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El emo es un género musical derivado del post-hardcore nacido a finales de los años '80 y que se diferencia de éste por su sonido más lento y melódico. También está considerado una corriente del rock alternativo.
El estilo musical surgió en Washington D.C.
El movimiento "emo" esta estereotipado por el uso de cabellos lacios y negros (con un flequillo tapando un ojo o ambos), polos apretados, pantalones slim-fit o "pitillo" y lentes de montura de carey.
El modo de vestir es una característica
notable de este género, aunque no sea necesario.
"Emo" es un apócope del término "emotional
hardcore" o "emo-core". Sus músicas abordan temas personales e introspectivos.
El estilo musical ha sido criticado por su androcentrismo. Donde el hombre es el objeto principal de las canciones, parte primaria de las emociones y protagonista. La mayoría de los cantantes emo son varones.
El estilo musical recibió una violenta respuesta en la sociedad. En Rusia, la cultura emo fue considerada como "una peligrosa tendencia adolescente", seguido de una vigilancia de páginas web emo y comportamientos en colegios.
En 2008, la revista "Time" reportó la aparición de bandas "anti-emo", conformados por punk y metaleros, atacando a adolescentes en México. Los "anti-emo" apoyaron el acto con frases como "Matemos a los emos".
Recientemente, en mayo 2010, en Arabia Saudita, 10 chicas emos fueron arrestadas por la policía religiosa por violar la vestimenta y comportamiento islámico.
La subcultura "emo" se caracteriza por su relación con el suicidio, principalmente con el corte de venas o el colgamiento. Muchos explican que se deben a los mensajes melancólicos de las canciones.
A pesar de su dispareja aceptación, la subcultura emo se fue desarrollando con fuerza en la actualidad y sigue cambiando la ideología de algunos adolescentes. Se espera que esta subcultura llegue a alcanzar una colosal cantidad de seguidores como los otros géneros musicales.
El 8 de mayo de 2008, "The Sun" publicó una nota sobre Hannah Bond, una adolescente con doble vida. Estaba inmersa, secretamente, en la subcultura "emo". Acabó su vida colgándose con una corbata.
El suicidio de Hannah Bond tejió muchas explicaciones. Según la madre, antes de su muerte, Bond estaba adicta al Internet y estaba obsesionada con las canciones de My Chemical Romance. En ese tiempo, 2006, el grupo publicaba su álbum "The Black Parade", una linea de historia sobre un hombre que muere de cáncer.