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EL DEBER Y LA LEY
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La tradición filosófico-teológica tomista distingue varios tipos generales de leyes:
- Establece cómo se han de comportar las cosas que caen bajo su jurisdicción;
- Descansa en la razón, pues sólo ésta puede ordenar algo en relación a su fin;
- Describe lo conveniente no tanto del individuo concreto como de la totalidad de individuos o comunidad;
- Tiene como objetivo la realización de lo conveniente –el bien–;
- La promulga o impone quien tiene a su cuidado al grupo o comunidad.
LA LEY
La ley eterna: la razón citada sería el propio entendimiento de Dios, los objetos que ésta considera o gobierna son la totalidad de las cosas del mundo, su bien la realización plena de cada una de sus disposiciones, y la promulga el propio Dios.
La ley natural: es la ley o prescripciones inscritos en la razón de todo hombre que ordena hacer el bien y evitar el mal.
La ley humana positiva: la promulga el legislador, descansa en su propia razón, tiene como objetivo el bien de la sociedad y se aplica a los seres humanos.
Regla, precepto o mandato que descansa en la razón y según el cual algo es inducido a obrar
EL DEBER
EL DEBER Y LA LEY
Más exactamente, Tomás de Aquino la define como “una prescripción de la razón, en vista del bien común y promulgada por el que tiene al cuidado la comunidad”.
La ley es una regla y medida de nuestros actos según la cual uno es inducido a obrar o dejar de obrar; pues ley deriva de ligar; porque obliga en orden a la acción.
El concepto de deber ocupa uno de los lugares centrales de nuestro lenguaje moral. Nos referimos con él a los mandatos y obligaciones mediante los cuales modificamos nuestra conducta y, en general, a conjunto de exigencias que conforman nuestra praxis cotidiana.
Se distinguen así tres tipos de actos:
ACTOS DE ACUERDO AL DEBER Y POR INCLINACIÓN INMEDIATA:
ACTOS CONTRARIOS AL DEBER:
ACTOS DE ACUERDO AL DEBER Y POR INCLINACIÓN MEDIATA:
También el el deber coincide con la inclinación. Pero en este caso, es una inclinación inmediata. Para Kant, este es también un acto moralmente neutro.
Obrar por inclinación propia. Para Kant esto es un acto malo.
En este caso, el deber coincide con la inclinación. En este caso se trata de una inclinación mediata. Desde un punto de vista ético, es un acto neutro (ni bueno ni malo).
ACTOS CUMPLIDOS POR DEBER:
Este es el único caso en que Kant considera que se trata de un acto moralmente bueno, actos en los que se procede conforme al deber y no se sigue inclinación alguna.
EL DEBER SEGUN KANT
"EL DEBER REFIERE A QUE LA 'BUENA VOLUNTAD', BAJO CIERTAS LIMITACIONES NO PUEDE MANIFESTARSE POR SÍ SOLA. EN LA MEDIDA QUE EL CONFLICTO SE HACE PRESENTE, LA BUENA VOLUNTAD SE LLAMA DEBER"
KANT DEFINE EL DEBER COMO "LA NECESIDAD DE UNA ACCION POR RESPECTO A LA LEY".