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Los procesos de socialización primaria, antes a cargo de las familias, han pasado a manos de los medios de comunicación y de la escuela, que no siempre está preparada para asumir los nuevos roles que la sociedad le encomienda.
Por eso tiene que evolucionar hacia un modelo verdaderamente educativo, en el que el currículo se base en los problemas de la vida diaria, se trabaje con una pedagogía abierta, flexible e integradora, se persiga un aprendizaje relevante y útil al alumnado, se posibilite una organización espacio-temporal alternativa flexible, se conciba la evaluación como forma de superar y no de construir barreras educativas y se busque una convivencia democrática basada en el consenso.
En la actualidad, se piensa más en en constructivismo sociocultural dentro de las instituciones educativas. Si aceptamos esto, también tenemos que aceptar que cuando el alumno llega al colegio, lo hace con una cultura que es resultado de mecanismos de aprendizaje y del contexto que le ha rodeado.
La escuela no sólo debe ser respetuosa con los diferentes individuos sino que también debe tener en cuenta su potencial para aprovecharlo al máximo.
PÉREZ GÓMEZ ve la escuela como un espacio ecológico de convivencia de las 5 culturas (crítica, social, académica, experiencial e institucional).
MATERIALES CURRICULARES
Son los que nos informan y ayudan a tomar decisiones sobre qué, cómo, cuándo y para qué enseñar en los diferentes niveles de concreción.
Nos ayudan a decidir nuestros objetivos, los contenidos que trabajaremos, la metodología que seguiremos, los materiales a los que recurriremos, la forma en que evaluaremos, etc.
Podemos incluir tanto los decretos reguladores como los materiales teóricos.
MATERIALES QUE DESCRIBEN LA PRÁCTICA EN EL AULA
Son los que usamos en un nivel mucho más concreto: el de la toma de decisiones sobre el día a día del proceso de enseñanza-aprendizaje, los objetivos para un tiempo concreto, los tres tipos de contenidos que se trabajarán para lograrlos, las actividades, la evaluación del proceso y de los resultados, la organización espacial y del alumnado, los materiales, etc.
En este apartado, aparte del material teórico, podemos incluir los libros de texto, las guías didácticas, etc. y además toda la gama de recursos didácticos.
Es importante acudir a la teoría antes de responder a las cuestiones que surgen al planificar las clases. Hacerlo nos puede ayudar a evitar los errores que pueden derivar de elegir una opción basándonos sólo en nuestras intuiciones.
Además, representa una buena forma de someter nuestra labor a revisión. Confrontar nuestra práctica docente con las distintas propuestas que hacen los estudiosos de los distintos temas supone una magnífica oportunidad para reflexionar y someternos a la autocrítica.
Los libros de texto han evolucionado mucho en los últimos tiempos. Richards (2001) hace referencia a cómo en su diseño intervienen una serie de intereses contrapuestos, los del autor y los del editor, y cita a Haines (1996: 27): van enfocados a la enseñanza de fines específicos, aparecen más referencias culturales, se ha mejorado el diseño, aparece un lenguaje más auténtico...
Richards (2001) y García, Segura y Zamora (1994) enumeran una serie de ventajas e inconvenientes:
VENTAJAS
- El profesor se asegura de contar con una serie de materiales seleccionados por profesionales con contenidos actualizados y bien secuenciados, que trabajan las cuatro destrezas y que aportan un input suficiente.
- Pueden ayudar al docente a aprender sobre cómo hacer programaciones, cómo diseñar actividades, cómo secuenciar contenidos, etc.
- Aportan una gama de materiales didácticos complementarios cada vez más amplia.
- Suponen seguridad y ahorro de tiempo para el profesorado.
- El alumnado dispone de material organizado y secuenciado para poder trabajar sólo durante un largo período de tiempo.
INCONVENIENTES
- No se adaptan a las necesidades e intereses de grupos concretos.
- Son demasiado previsibles, anulan el elemento sorpresa.
- Dejan poco margen a la autonomía y creatividad del profesor y del alumno.
- Sus costos son muy elevados y en seguida quedan desfasados al sacar nuevas versiones las correspondientes editoriales.
Es conveniente hacerlo teniendo en cuenta algunos criterios claros, que variarán mucho dependiendo de la persona que tenga que hacer la elección. Diferentes autores han propuesto listados de criterios:
Dudley-Evans y St. John (1998) aplican criterios fáciles:
-Resultará el material estimulante y motivador?
-Hasta que punto coinciden los objetivos del material con los del docente?
-Hasta que punto servirán para apoyar el proceso de aprendizaje?
Cunningusworth (1995) utiliza otros más complejos:
-Objetivos y enfoques.
-Contenido lingüístico.
-Diseño y organización.
-Destrezas.
-Temas.
-Metodología.
-Guía didáctica.
-Consideraciones prácticas.
Si queremos hacer de nuestra clase un lugar donde se trabaje y se reflexione sobre temas que resulten significativos y que entronquen con lo que preocupa a los alumnos y les motive, tendremos que plantearnos hacer un uso flexible de él.
Sus contenidos se nos pueden quedar