaba presentando nos hizo sentir cómodas y bien recibidas. Cuando ingresamos, los chicos nos escuchaban atentos, y sentimos que tenían ganas e intriga por lo que íbamos a llevar.

Una vez finalizado el recreo, nos acercamos al aula y el profesor a cargo estaba presentándonos ante los alumnos.

Entramos y nos recibieron respetuosamente. Primeramente, consultamos si había algún alumno presente que no asistió al encuentro pasado, encontrándonos con que solo uno de ellos faltó la vez anterior.

Al explicarles que íbamos a cambiarlos de lugar para realizar la actividad, algunos expresaron disgusto con comentarios como “Fo, nah, yo no me voy a cambiar” y el lenguaje no verbal acompañando su disconformidad con la propuesta. Aun así, respetaron los cambios que hicimos.

Resistencia al cambio, la cual fue resuelta democráticamente. Miedos y ansiedades frente a la idea de moverse de lugar.

Sentimos que, al cambiarlos de lugar, les costaba separarse de sus amigos. Fue un momento de cierto desorden. Parecía que no estaban acostumbrados a eso.

Notamos que mientras repartimos los papeles, estaban más desenvueltos que el encuentro anterior, hablaban más entre ellos. Al ver los papeles, sus caras de sorpresa nos indicaron que les gustó la idea.

Cambiamos de lugar a los chicos, respetando sus grupos de pertenencia. Una vez ubicados, repartimos papeles con sus nombres para identificarlos, cada uno los colocó encima de su banco.

Procedimos a explicar la actividad planeada que fue dirigida por Abril y Ludmila, teniendo como observadora a Candela. Dicha actividad estaba basada en la red social Instagram, ya que fue uno de los emergentes en el primer encuentro, donde consultamos qué red social utilizaban más.

Espacio euclidiano: a pesar del cambio de lugar, mantienen las estructuras según por cuanto tiempo llevan como compañeros.

Comprendieron la actividad fácilmente, las dudas fueron sobre el significado de algunos modismos de la red social. Nos sorprendió que no supieran estas palabras.

Mutua representación interna: la actividad fue de a dos, entre compañeros que se conocían previamente.

Cada estudiante debía realizar un perfil de Instagram ficticio sobre su compañero de banco, para luego verificar que las respuestas coincidieran con sus gustos o preferencias. En su mayoría, coincidieron; pero hubo dos casos en los que ciertos aspectos de su compañero eran desconocidos.

Al finalizar la actividad, comenzamos con la reflexión, en la cual realizamos una serie de preguntas, dando lugar a que respondan libremente para así poder dar cuenta de quienes participaban más.

Notamos más participativos a los alumnos de la fila izquierda, en su mayoría, mujeres. La fila de la derecha, compuesta por solo varones, participaban, pero solo cuando dirigíamos la pregunta a ese sector. La fila del medio, participaba de a momentos.

Sentimos que se conocían entre ellos, no hubo mucho conflicto al tener que hablar sobre los gustos del otro.

Notamos que el chico que se sienta adelante en la fila del medio, participó activamente durante la actividad, explayándose en sus respuestas. Mientras que, uno de los alumnos del fondo, de la fila derecha participó en la parte escrita pero no en la reflexión; casi al final del encuentro, se recostó sobre el banco, casi dormido.

En el primer cierre, al preguntarles cómo se sintieron hablando de esta temática, una de las estudiantes expresó que les gustó porque era algo actual y distinto a lo que hacían todos los días, que normalmente no se ponían a pensar en el uso que le dan a las redes sociales y que nuestra actividad no estaba basado en libros.

A su vez, otra estudiante dijo que le pareció “fácil” y “plana”. Uno de los comentarios fue que les gustaría que hagamos actividades fuera del aula e incluyendo el ámbito corporal. Nos preguntaron por qué no habíamos asistido todas, a lo que respondimos “por cuestiones de organización”; tras esto, nos respondieron que les parecía “un grupo vacío”. Respondimos que nos sentíamos un tanto invasivas al acercarnos las seis, obteniendo como respuesta un encogimiento de hombros por parte de la misma alumna que nos hizo el comentario.

