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Es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio.
Es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de problemas psicológicos que afecten directamente a su salud.
Las causas que originan el bullying dependen de cada caso concreto, aunque suelen tener unas características comunes: el acosador escolar no tiene empatía y, por tanto, es incapaz de ponerse en el lugar del acosado y ser sensible a su sufrimiento.
El origen de la violencia del acosador puede venir causado ante la ausencia de un padre o que éste tenga una conducta violenta. Situaciones como esta pueden provocar que el niño desarrolle una actitud agresiva y que en la adolescencia sea violento.
Otros factores que pueden incidir son una situación socioeconómica mala en casa, poca organización en el hogar o tensiones en el matrimonio.
La prevención del harassment o acoso escolar es fundamental para minimizar y reducir sus efectos cuanto antes.
La prevención del harassment o acoso escolar es fundamental para minimizar y reducir sus efectos cuanto antes. Dado que las causas que motivan el bullying son muy diferentes hay que buscar soluciones al problema mediante una propuesta amplia y abierta contando con el diálogo como la principal herramienta para atajarlo.
Los profesores y los padres o tutores de los adolescentes tienen que llevar a cabo medidas que impidan la aparición de nuevos casos de bullying. Para conseguirlo deben identificar los factores de riesgo que los generan y actuar sobre ellos. Pueden realizar acciones como campañas de sensibilización sobre el maltrato infantil, talleres formativos para explicar a los padres los modelos educativos adecuados, etc.
Según las Pautas padres y madres ante el acoso escolar, de Salvar a los niños, las formas que utiliza el acosador para intimidar a su víctima se dividen de la siguiente manera:
1. Acoso físico: El acosador golpea, empuja o utiliza algún instrumento para hacer daño físico a su víctima. También puede esconder sus cosas.
Según las Pautas padres y madres ante el acoso escolar, de Save the Children, las formas que utiliza el acosador para intimidar a su víctima se dividen de la siguiente manera: Acoso físico, verbal, social, sexual o por internet.
2. Acoso verbal: Consiste en insultar, poner motes, hacer amenazas o provocar a otro niño.
3. Acoso social: Este tipo de bullying se produce cuando el acosador decide aislar a su víctima difunde rumores, convence a otros niños para que no hablen con él o lo humillan en público para que el acosado se sienta aislado.
4. Acoso sexual: Son todas las acciones que tienen que ver con los actos sexuales (como tocamientos no consentidos) o que se burlan de la orientación sexual de la víctima.
5. Acoso por internet o cyber bullying: Es un tipo de acoso escolar que ocurre a través de móviles, tablets, ordenadores, etc. En estos casos el acosador suele enviar mensajes de texto o correos electrónicos desagradables.
Las consecuencias afectan principalmente a la víctima que puede tener fracaso escolar, niveles altos de ansiedad, fobia a ir al colegio, insatisfacción y cambios de personalidad, pasando a convertirse en una persona insegura, con baja autoestima.
Si el niño muestra cambios de humor o de comportamiento es importante tratar de hablar con ellos para determinar cuál es el motivo. Deben mantener la calma y escuchar todo lo que tenga que decir, siempre confiando en que lo que cuenta es la verdad.
Si el niño muestra cambios de humor o de comportamiento es importante tratar de hablar con ellos para determinar cuál es el motivo. Deben mantener la calma y escuchar todo lo que tenga que decir, siempre confiando en que lo que cuenta es la verdad. En caso de que el niño confiese sentirse acosado, hay que reforzar su autoestima y apoyarle, haciéndole saber que no es culpa suya.
A continuación, ponerse en contacto con el colegio es lo primordial. Se puede concertar una cita con el tutor.
En cuanto los educadores tengan conocimiento sobre la situación, es importante vigilar a los niños implicados en todas las situaciones para controlar que el problema no se agrave. Deben recoger toda la información posible sobre los hechos e informar a la dirección del centro.
Cuando se vaya a hablar con los niños, no deben limitarse únicamente al acosador y a la víctima, sino también al resto de niños implicados.