César Valenzuela
Y, sobre todo, en la competencia
No es universal
Otro error frecuente es establecer la confianza que merece una persona en función de un solo aspecto. Se tiende a creer que alguien muy fiable en un determinado campo lo será igualmente en otros y viceversa. Pero no tiene (y de hecho, nunca es) por qué que ser así. Alguien muy bueno en trabajos creativos puede ser un perfecto incompetente cuando se trata de reportar o medir la eficacia de los mismos.
La impresión que un historial pasado deja en la percepción de una persona es tan fuerte que a veces puede distorsionar hasta las evidencias. A alguien que tenga fama de puntual y cumplidor, seguramente no se le tendrá en cuenta el día en que no lo sea. Y a la inversa, a quien se ganó fama de informal no se le hará aprecio de sus esfuerzos por mejorar cando cumpla con lo establecido.
La confianza es una carretera de doble sentido. Cando se deposita en una persona, es más fácil que ella se la devuelva a quien se la concedió.