Notamos una diferencia entre su generación y la nuestra, sentimos que no le dan tanto uso a las redes sociales como esperábamos o suponíamos.

Sentimos cierta gratificación ante los comentarios positivos sobre la actividad. Nos dio tranquilidad saber que les gustó.

Estuvimos en una posición UP al salirnos bien la actividad.

Las tres sentimos cierta incomodidad ante los comentarios sobre nuestro grupo. De todas formas, fue reconfortante que hayan reconocido que faltaban tres de nuestras compañeras.

Notamos que mientras repartimos los papeles, estaban más desenvueltos que el encuentro anterior, hablaban más entre ellos. Al ver los papeles, sus caras de sorpresa nos indicaron que les gustó la idea.

Modelo de comunicación: acusador. Buscando faltas o fallas en las actividades.

Finalizado el segundo cierre, nos pusimos a conversar con ellos y les preguntamos hace cuánto tiempo cursaban juntos. Una de las estudiantes de la fila izquierda nos responde que hace como cinco años van juntos todos los de la fila izquierda. Por otro lado, una de las chicas de la fila del medio, nos comenta que hace un año se integró y que no tuvo dificultades, expresando que se sintió cómoda; a este relato se le sumaron tres alumnos más de la misma fila, comentando que vivenciaron una experiencia similar.

Epistemología restrictiva, pobre y segmentada. Están dentro del polo disociativo restrictivo en cuanto al orden. El cual los limita, porque los estructura de tal forma que no se logra una integración entre los alumnos con más trayectoria en el curso y los nuevos.

Observamos que en la fila del medio se encuentran todos los nuevos integrantes del curso, mientras que en las otras dos se conocen hace mayor cantidad de tiempo.

Durante todo el encuentro, el profesor se mantuvo parado a un costado de nosotras, en silencio y observando, pero sin participar.

Gracias a que el profesor nos dio su espacio, sentimos comodidad y respeto de su parte al no intervenir en la actividad. Llegó un punto en el que sentimos que no estaba presente.

Espacio topológico: sentimos el espacio como nuestro, capaz de moldearlo a nuestro gusto.

2° Encuentro

Observaciones

Al llegar estábamos un poco nerviosas, ya que llevábamos un juego distinto a los anteriores.

Ingresamos y nos recibieron cordialmente, nos miraban. Nos sentamos en un banco a esperar y pasados 10 minutos terminó el recreo y nos dirigimos al aula en la que el profesor nos estaba esperando. Al entrar saludamos a la clase y les propusimos que se cambien de lugar en semicírculo como requisito para el juego, por lo cual no mostraron resistencia alguna.

Comentarios

23/09: Llegamos a las 9:45 al establecimiento y esperamos hasta las 10 en la puerta hora en que tocaba el timbre.

Mientras tanto aclaramos algunas cuestiones sobre el juego. Para este encuentro Camila Y Trinidad coordinaron la actividad, y Ludmila, Naiara y Candela observaron.

Trinidad les explica que Camila va a pasar a repartir papelitos con diferentes colores, mientras los repartía ellos miraban el color que les tocó a su compañero de al lado.

Tiempo cronológico: horarios de inicio y fin de los recreos.

Comprendieron fácil la consigna y suponemos que muchos ya la conocían porque sentían con la cabeza.

Espacio euclidiano: a pesar de haber sido ubicados en grupos al azar, mantienen las estructuras intrínsecas de la institución.

En esta situación ubicamos un espacio topológico, plástico, adaptable a la situación.

Categorías

Notamos que los chicos ya esperaban que vayamos, nos dio la sensación de que estaban esperándonos. Al comienzo se nos presentan dudas acerca de cómo organizar mejor el aula lo que nos hizo generar cierta ansiedad, pero no entramos a desesperarnos, sino que logramos organizarnos mejor. Ahí empezamos a sentirnos más cómodas, más organizadas y comenzamos con el juego.

