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LUMBARIZACIÓN
Anomalía de la primera vértebra sacra, que se individualiza y se vuelve más o menos semejante a la quinta vértebra lumbar.
SACRALIZACIÓN
Alteración en la disposición y morfología de la última vértebra lumbar, L5, que hace que se asemeje a la primera sacra (sacralización de L5).
Clasificación segun Castellvi (1984). Halló hasta 4 tipo de variedades o grados para caracterizar las anomalías de transición lumbosacras basándose en la características morfológicas del cuerpo vertebral transicional y especialmente en la existencia de apófisis transversas (una o las dos).
Nicholson realizó una clasificación basadas en la apariencia y altura,no del cuerpo vertebral, sino del espacio discal transicional.
De esta forma, cuando exista una lumbarización de S1, el disco S1-S2 se mostrará rudimentario (en condiciones normales no es identificable).
Otras clasificaciones tienen en cuenta la propia morfología de cuerpo vertebral transicional considerando su apariencia más o menos cuadrada o trapezoidal en función de la ratio entre platillo vertebral superior e inferior del mismo, aunque con resultados escasamente reproducibles.
La lumbarización de S1 y la sacralización de L5 se denominan conjuntamente “anomalías de transición lumbosacra”. Se observan desde el nacimiento, aproximadamente en un 12% de la población, y su causa es desconocida
Las anomalías de transición lumbosacra se presentan en la práctica clínica (como causa de dolor lumbar crónico) y radiológica habitual con una frecuencia no despreciable.
Su prevalencia, según la literatura científica es altamente variable en la población general, entre un 4 y un 30%, seguramente debido a la ausencia de claros criterios para poder identificar dichas anomalías e incluso al desconocimiento de su existencia o las múltiples variantes anatómicas y grados de lumbarización y sacralización que existen.
Antiguamente se creía que las anomalías de transición podían ser una causa de dolor o causar “inestabilidad”. Además, en las lumbarizaciones o sacralizaciones parciales se asumía que esa articulación parcial y rudimentaria degeneraría más rápidamente que el resto, y podría causar dolor.
Los estudios científicos realizados han demostrado que realmente son hallazgos radiológicos casuales, que no pueden ser considerados como causa de dolor en sí mismos y resultan irrelevantes.
Un paciente con dolor lumbar crónico puede mostrar una “anomalía de transición”, pero son dos hechos independientes; no le duele “por” la anomalía, que se observa tanto en sanos sin dolor, en pacientes con episodios dolorosos, y en pacientes con dolor crónico.
Al contar las vertebras lumbares nos encontramos con 4 (Sacralización) o 6 (Lumbarización).
La única precaución se refiere a una situación muy específica; si en algún momento resulta necesario operar la zona (por ejemplo, por una hernia discal con criterios quirúrgicos), el cirujano tiene que ser consciente de la existencia de esa “anomalía” para asegurar que identifica correctamente el nivel que tiene que operar.
Ninguno; es una peculiaridad anatómica que acompañará a quien la tiene durante toda su vida.
Es un hallazgo casual en una radiografia