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Michael Gonzalez
“Shuar significa gente” (Territorio Indígena Y Gobernanza, 2021). La cultura shuar es el pueblo conocido tradicionalmente como la etnia de los guerreros que no se doblegó ante la llegada de los incas ni a la conquista española, no se dieron por vencido jamás y en la actualidad están ubicados en algunas provincias del territorio ecuatoriano. Se cree que los shuar tuvieron relaciones de intercambio comercial con otros pueblos como los cañaris y con los españoles en su conquista, los cuales también intentaron aplicarle impuestos y los mismos fueron echados de manera violenta en el año 1599.
La ubicación de los shuar está compartida entre dos países Ecuador y Perú. En Ecuador se puede encontrar principalmente en las provincias de Zamora Chinchipe, Morona Santiago, Pastaza, Orellana y Sucumbíos en la amazonia ecuatoriana, en región litoral en la provincia del Guayas y Esmeralda.
Según las estimulaciones de sus miembros, la comunidad shuar tiene una población de 110000 (1998), ubicados en aproximadamente 668 comunidades.
Esta cultura indígena creó su propio lenguaje para poder comunicarse y al cual se lo bautizó como Shuar o Shuar-Chicham. La lengua shuar pertenece a la familia lingüística que se denomina jíbaro, pero se cree que la terminología más adecuada sería familia lingüística "chicham" para evitar el término despectivo.
El número de hablantes del idioma shuar varían según las fuentes: 35.000 para la Federación Shuar (1995), 40.000 (Chinkim, 1996), 35.000 (Broseguini, 1996) y 30.000 para la Procura Salesiana.
La mayor religión de los Shuar es la etnoreligión. La religión shuar es diversa en mitos, plegarias, tradiciones y cantos con los que mantienen contacto con sus ancestros y deidades. La religión es un arcano referido a la naturaleza, al hombre y seres mitológicos. Las deidades arquetípicas son: Nunkui, Etsa, Tsunki, Shakaim, estos son los dioses que están presentes en el diario vivir y son representados por diferentes animales, con poderes sobrenaturales Estas deidades entregan una respuesta grata al Shuar. A finales del siglo XIX , una vez que los shuar abandonan un poco la costumbre de viviendas alejadas y empiezan a conformarse las comunidades, también comenzó su evangelización en el cristianismo y la religión católica por parte de los misioneros.
Están agrupados en Centros comunitarios que están precedidas por un Síndico, Centros que se modulan en Federaciones donde la máxima jurisdicción es la Asamblea, la cual está dirigida por un directorio, electo cada tres años, presidido por un presidente. Existen tres federaciones en esta nacionalidad, FICSH, FIPSE y FINAE, organización que son moduladas por medio de una coordinadora interfederacional, organización que tiene como misión principal coordinar acciones en defensa de los derechos de las nacionalidades ante la presión de las compañías petroleras.
La familia compone la unidad de reproducción biológica, económica, política, social y cultural más importante entre los Shuar, sus integrantes se encuentran enlazados por la sangre y conformado por familias numerosas.
“Su vivienda está compuesta de madera de chonta o ampakai y de pilares de caña guadua o kenku. El techado está fabricado con hojas de palma y de teren” (Juwa Wisum & Universidad San Francisco de Quito, 2014).
En el interior de la vivienda está seccionada en dos espacios: el tankamash el cual está reservado para los hombres y vivitas; el ekent es el espacio que se la da a la mujer y sus quehaceres domésticos donde también se podía observar los instrumentos de caza y pesca, cestas, armas, etc.
Se fomenta principalmente por la horticultura trashumante de tubérculos, complementada con la pesca, casa y recolección de frutos e insectos. Llevan a cabo el sistema de roza y quema. Cultivan yuca, “papas china”, maní, maíz, camote, plátano y palma de chonta. La recolección y el cuidado de las parcelas, junto con la preparación de la chicha y la cocina queda al mando de la mujer; la caza y la pesca a la del hombre.
La cultura Shuar, categorizada por su complejidad, una cultura social completamente diversa, acoge historias desde hace ya 1550 años atrás.
El concepto de identidad se dirige a personas conocedoras de la cultura Shuar, en un ámbito posible de tiempo y en el espacio de un instrumento o de una costumbre, y las semejanzas o diferencias entre grupos afines y los cambios de las fuentes nos sugieren haberse introducido en el pueblo durante este período (Juank, 1994: p. 188).
