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El versículo 28 comienza diciendo: “Y sabemos que”; este saber es el resultado de conocer. Conocemos a Dios cuando pasamos tiempo y entramos en intimidad con él, cuando con corazón sincero le contamos acerca de nuestros deseos, anhelos, proyectos, luchas y dificultades, cuando buscamos su consejo para tomar decisiones en nuestra vida. Necesitamos conocer la naturaleza de Dios, quién es él, experimentar su inmenso amor , lo que me promete y lo que espera de mí; como hijo suyo debo saber a qué tengo derecho. Esto se da cuando leo y medito la Palabra, cuando llevo una vida devocional ordenada.
Tú has sido llamado por Dios con propósito; ¿cuál propósito?
Alcanzar salvación (1Pedro1:9)
9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
ser como Jesús (Romanos 8:29)
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. (salmo 139)
anunciar las virtudes de Dios (1Pedro 2:9).
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
El versículo 28 finaliza diciendo: “todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Cuando una persona toma la decisión de desarrollar o retomar el propósito que Dios tiene para su vida, toda situación adversa es transformada por Dios para su bien. El propósito de Dios en una persona es el detonante de fe que lo saca de donde esté, lo impulsa y lo lleva hasta la meta.
EL DIOS DE LAS VICTORIAS
En el Antiguo Pacto encontramos que el Dios de Israel, nuestro Dios, es quien le daba la victoria sobre todos sus enemigos. Nuestro Señor Jesucristo venció el pecado, la muerte y la maldad. Todos los que hemos creído en su sacrificio en la cruz somos participantes de su victoria. Su victoria es nuestra victoria. El apóstol Pablo declaró estas tremendas palabras: “pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús”. Así que tenemos suficientes razones, y razones de peso, para enfrentar las pruebas y adversidades de la vida, por difíciles que se muestren, con la seguridad de obtener victoria sobre cada una de ellas. Vamos a considerar estas 3 enseñanzas fundamentales:
El versículo 28 continua diciendo: “a los que aman a Dios”; amar significa entregarlo todo, respetar, honrar, creer y confiar en él, obedecerle. Es tiempo ya de tomar la firme decisión de amar a Dios, de llevar una vida limpia, de alejarnos del pecado, de renunciar a todo aquello que nos mantiene en estado de postración, de levantarnos y encaminarnos hacia lo que Dios tiene preparado para nosotros.
El hecho que hoy estés aquí es una clara evidencia que Dios puso sus ojos sobre ti y te eligió para su propósito.
Sin importar el problema en el que estés, si hoy tomas la decisión de confiar en Jesús, de amar a Dios y aceptar su propósito, Dios cambiará para bien tu situación y alcanzarás la victoria.