Al dividirlos por colores no mostraron resistencias, sino que parecían entusiasmados por ver con quién les tocaba, y hacían gestos de felicidad si les tocaba con algún amigo.

Una vez repartidos Trini les comenta en qué consistía dicha actividad, en la que debían agruparse en grupos según el color que les había tocado.

Luego se levantaron para poder ubicarse según el color quedando cuatro grupos de cinco integrantes elegidos al azar. Notamos cierto desgano a la hora de levantarse y ubicarse en otro lugar.

Trini explicó la actividad que consiste en adivinar una palabra sin mencionar las palabras prohibidas. Al principio, Trini preguntó quién quería empezar a jugar y pasar al frente, por lo que no hubo respuestas, entonces comenzó un grupo de chicas, en este grupo pasó una sola alumna a tratar de que su grupo adivine la palabra, aún no se comprenden detalladamente las reglas. Mientras los alumnos participaban, Cami tomaba el tiempo y Nai chequeaba que no se nombren las palabras tabúes. Para el segundo grupo Trini indicó que sí o sí tenían que cambiar de persona mientras iban adivinando, por esto hubo quejas diciendo que les quitaba tiempo, ya que los que irían después tendrán menos tiempo. Trini propuso seguir jugando y todos dijeron que sí, entonces comenzó otra ronda, en esta la regla era sí o sí que pase al frente el que adivine la palabra.

Al desarrollar la tercera ronda, Cande se suma a un grupo porque quería jugar, ellos no presentaron problemas y fueron buena onda.

Durante todo el juego notamos que algunos grupos estaban más entusiasmados y un grupo en particular más tranquilo.

En los grupos más entusiasmados se notó un clima autoritario (había una líder, marcando e indicando qué hacer), mientras que en los más calmos un clima Laisezz-faire.

Igualmente, cuando nos estábamos despidiendo y por entrar en la parte de reflexión ella les gritó a sus compañeros: ‘’Cállense que están hablando acá adelante’’, a lo que los demás obedecieron y el profesor tampoco emitió opinión.

Durante el desarrollo del juego, al principio sentimos que no se habían interesado mucho, o que estaban un poco confusos. Pero nos pidieron hacer otra ronda, por lo que nos hizo sentir contentas de que les había gustado. La mayoría del tiempo respetaban entre ellos el silencio cuando pasaban los grupos, lo que seguro les intrigaba ver si el equipo que estaba jugando adivinaba muchas o pocas palabras.

Se mostraron en general divertidos, muchas veces generaban mucha risa las palabras o gestos que usaban para expresarse. Lo que generó un clima cómodo y ellos se mostraron con más confianza hacia nosotras.

Modelo de comunicación: acusador. Haciendo preguntas del tipo ¿Por qué no hicieron esto así?

Cuando se reunieron con su equipo, ubicaron las sillas de una manera que mostraba la división tajante entre color y color. Lo que creímos que ellos asumieron cierta distancia unos de otros.

El chico que en el primer encuentro usaba mucho el celular y no mostraba interés, en el juego estuvo muy participativo, ya que se reía.

En la última ronda se repitieron dos o tres palabras, a lo que la chica que en el encuentro anterior opinó que ‘’éramos un grupo vacío’’; en este momento dijo ‘’si no hicieron las suficientes tarjetas, hubiesen avisado’’.

Nosotras nos sentimos atacadas, y hasta nos dio un poco de impotencia porque habíamos pasado la tarde haciendo el juego para ellos. Ese comentario nos hizo sentir un poco mal, sentimos que fue innecesario.

Lo sentimos como una ayuda a la causa.