Su identidad define como una fuente principal de la colectividad en su diversidad y rica en su
integridad. “El vestido y los adornos, los utensilios de cocina y de trabajo, las armas; las
técnicas de cultivo, de construcción, de caza y de guerra; los alimentos, permiten la
conservación de los individuos y de la agrupación humana” (Juank, 1994: p. 187)
” La vestimenta se la confecciona con materiales e insumos del medio. La mujer usa un manto confeccionado con algodón llamado tarach y el hombre el itip. No usan interiores.” (Saant Juank, 2018). Para ocasiones especiales como ceremonias y ritos se adornan, y los hombres visten el tawasap (corona) signo de jerarquía (jefatura) de las plumas de los tucanes apresados, los asamtim que cruzan por el pecho, diseñado con los osamentas de los animales cazados. En los pies se usa el makich que se usan en las ceremonias para darle ritmo y sonido a la danza. Los awankem llenos de huesos y semillas se cuelgan en los hombros Según la ocasión (guerra, muerte o fiesta) la cara se pinta de achiote. La mujer cuelga de su cuello el nunkutai de un solo color de mullos, de preferencia celestes o de sanchiniakash (semillas aromáticas de la selva), lleva en el pecho el peetai diseñado de mullos de filos coloridos (blanco, azul, celeste y rojo) este último no lo portan las niñas. En el metacarpo visten el patake, en el antebrazo los chapawik y en la cintura el shakap ataviado de de semillas de nupi como un cinturón con semillas colgantes.
Las artesanías son fabricadas a base de semillas de cumbia, ajulemos, nupis, san pedro, adornadas con plumas de aves, carrizos, huesos, entre los cuales destacan los aretes, collares, manillas, tawasap, cinturones, carteras, cestas, lanzas entre otros
“Tanto la música como los bailes de los shuar se caracterizan por lo básicos que son; sin embargo, su interpretación para el mundo occidental se torna difícil por los elementos en que se inspira” (Hablemos de Culturas, 2015). De la misma manera como sus deidades ancestrales la música de los shuar gira en torno a la naturaleza y se inspira en la locución religiosa y en las ceremonias de los uwushin (chaman en shuar). Por lo general existen grupos artísticos divididos por categorías que se encargan de entretener a sus habitantes y turistas. Sus instrumentos musicales son el tambor (Tampur), flauta (Pinkiui), cascabel (Shakap) y canto (Nampet) y el tumank (Chumpi, 2017). Incluso la música ya viene grabada para cada fiesta específica usarla como parte de la actividad. En la cultura shuar se encuentran con frecuencia cantos a los cuales se les confiere un valor religioso o ceremonial. Estos son los llamados ‘anent’ y otros populares conocidos como ‘nampet’
“El anent es una composición de versos acompañados de música que terminan en una tonada que se la ejecuta en el momento en que la persona se prepara para desarrollar una actividad específica, en situaciones especiales o cuando tiene algún problema, como, por ejemplo, el miedo a una persona que ha muerto o cuando un esposo abandona a su pareja”. (López Tiwiram, 2000, pag 25)
La alimentación de los shuar es a base de pescado y carne de animales cazados por ellos mismos, acompañado de maíz, palmito, maní, yuca, palma de chonta, plátano, papa china (conocida en otros lugares como taro u ocumo chino) y camote. “A manera sintética y de acuerdo al conocimiento previo, se pueden nombrar ciertos platillos que pertenecerían a la comunidad Shuar, así como los Maitos de Pescado, El tapado de verde, El agua de Guayusa, la Chicha de Chonta, cuyo procedimiento de elaboración es muy complejo debido a la gran carga de rituales para su producción.” (Gusqui, 2012). Entre su mejores platos están los maytos de tilapia con palmito, caldo de corroncho, pollo o pescado, estofado de guanta (lapa) de guatusa (picure) o de sahino, tilapia asada, mukin con palmito y el ayampaco.
Entre las tradiciones de los Shuar podemos encontrar su comida típIca, costumbres , su lengua, su vestimenta, religión, sus mitos y creencias.
