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determinar qué precio ponerle a nuestros productos, no debe ser una tarea tan simple, debe ser una decisión que meditemos y analicemos bien. Estos dos métodos no deben ser usados exclusivamente, pero sí debemos tomarlos en cuenta al momento de definir los precios, siempre debemos saber cuáles son los costos de nuestros productos
De modo que, por ejemplo, tratemos de alejarnos lo más posible del punto de equilibrio (donde los costos son iguales a las ventas). Y siempre debemos conocer cuál es el promedio de precios de los productos similares al nuestro, de modo que nos sirva como referencia para, por ejemplo, no alejarnos mucho de dicho promedio.
Incremento sobre el costo total.
Se le añade un porcentaje de beneficio al costo total. Este es un sistema aplicado principalmente por los intermediarios.
dadas las características de nuestro producto, sus beneficios, su exclusividad, la identificación de la marca, el lugar de la venta, etc.
Al momento de definir el precio de nuestros productos, siempre debemos ponernos en el lugar de los consumidores, cuánto creemos que estarían dispuestos a pagar por nuestros productos dados los precios de los productos de nuestra competencia
Añadiendo al costo marginal (costo de producir una unidad más), una cierta cantidad. Así cubre totalmente los costes variables y permite una mayor flexibilidad, para fijar precios más competitivos en las situaciones que sean necesarios.
Cuando la demanda de un producto es elevada su precio tiende a subir, mientras que en situaciones de recesión tiende a la baja; y todo ello sucede aunque los costos no varíen. En el caso de subir nuestro precio disminuirán nuestras ventas y viceversa.
consiste en determinar el precio de nuestro producto, basándonos en el promedio de los precios de los productos similares al nuestro que existan en el mercado.
Consiste en fijar los precios basándose en la presunción de los efectos que los mismos vayan a tener sobre la demanda.
Consiste en vender un mismo producto a distintos precios, dependientes del lugar, del cliente o de la época del año de que se trate.
Consiste en probar durante un período de tiempo, varios precios para un mismo producto, con el fin de determinar la repercusión de los mismos en la demanda, y fijar el más conveniente para los objetivos de la empresa.