Al finalizar, preguntaban quién había ganado sin que nosotras les dijéramos que estaban compitiendo al ver que nosotras estábamos en el pizarrón las palabras que acertaron. Les dijimos que no era una competencia, y les dimos un presente a todos por el tiempo y por participar de nuestra actividad.

Al dividirlos en grupos, nunca dijimos que iba a ser competencia, porque no lo era. Pero queríamos ver cómo se desempeñaban. Y notamos que automáticamente al dividirlos en grupos, ya se pusieron a ver quién adivinaba más que el otro para poder ganar.

Al final aclaramos esto, y ellos se mostraron a la defensiva diciendo “siempre gana alguien”.

Al repartirles el presente que le llevamos, creemos que no se lo esperaban y les sorprendió. Pero sobre todo que les gustó porque mostraban gestos de felicidad en su rostro.

Polo restrictivo disociativo: si o sí sintieron que debía haber un ganador, mostrándonos una perspectiva estructurada y limitante.

Durante toda la actividad el profesor permaneció en un rincón y no emitió comentarios.

Otra vez llegamos al punto de sentir que ni siquiera estaba presente.

Espacio topológico: sentimos el espacio como nuestro, capaz de moldearlo a nuestro gusto y necesidad.

3° Encuentro

Observaciones

5/10: Pactamos el horario de 8:30hs para ir a hacer las actividades. Llegamos un poco antes para poder armar todo ya que previamente pedimos prestado el salón para desarrollar el encuentro ahí.

Cuando estábamos esperando para ingresar a la escuela, faltaba que llegue Ludmi, quien tiene contacto más cercano con el preceptor. Esto nos provocó nerviosismo porque teníamos que solicitar el salón con anticipación para acomodar los materiales que utilizaríamos en la actividad, manteniendo la creencia grupal acerca de que Ludmi es la encargada de acordar los encuentros, horarios y demás con las autoridades.

Al ingresar pedimos permiso al preceptor para poder utilizarlo, a lo que nos respondió que iba a preguntarle al rector. Seguido a eso, nos indicó que pasemos, y nos acompañó al lugar.

Cuando llegamos al salón nos pusimos a acomodar la dinámica, que consistía en 4 estaciones donde iban a trabajar en equipos, pero hicimos que cada grupo esté a la vez en la misma estación, por lo que a cada grupo le correspondían 4 juegos, uno por estación. Ubicamos todas las estaciones en forma de cuadrado, donde para cada lado utilizamos 3 bancos y 1 silla.

Una vez organizado todo, y finalizado el recreo, nos acercamos al aula para saludar a los chicos y contarles de qué se trataba el encuentro de hoy. Antes de entrar, la profesora de turno les estaba contando sobre nuestra visita, adelantándoles que íbamos a ir al salón.

Comentarios

Espacio topológico: utilizamos el salón de usos múltiples de la institución, por lo que marcamos un “afuera” (en tanto fuera del aula).

Nos sentimos saboteadas por parte de la profesora, porque nuestra idea era que no sepan que íbamos a ir al salón, una especie de sorpresa.

Rol: la profesora como saboteadora.

En relación con el acertijo, estábamos muy emocionadas por ver si se daban cuenta de cómo resolverlo siguiendo la pista colaborativa que armamos, teníamos expectativas altas respecto de esta actividad en concreto.

Modelo de comunicación: acusador. Señalando faltas, “¿por qué no hicieron esto de esta forma?”

Categorías

Nai y Cande coordinaron la actividad, por lo que comenzó Nai introduciendo que llevamos una actividad algo distinta, que consistía en estaciones donde iban a colaborar entre equipos. Repartimos unos papeles con números del 1 al 4, donde ellos iban sacando y así formamos los grupos. Pedimos que lleven un fibrón, y procedimos a ir al salón.

En el salón había 4 números en el piso, que indicaba que lado del cuadrado le tocaba a cada equipo. Cande comenzó explicando la primera estación, donde llevamos un acertijo y una pista. La pista era una frase, que dividimos en 4 partes, y cada grupo tenía una parte de la frase. Contaban con 5 min para resolver esta actividad. Una vez finalizado el tiempo, solo un grupo pudo adivinar el acertijo, y les dijimos que al final lo íbamos a resolver juntos.