“Un concepto clave para entender sus motivaciones es que los Shuar creen en la vida después de la muerte y le dan una gran importancia al mundo espiritual.” (BBC MUNDO CIENCIA, Laura Plitt, 2017)
La cultura shuar es una de las culturas que cortaba la cabeza a sus enemigos luego de ganar una batalla, esto con el fin de reducirla y poder atrapar su espíritu dentro de ella, la cual perdía interés al cabo de un año y medio o dos, ya que los shuar creían que luego de este tiempo perdían su poder.
"La idea era atrapar al espíritu demoníaco, para evitar que vengue la muerte del guerrero vencido" (Tobias Hulton, 2017)
“Las costumbres y tradiciones de los shuar giran alrededor de sus creencias ancestrales y, por lo tanto, en casi todas sus manifestaciones está presente la naturaleza, el hombre y sus deidades.” (Hablemos de Culturas, 2015)
Las fiestas de los shuar están basadas en sus creencias religiosas y curativas ancestrales; entre sus fiestas está la de Chonta y la del Ayahuasca; y en sus ritos, el de la Cascada Sagrada y el de la Culebra.
Celebrada el mes de mayo cuando la producción de la chonta está en apogeo de su producción. “La fiesta de la chonta, la ceremonia comienza desde que se coge la chonta duro, el que organiza normalmente es el que convoca a la gente a recoger las chontas utilizando frases alusivas” (Hablemos de Culturas, 2015).
Finalizada la etapa de recolección de la chonta, se prosigue a cocinarlas y a ser masticadas por todas las mujeres presentes. Después de masticadas, se preparan con agua y las dejan reposando en recipientes tapados con hojas. Mientras las chontas se dejan en remojo, todos los presentes se van a preparar para la noche, ataviándose con sus trajes típicos y maquillándose con achiote (onoto).
A través de la historia las comunidades han sido usadas como puntos de estudios
científicos, psicológico, sociológico, económico, entre otros. Existen varios autores que
han creado diversos conceptos sobre comunidad, los mismos que han fundado ideas y
bases que han servido como base de estudio. (Gregorio, 2011).
La integralidad sociocultural que históricamente las comunidades shuar han tenido se traduce en esa alta coherencia e imbricación entre lo social, político, económico, medioambiental, religioso, espiritual, cultural entre otros planos, que sin embargo desde la ciencia social occidental han sido separados. Los ámbitos que identificamos como espirituales permean la cosmovisión e interpretación de la realidad sin que en su concepción se trate de planos que se puedan desvincular. De ahí que se traduzcan como armonías y que el concepto de Tarimiat Pujustin sea concebido como una armonía integral propia, en el territorio que habitan. (Yánez et al., 2020)
La llegada de los misioneros católicos al territorio del pueblo marcó el paso de una vida nómada en el monte a una vida sedentaria; la construcción de escuelas, almacenes y centros de salud financiados por la iglesia ayudó a estabilizar los asentamientos, sin mencionar que estos misioneros se conectarían cuando algunos representantes de esta nacionalidad fueran llevados a otros países, estos eventos crearon nuevas instituciones que expresarían su identidad. En el pasado, los Shuar vivían en pequeños pueblos dispersos en la cuenca del Amazonas donde cazaban y recolectaban frutos para su sustento. La nación no tenía un liderazgo centralizado en ese momento y ahora está organizada en una federación desde 1964, gracias a la influencia de misioneros y colonos, que también es parte de su
territorio e historia.
Hasta la real ocupación de la Amazonía ecuatoriana en la segunda mitad del siglo XX ella permaneció como un territorio periférico mínimamente explotado al interior de la periferia de la economía-mundo a la que históricamente han pertenecido Ecuador y América Latina desde su colonización. (Pablo Yánez, Pablo, Astudillo Banegas, José, & Guerra Auqui, Isabel, 2020)
El origen del pueblo Shuar es producto de la fusión de un grupo amazónico de lengua arawak con otro de lengua puruhá mochica, de claro ascendiente andino. Este pueblo resultante posteriormente se habría dividido en las cuatro ramas ya conocidas: Shuar, Achuar, Awarunas y Wampis. A todos nos conocían erróneamente con el nombre de “jíbaros” que no es otra cosa que la deformación de nuestro gentilicio Shuar (hombre) (Almeida, 1995: 52)
Esta cultura no se ha perdido en el pasar del tiempo, al contraio se ha vuelto mas fuerte y cada día esta más solidificada.