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Buscó reorientar el psicoanálisis hacia la obra de Freud, ya que consideraba que el post-freudismo se había deslizado en una lógica a veces biologicista, u objetivadora de la realidad. Lacan acusó a muchos de los psicoanalistas coetáneos por haber distorsionado y parcializado la teoría de Freud

Sus inicios en el psicoanálisis

Complejo de Edipo

En junio de 1932 comienza su análisis con Rudolph Loewenstein, quien por aquellos tiempos era considerado como el mejor analista didáctico de la SPP (Sociedad psicoanalítica de París). Este único paso de Lacan por una experiencia psicoanalítica en la que ocupará el lugar del analizando, finaliza abruptamente seis años más tarde debido a sus diferencias en torno a la concepción del psicoanálisis y su práctica. En alguna ocasión se ocuparía de manifestar que, en verdad, Loewenstein no era lo suficientemente inteligente para analizarlo a él. Por su lado, tampoco Loewenstein se privó de comentar entre sus allegados que Lacan era inanalizable.

Jacques-Marie Émile Lacan

Lacan remarca que Freud se basó en un mito y no en un hecho y que por ende, el Edipo no está en el terreno de lo real sino en el ámbito de lo simbólico. Es decir, es algo que sucede en el ámbito del lenguaje. Edipo entonces, no es algo natural, es un hecho cultural, es la entrada del significante en el cuerpo. Lacan plantea el complejo de Edipo en tres tiempos, esos tiempos son lógicos en tanto tienen determinada sucesión, pero no guardan una cronología. Una de las diferencias radicales en relación a Freud está precisamente en el primer el que corresponde al estadio del espejo, ya que para Freud este tiempo, está más en el terreno de una sexualidad pre-edípica

A partir de su tesis doctoral titulada “De las psicosis paranoicas en sus relaciones con la personalidad” (1932), se volcaría progresiva y definitivamente hacia el psicoanálisis.

Por ese entonces, las ideas de Freud ganaban cada vez más espacio dentro del pensamiento francés. Por otro lado, la literatura también había acogido con entusiasmo la nueva concepción de la sexualidad humana que provenía del psicoanálisis. Por su parte, Lacan cosechará una relación con los surrealistas, considerando que habían comprendido bien, antes y mejor que las corporaciones médicas y los primeros agrupamientos de psicoanalistas franceses, de qué se trataba el inconsciente freudiano.

El estadio del espejo

El ensayo se refiere a los niños de 6 a 18 meses y el momento en que un bebé reconoce su propia imagen en el espejo, no viendo la imagen como un mero reflejo sino como que se percibe a sí misma como ser. Esto, según Lacan, conduce a la formación del ego y actúa como un estimulante para el desarrollo del niño.

El estadio del espejo implica un estado de incomprensión para el niño, que resulta en un proceso de alienación, lo que lleva al niño a un estado imaginario. Esta teoría del estadio del espejo se desarrolló más adelante para representar el desarrollo general de la personalidad, percepciones y comportamientos de un niño.

En 1934 pasa a ser miembro adherente de la SPP (sociedad psicoanalítica de parís) y en 1936 presentó su primer ensayo psicoanalítico sobre el estadio del espejo, en el Congreso de la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA) en Marienbad, teoría que ya había expuesto en ese mismo año en una conferencia de la Sociedad Psicoanalítica de París.

En 1936 presentó un documento titulado “El estado del espejo: la teoría de un momento estructural y de desarrollo en la construcción de la realidad, concebido en relación con la experiencia psicoanalítica y la enseñanza”, donde Lacan identifica el Ego como una representación del narcisismo primario, que se opone a la realidad y resiste el tratamiento. Identificó tres tipos de realidad en este trabajo: lo psíquico, lo simbólico (externo) y lo real.

  • Primer tiempo: Etapa imaginaria. Corresponde a la fase del espejo, momento de la construcción de un cuerpo en un espacio imaginario.

Lacan lo llama falo. Dice: El niño establece que para gustarle a la madre basta y es suficiente con ser el falo. La madre castrada se siente completa a través del hijo y por eso lo ubica en el lugar del falo.

  • Segundo tiempo: Etapa simbólica. El padre interfiere para mostrarle al niño que no puede ser objeto de deseo de la madre. Se da una castración simbólica en la que la madre vuelve a sentir incompleta, por lo que desea a su marido para completarse nuevamente.

El padre asume el lugar de fortaleza y omnipotencia.

Tercer tiempo: Etapa real.

El padre es portador del falo, lo tiene pero no lo es. Ni el niño, ni la madre ni el padre son el falo.

La salida del Edipo se produce favorablemente si el niño se identifica con el padre de quien deriva el ideal de YO. En el caso de que no se de esta identificación, el niño probablemente será perverso.

Relación con la lingüística Saussureana

  • Nació en París el 13 de abril de 1901
  • Inició sus estudios de medicina en 1920, especializándose en psiquiatría entre 1927 y 1931.

Reinterpretó y amplió la práctica psicoanalítica, construyendo una lectura de la obra freudiana a través de la lógica del significante y el concepto de estructura. En el primer período de su enseñanza replanteó conceptos psicoanalíticos a través del estructuralismo y la lingüística, lo que marca la influencia de Ferdinand de Saussure.