Los chicos participaban entre los integrantes de los grupos, pero observaban continuamente a los demás equipos. Cuando el equipo adivinó el acertijo tuvo que esperar que los demás equipos también finalicen para poder avanzar a la siguiente estación, regla establecida por nosotras. Una vez en la segunda estación, debían resolver una actividad llamada tangram. Donde se ubican diversas figuras de determinada manera para poder formar un dibujo. Les dimos un sobre con el contorno del dibujo que debían imitar y determinada cantidad de figuras, aclarando que debían utilizar todas si o sí. Les dimos 5 minutos para resolver esta actividad, y notamos que chicos que no habían participado en actividades anteriores, se desenvolvieron mejor. Dos grupos resolvieron la actividad.

Al resolver el juego del tangram, sentimos que desconfiaban de nosotras, pensaban que había alguna trampa.

En varias oportunidades nos preguntaban si estaba bien, porque no podían resolverlo, o al finalizar dijeron que ese juego no les gustó porque no pudieron resolverlo.

Terminado el tiempo establecido, avanzaron hasta la tercera estación donde llevamos para que armen un rompecabezas donde la imagen terminada era un meme. A cada rompecabeza le quitamos una pieza, y pusimos una de otro rompecabezas, entonces cada equipo debía buscar la figura que le faltaba en otro equipo. Al primer grupo que terminó, le costó darse cuenta que podía pedir al otro grupo la pieza, pero pudieron hacerlo y terminar el rompecabezas. Aunque el primer grupo en resolver la actividad se acercó a otro para conseguir la pieza faltante, los otros grupos no se dieron cuenta de esto. Los demás grupos terminaron un poco después, y les llevó más tiempo darse cuenta de que la pieza que faltaba, la tenía otro equipo.

Cuando todos los equipos terminaron, pasamos a la última estación donde los hicimos ponerse en fila a cada equipo, y en secreto le decíamos un objeto para que dibuje el último de la fila en la espalda del que tenía delante, y ese según lo que sentía en su espalda, debía dibujar al de adelante, y así sucesivamente hasta llegar al de adelante de toda la fila, donde debía tener el dibujo lo más similar posible al dibujo de la última persona de la fila. Les dimos 5 minutos. Todos los grupos lograron terminar, y respetaron la consigna de no hablar entre ellos.

Nos causó cierto entusiasmo el ver que uno de los grupos fue capaz de resolver el rompecabezas interactuando con otro grupo, ya que tuvieron la iniciativa de colaborar entre equipos, como habíamos aclarado en principio.

Al terminar con todas las estaciones, pedimos que todos se sienten en círculo, incluso nosotras, y comenzamos a dar una devolución de las estaciones una por una. Primero comenzamos explicando que dimos la pista dividida en cuatro partes, para ver si ellos podían darse cuenta o no que estaba la posibilidad de pedir ayuda a los demás grupos, a lo que respondieron que una sola chica en su grupo dijo que “capaz tenían que pedir ayuda”. Los demás dijeron que no se habían dado cuenta, pero que estaba muy buena la idea.

Modelo de comunicación: acusador.

Una chica, la misma que en otros encuentros nos ha dicho comentarios negativos, dijo que tendríamos que haber avisado que todos los acertijos eran los mismos. A lo que Cande respondió que la pista servía para cualquier tipo de acertijo, independientemente de si era o no el mismo.

Pasamos a hablar sobre la segunda estación, donde les mostramos a los grupos que no pudieron resolver el tangram, cuál era la solución. A lo que en muchos, escuchamos el comentario de, “te dije que el cuadrado iba ahí” (dirigiéndose a su equipo), o “yo tenía razón que el triángulo iba arriba” ...

