¡Tirar la toalla!
Faltaba muy poco para que empezara la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que se acercaba el momento en que dejaría este mundo para ir a reunirse con Dios, su Padre. Él siempre había amado a sus seguidores que estaban en el mundo, y los amó de la misma manera hasta el fin.
Aun antes de empezar la cena, el diablo ya había hecho que Judas hijo de Simón, el Iscariote, se decidiera a traicionar a Jesús.
Dios había enviado a Jesús, y Jesús lo sabía; y también sabía que regresaría para estar con Dios, pues Dios era su Padre y le había dado todo el poder. Por eso, mientras estaban cenando, Jesús se levantó de la mesa, se quitó su manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en una palangana, y comenzó a enjuagar los pies de sus discípulos y a secárselos con la toalla.
Juan 13:1-5 (TLA)
Cuando por el propio pecado tenemos consecuencias y no queremos sufrir, o no queremos asumir nuestra falla.
Cuando no asumimos mis actitudes y reacciones al enfrentar ciertas dificultades o problemas.
Cuando me someto a mis emociones y me dejo controlar por ellas, volviéndome pesimista y negativo en todo.
Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas...
Juan 16.33
Jesús dispuesto a sufrir
...y Jesús sabía que se acercaba el momento...
Juan 13.1
Jesús dispuesto a no rendirse
¿Cuál es nuestra excusa hoy?
Jesús se levantó de la mesa, se quitó su manto y se ató una toalla a la cintura.
Juan 13.4
SANSÓN tenía el cabello largo y era un mujeriego
La MUJER SAMARITANA era divorciada…
Cristo se ciñó la toalla