Saussure postuló la división que todo signo tenía entre significado ( su sentido, a lo que alude) y significante ( el sustrato material que contiene ese sentido). El significante es a la vez señal y ausencia. Si bien representa al significado, marca que el mismo está ausente.

Con el estadio del espejo, Lacan había subrayado la identificación imaginaria. A partir de la década del 50 empieza a examinar el registro simbólico. El niño, capturado por una identificación imaginaria, asumirá también como factores identificatorios los significantes pronunciados por sus padres. La madre podrá decirle al niño: "qué malo que sos" o "sos un santo". La identidad del niño terminará dependiendo de cómo asuma las palabras de sus padres. La relación del sujeto humano con sí mismo continúa construyéndose desde afuera. Lo imaginario será entonces estructurado por el lenguaje.

Teoría de los Tres Órdenes

Se trata de lo Imaginario, lo Simbólico y lo Real. La teoría forma la columna vertebral de la subjetividad psíquica según Lacan, y toda su carrera giró en torno al desarrollo de esta teoría.

En esta teoría reasigna el Yo, Superyó y Ello de Freud y los identifica según el orden simbólico, el orden imaginario y lo real.

  • El orden imaginario consiste en la forma en que percibimos a los demás, cómo notamos lo que quieren decir cuando se comunican con nosotros y la forma en que percibimos desde la perspectiva de otra persona. Esta idea es central para la “formación del yo” en el “estadio del espejo”.
  • El orden simbólico fue la segunda idea en la teoría. Lacan describió el orden de los símbolos, ilustraciones e imágenes, donde el individuo se forma como un sujeto.
  • Lo real es mucho más difícil de entender. A lo largo de la década de 1960 hasta su muerte, el real asumió cada vez mayor número de aspectos y asociaciones. Es aquello que no se puede expresar por el lenguaje, lo que no se puede decir, no se puede representar. Desde la perspectiva lógica y en relación a la noción de escritura, Lacan lo referirá a “lo que no cesa de no escribirse”.

¿Paciente o analizante?

La escuela francesa desecha la división entre consciente e inconsciente y postula la producción constante del inconsciente, que irrumpe en ciertas circunstancias. El inconsciente lacaniano no está alojado en ningún lado donde haya que ir a descubrirlo: se produce constantemente y el lenguaje constituye un buen modo de encontrarse con él. El inconsciente está estructurado como un lenguaje.

Lacan redefine la práctica del psicoanálisis cuando rechaza la denominación de “paciente”para quien sufre de problemas psíquicos, sosteniendo que el supuesto paciente es protagonista durante la terapia y debe adoptar un rol activo respecto a sí mismo, convirtiéndose en “analizante” de su propio pensamiento. El psicoanalista reflexiona con el analizante el discurso para que este llegue a replantearlo y realice un procesamiento de reconocimiento y verbalización de los recuerdos traumáticos que durante la dolencia se han encontrado reprimidos en lo inconsciente, quedando así curado como resultado de su propia acción, aunque en presencia transferencial.

Bibliografía

En el último lustro de su vida, de 1975 a 1980, el tema de la formación de analistas reflotaba nuevamente como piedra angular de los conflictos institucionales. El tiempo de las sesiones se reducía cada vez más y producía cada vez más controversias y habladurías, y sus silencios, cada vez más prolongados, eran entendidos por algunos como brillantes interpretaciones y por otros como simples signos del deterioro causado por el paso de la vida. Su trabajo cotidiano fue siempre la práctica y la transmisión del psicoanálisis, que solo será interrumpido con su muerte el 9 de septiembre de 1981, en Paris.

En el momento de su fallecimiento, Lacan se había convertido en una de las inteligencias más dominantes y controvertidas en el mundo. Su trabajo tiene un profundo impacto no sólo en la filosofía y el psicoanálisis, si no también en la literatura e incluso los estudios de cine.

  • Roudinesco, É. (1993). Lacan. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2007.
  • Rodinesco, É. (2000). Lacan: Esbozo de una vida, historia de un sistema de pensamiento. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

GRACIAS POR SU ATENCIÓN

  • Alaluf, Salome
  • Baialardo, Micaela
  • Macedo, Florencia
  • Porchietto, Yanina

Reinterpretó y amplió la práctica psicoanalítica, construyendo una lectura de la obra freudiana a través de la lógica del significante y el concepto de estructura. En el primer período de su enseñanza replanteó conceptos psicoanalíticos a través del estructuralismo y la lingüística, lo que marca la influencia de Ferdinand de Saussure.

Saussure postuló la división que todo signo tenía entre significado ( su sentido, a lo que alude) y significante ( el sustrato material que contiene ese sentido). El significante es a la vez señal y ausencia. Si bien representa al significado, marca que el mismo está ausente.

Con el estadio del espejo, Lacan había subrayado la identificación imaginaria. A partir de la década del 50 empieza a examinar el registro simbólico. El niño, capturado por una identificación imaginaria, asumirá también como factores identificatorios los significantes pronunciados por sus padres. La madre podrá decirle al niño: "qué malo que sos" o "sos un santo". La identidad del niño terminará dependiendo de cómo asuma las palabras de sus padres. La relación del sujeto humano con sí mismo continúa construyéndose desde afuera. Lo imaginario será entonces estructurado por el lenguaje.

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