En la actividad del rompecabezas, explicamos que fue intencional el mezclar una pieza con los demás rompecabezas, para que sea una actividad colaborativa entre todos, y no solo entre lo interno de los equipos, a lo que muchos dijeron que les parecía muy copado eso, que no se habían dado cuenta al principio pero que les gustó que tengan que ayudarse entre todos.

En el grupo 4 participaban todos los integrantes, incluso una chica que anteriormente habíamos notado con actitudes tímidas. Continuamente realizaban preguntas a las observadoras. El trato entre ellos era agradable.

Espacio euclidiano: la profesora se encuentra “arriba” en la jerarquización institucional, la razón por la cual los alumnos reaccionan de manera atenta hacia su figura.

El hecho de que la profesora se haya adelantado a contarles sobre nuestra visita causó ansiedad en Nai y Cande, ya que tuvieron que cambiar de planes respecto al discurso que tenían pensado para explicar la actividad.

En la cuarta estación mostramos el dibujo original con el resultado, y generó muchas risas y anécdotas de cómo los fueron realizando y organizando. Al cierre pedimos que nos digan cómo se sintieron y qué les pareció la actividad, y recibimos más devoluciones que los anteriores encuentros. Nos dijeron que es la que más les gustó hasta ahora, que estaba muy bueno el tener que pensar y resaltan mucho el haber salido del aula, diciendo que generaba otro clima. Preguntamos acerca de cómo se sintieron en los grupos que le tocaron, a lo que una respondió que bien, que no tiene problemas serios o internos entre el curso, por lo que trabajar con personas distintas a la que acostumbran no generaba complicaciones.

En el grupo 1 había dos chicas y tres chicos, se notaba que en todas las actividades primero querían resolver las chicas solas; pero cuando se daban cuenta de que no podían, ahí pedían ayuda a sus compañeros. No interactuaban con la observadora.

En el grupo 2 eran dos chicos y dos chicas. Uno de los chicos que en el primer encuentro lo notamos como emergente (no prestaba atención a clase y usaba el celular), en esta actividad lo notamos predispuesto a participar y demostraba entusiasmo, riéndose y haciendo chistes. Una de las chicas era la líder, estaba más concentrada en realizar la actividad.

En el grupo 3 eran dos chicas y tres chicos. Las dos primeras tenían una actitud competitiva, mientras los otros una más pasiva pero todos participaban.

Esta actividad causó mucha risa, nos causó gracia ver sus interacciones y las formas en las que cada grupo intentaba resolver la actividad.

Ante su comentario, nos sentimos atacadas y un poco cansadas de que siempre busque errores en nuestras actividades. Cande, habiéndose quedado con los comentarios del encuentro anterior, sintió la necesidad de responderle, ya que en ese momento no lo hizo.

Quedamos contentas con que les resultó una suerte de desafío resolver el tangram, sentimos que la actividad fue exitosa. En el encuentro anterior nos habían sugerido llevarles actividades “para pensar” y sentimos haber logrado ese objetivo.

Una de las chicas era la líder, el resto seguía sus órdenes.

Sentimos enojo porque esta alumna siempre desprecia nuestras actividades, remarcando errores insignificantes y desvalorizando el esfuerzo detrás de ello.

Nos llamó la atención su aporte, pero lo tomamos de manera positiva, estando de acuerdo con sus observaciones. Notamos que los chicos la escuchaban atentamente, quizás por la autoridad que ella supone.

Ludmi pidió opiniones acerca de los rompecabezas, ya que se había esforzado en realizarlos, a lo que la misma chica que remarcó supuestas “injusticias” en los juegos, expresó que “fue poco satisfactoria la actividad porque las piezas no encastraban”.

La profesora, por su parte, intervino verbalizando sus observaciones, acotando que, si bien ella está conociendo al grupo, desde un principio notó un ambiente competitivo, ya que los grupos se observaban entre sí para ver quien iba resolviendo el problema.

