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Veamos Mateo 13:44
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Veamos Mateo 13:44-46
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Introduccion
¿Por qué el hombre no se quedó de inmediato con el tesoro si él se lo encontró?
La razón por la cual el hombre no tomó para sí el tesoro, fue porque este se encontraba en un campo que no era de su propiedad. Es por eso que vende todo lo que tiene y compra el campo.
Cuando aquel hombre encuentra el tesoro se llena de alegría y toma la decisión de vender todas sus cosas para comprar el campo donde se hallaba el tesoro. Nuestras vidas se ven reflejadas en aquel hombre. A medida que avanzamos en nuestro caminar por esta tierra, vamos adquiriendo diversos tipos de bienes
en ocasiones, el haber alcanzado todo esto, nos hace pensar erróneamente que la felicidad depende de ello. Pero la realidad humana demuestra fielmente que buscar la felicidad en los bienes materiales y en los placeres del mundo es una vana ilusión. Lucas 12:15-21
Para comenzar a experimentar segun Mateo 13:44 la verdadera felicidad necesitamos:
“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo”. Si el tesoro está escondido entonces hay que buscarlo. Jesús es ese tesoro escondido y para encontrarlo necesitamos ser sensibles a la voz del Espíritu Santo que nos dice que le entreguemos nuestra vida a Jesús; necesitamos apreciar la misericordia de Dios y ser receptivos a Su amor.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.(Salmo 19:7-10)
Cuando tenemos una experiencia real y personal con Jesús comprendemos que todo posee un valor inferior a Él, por eso cuando se trata de apropiarnos de Su Salvación y Su Propósito, nos vemos desafiados a reevaluar el lugar que ocupan en nuestras vidas los bienes materiales y las actividades que nos producen placer y a tomar la decisión de entregarle a Jesús el primer lugar en nuestro corazón. (Mateo 16:25-26)
“y compra aquel campo”. El único “pago” que debemos efectuar para recibir la salvación es el de creer absolutamente en Jesús como el Salvador de nuestras vidas. Jesús nos dice hoy: “el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17).
Conclusion
Es posible experimentar la verdadera felicidad, solo necesitamos asegurarnos de buscarla en la persona y el camino correcto, esa persona se llama JESUS y ese camino es el de su propósito.
2Corintios 9:7