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El Banquete
El amor es un Dios.
El amor no es hermoso ni feo
Existe una relación entre el amor y la medicina
Belleza
El placer supremo.
El mito: Los Andróginos.
Platón denominó Formas o Ideas a los objetos del conocimiento inmutable. Hay una Forma para cada clase de objeto para el que existe un término en el lenguaje (por ejemplo, “gato, “redondo”, etc). Platón creía que los objetos percibidos eran copias imperfectas de estas Formas, ya que aquellos se hallan en cambio permanente y son relativas al que las percibe.
Platón tiene una pobre concepción del placer –herencia pitagórica–: el cuerpo busca el placer y evita el dolor, esto sólo obstaculiza la contemplación del Bien. En sus últimos escritos, algunos placeres, como el goce estético que se obtiene de la Belleza, se consideran saludables, rechazándose la vida puramente intelectual como demasiado limitada.
Platón fue el primer gran innatista. Ya que según él todo conocimiento es innato, debe existir en todo ser humano desde el nacimiento. Los objetos percibidos se parecen a las Formas de las que participan, y esta semejanza, unida a la instrucción, estimula al alma Racional para que recuerde cómo son las Formas
Dada su desconfianza de la percepción, apenas habló de la Fisiología, ciencia empírica. Sus ideas al respecto eran las convencionales entre los griegos. La visión, por ejemplo, obedece a la emisión de rayos visuales por nuestros ojos que repercuten en los objetos situados en la trayectoria visual.
Platón dividía el alma, o mente, en tres partes. Primero estaba el alma inmortal o Racional, localizada en la cabeza. Las otras dos partes del alma son mortales: El alma Impulsiva o animosa, orientada a conquistar el honor y la gloria, se localiza en el tórax, y el alma Pasional y apetitiva, interesada en el placer corporal, en el vientre
Platón creía en la reencarnación. Al morir, el alma racional se separa del cuerpo y alcanza la visión de las Formas. Según el grado de virtud alcanzado se reencarna entonces en algún lugar de la escala filogenética. Cuando el alma se reencarna en un cuerpo lleno de necesidades y sensaciones cae en un estado de confusión. La educación consiste en ayudar al alma Racional a conseguir el control del cuerpo y de las otras partes del alma.
Platón crea el mito de la caverna para mostrar en sentido figurativo cómo la vida nos encadena mirando hacia la pared de una cueva, desde que nacemos y, cómo las sombras que vemos reflejados en la pared componen nuestra realidad.
La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro".
Apología de Sócrates da una versión del discurso que Sócrates que pronunció como defensa, ante los tribunales atenienses, que le acusaron por corromper a la juventud.
Aunque su datación exacta es incierta, el texto, pertenece al ciclo platónico de las primeras obras llamadas «socráticas», que Platón escribió en su juventud.
La tercera donde Sócrates es condenado a muerte
La primera parte para propia defensa de Sócrates, y que contiene las partes más famosas del texto, como el recuerdo que realiza su amigo Querefonte al Oráculo de Delfos y su refutación a Meleto
La segunda parte, donde se
discute la condena a muerte.
Su amigo Querefonte , un día fue a Delfos y pregunto al oráculo si había un hombre mas sabio que Sócrates a lo que la pitonisa respondió que no.
Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón distingue dos modos de realidad
Lo denomina "Idea", tiene las características de ser inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto,ajena al cambio, y constituye el modelo o arquetipo
La sensible, constituida por lo que ordinariamente llamamos "cosas", y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible.
Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de la teoría de las Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo inteligible y la realidad sensible o mundo visible, que aboca a la filosofía platónica a un dualismo.
En cuanto a las Ideas, representan aquello que está comprendido en el concepto; pero con la particularidad de que no se puede confundir, por lo que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que expresamos a través del lenguaje.
El primer rango le corresponde a la Idea de Bien, tal como nos lo presenta Platón en la "República", aunque en otros diálogos ocuparán su lugar lo Uno, la Belleza, o el Ser, que representan el máximo grado de realidad, siendo la causa de todo lo que existe.
La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre otros, el problema de la unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento común a todos los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real
En el mito del carro alado, Platón elige tres personajes para representar los atributos del alma y de esta forma poder reflejar su comportamiento.
El primer personaje que hallamos en el mito del carro alado, es el auriga. El auriga, en la antigüedad, era un esclavo que conducía el carro de un alto militar. Este era elegido entre los esclavos de mayor confianza. En el mito del carro alado, el auriga es el cochero que conduce el carro de dos caballos. Uno de los caballos es blanco, hermoso, bueno y representa la parte noble y racional del alma; el otro caballo es negro y feo, que representa las pasiones del alma.
El mundo donde viven los dioses es hermoso, sabio, bueno y hace crecer las alas del carro; en cambio todo lo que es contrario al mundo de las ideas y lo divino las hace perecer y le arrastra al mundo de las cosas materiales, el mundo sensible, el mundo perceptible al ser humano a través de los sentidos.
Cuando cae al mundo de las cosas materiales, se encarna en un cuerpo. El cuerpo será, en relación con la jerarquía platónica, un amante de la sabiduría (siendo lo más puro) hasta ocho otras cosas distintas, siendo la penúltima un sofista y la última un tirano. Al acabar la vida de ese humano, el alma es juzgada, si se ha dedicado al conocimiento de la belleza y la sabiduría volverá al mundo de las ideas, y si no, se volverá a reencarnar en otro cuerpo.
Así, Platón nos presenta al conocimiento asociado a la belleza y ambos nos acercan al mundo de las ideas, que es el mundo de los dioses. Por el contrario, las pasiones y la fealdad van de la mano y atan al alma humana a lo terrenal, alejado del conocimiento y del mundo de las ideas. El tránsito por la tierra debe servirnos para llegar al mundo perfecto.