Roles de grupo: líder, manejando el tipo de repuestas que daba su grupo y la manera de actuar ante las actividades.

Les dijimos que la próxima vez iba a ser el último encuentro y si querían proponer alguna idea de actividad y lo primero que dijeron es que quieren salir del aula. Propusieron ir al patio, una búsqueda del tesoro o dígalo con mímica y algo de música. Luego dimos por finalizado el encuentro.

Sentimos que fue la vez que más participación hubo de parte de ellos. La ronda habría posibilitado un espacio de opinión.

Polo Expansivo-Integrador: lograron captar la idea de colaborar, relacionándose porque así lo quisieron, no porque nosotras lo indiquemos.

En esta actividad predominó el uso del hemisferio derecho, cada grupo debía ingeniárselas para que su compañero de adelante entendiera lo que su dibujo quería decir, sin hablar.

Esta actividad les hizo utilizar la lógica, el hemisferio izquierdo.

Polo Restrictivo-Disociativo: el estar pensando en la competencia, viendo quién será el ganador o el perdedor, los limitó a la hora de resolver la actividad; considerando que ésta pretendía una unión con los demás grupos.

Polo Expansivo-Integrador: la idea principal de la actividad propuesta era de carácter colaborativa y no competitiva.

Cierre

Observaciones

Antes de ir sentíamos ansiedad por realizar el cierre, ya que estábamos un poco cansadas por el resto de la demanda de la facultad a esa altura del año.

Al llegar a la escuela, nos recibió otra persona distinta a los anteriores encuentros, a quienes le comentamos a qué íbamos, y que ya habíamos quedado para ir en ese horario con el preceptor y nos acompañó al aula. Antes de ingresar, esta otra preceptora nos presentó y entramos.

Saludamos a los chicos y le comentamos que íbamos a ir al patio, a lo que ellos enseguida se levantaron y se acomodaron en tres mesas que estaban ubicadas en un espacio verde, pero quedaron acomodados en tres rondas diferentes y distanciadas, por lo que les propusimos hacer una sola ronda en el piso.

Comentarios

Coordinamos el último encuentro para ir el lunes 24/10 a las 10am.

Días antes, Ludmila se comunicó con los chicos vía WhatsApp para pedirles que lleven algo para compartir, ya que la dinámica era hacer un picnic.

Tiempo cronológico: nos adaptamos a los tiempos de la institución para acercarnos a realizar el cierre en un horario acorde a su disponibilidad.

A su vez, teníamos miedo de que se postergue por paros de colectivos o exámenes y al ir y que nos reciban bien fue una sensación de alivio.

Espacio topológico: establecimos un “afuera” y un “adentro”. El afuera comprendía el patio, mientras que el adentro era su aula correspondiente.

En este momento nos sentimos UP, habíamos tenido éxito a la hora de desarrollar nuestras actividades, cumpliendo con la tarea de realizar dinámicas que a ellos les gusten.

Categorías

A lo largo de las devoluciones sentíamos satisfacción por que les había gustado y sentimos que pudimos dejarles algo bueno y positivo a cada uno de ellos. Teníamos expectativas de que dieran devoluciones más largas y profundas, pero al escuchar que nos decían cosas positivas nos generó placer. Cuando nos comentaban lo mucho que les gustó la parte de compartir con otros compañeros, sentimos que pudimos cumplir con nuestro objetivo y quedamos contentas con esos comentarios.

Ante el comentario de esta chica, nos hizo sentir un poco de bronca, pero también ya esperábamos una devolución de este estilo de su parte y no dejamos que nos afecte.

Una vez sentados todos, Ludmila fue la encargada de dirigir el cierre por lo que les comentó que esta era la última vez que íbamos, que queríamos saber que les habían parecido los diferentes encuentros a lo largo de las semanas, si nos querían recomendar o decir alguna opinión y etc. Comenzó hablando Ludmila para que vuelvan a entrar en confianza y continuaron ellos, uno por uno. La mayoría respondió que se sintieron cómodos, que lo que más le gustó era salir del aula y realizar actividades diferentes a las que habituaban en la escuela.

Resaltaron la idea del trabajo en grupo seleccionados al azar que, si bien no tenían conflictos entre ellos, no acostumbraban a trabajar con compañeros fuera de su círculo de amistad, y el que los hayamos puesto en grupos diferentes les sirvió para relacionarse entre todos.

Modelo de comunicación: acusador. Incluso en el último encuentro, tuvo la necesidad de resaltar o indicar que hubo algo que no le convenció.

Polo Expansivo Integrador: en este encuentro, el deseo de estar aquí y ahora fue más fuerte que en los anteriores. Realmente ninguno de los chicos tenía la obligación de expresar sus sentimientos o pensamientos y, sin embargo, todos aportamos un poquito a la puesta en común, dejando de lado posiciones institucionales en las que nos cataloguen como autoridad frente a ellos. Un espacio de igual a igual.

La chica que anteriores encuentros nos ha resaltado comentarios negativos nos dijo que ella pensó que íbamos a hacer actividades diferentes, que esperaba otra cosa, le preguntamos a qué se refería y dijo que tenía a la hermana de referencia, que hacían actividades diferentes, como “de imaginación” pero que no estuvo mal.

Nosotras sentimos un lindo clima que se generó cuando comenzamos a contar nuestras experiencias, sentimos que se sintieron más cerca de nosotras, más de compañeros a compañeros y no una sensación de autoridad ya que nosotras les contamos que también somos estudiantes como ellos y que llegamos con muchos miedos. Nos gustó que se rían de cosas que contamos o nosotras poder compartir esto con ellos.

Los que más se extendieron en su devolución fueron los chicos que se integraron este año, respecto a que les permitió conocerse más entre ellos, integrarse y poder hablar con compañeros que antes no habían tenido la oportunidad. Algunos más tímidos dieron devolución extensa también. Una vez que cada uno de ellos terminó con sus aportes, comenzamos nosotras contando una por una nuestra experiencia. Nai comenzó contando que se sintió muy cómoda al trabajar con este curso. Cande contó que para nosotras era un desafío el llevar a cabo estos encuentros porque nos conocimos recién este año, y estábamos trabajando como grupo por primera vez. Camila siguió hablando, contando que casi todas somos de pueblos chicos, por lo que trabajar en una escuela con grandes cantidades de alumnos generaba incertidumbre. Trini dijo que le pareció una linda experiencia que hubo un ida y vuelta, dejaron que nos expresemos y ellos a la vez opinaban luego de cada juego que les gustaría que llevemos para la próxima vez. Abril siguió agradeciendo y opinando que estaba bueno que nos den sus devoluciones así sean buenas o malas para nosotras poder mejorar en cada encuentro.

Al escuchar cómo nos contaban sobre ellos nos dio un poco de nostalgia o cosas en común de cuando nosotras íbamos al secundario.

Luego les preguntamos qué expectativas tenían de 6to, el último año y cómo se organizaban para elegir las chombas, nos contaron que fue muy democrático ya que buscaban que todos opinen y tenían en cuenta los gustos del curso.

Después preguntamos cómo se llevaban con los demás cursos ya que compartirán momentos y viajes el próximo año, nos dijeron que no se llevaban bien agregando que el otro curso era muy diferente a ellos, y que no se llevaban bien entre ellos.

Luego les preguntamos qué expectativas tenían de 6to, el último año y cómo se organizaban para elegir las chombas, nos contaron que fue muy democrático ya que buscaban que todos opinen y tenían en cuenta los gustos del curso.

Nos quedamos con ganas de seguir compartiendo con ellos, ya que sentimos que se estaba generando el mejor clima para charlar. Nos hubiese gustado poder despedirnos de otra manera y no tan rápido. Pero quedamos contentas con nuestro desempeño.

Tiempo cronofílico: el tiempo “se pasó volando”.

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