DAÑO PSICOLÓGICO
MsC. Juan Carlos Barrientos
DAÑO PSICOLÓGICO
El daño psicológico se refiere a las LESIONES PSÌQUICAS agudas producidas por un delito violento que en algunos casos pueden remitir con el paso del tiempo, el apoyo social o un tratamiento psicológico adecuado; y, por otro, las SECUELAS EMOCIONALES que persisten en la persona de forma crónica como consecuencia del suceso sufrido y que interfieren negativamente en su vida cotidiana.
- los acontecimientos traumáticos inciden negativamente sobre la percepción de seguridad de las personas, que pierde la confianza básica en la creencia en un mundo justo (Soria, 2011).
- Habitualmente daño psicológico suele ser la amenaza a la propia vida o a la integridad psicológica, una lesión física grave, la percepción del daño como intencionado, la pérdida violenta de un ser querido y la exposición al sufrimiento de los demás, más aún si se trata de un ser querido o de un ser indefenso (Green, 1990).
Daño psíquico en víctimas de delitos violentos (Echeburrúa, 2004, modificado de Esbec 2000):
Fases del daño (Echeburrúa, 2001):
En una primera etapa:
- reacción de sobrecogimiento, con un cierto enturbamiento de la conciencia y con un embotamiento general, caracterizado por lentitud, un abatimiento general, unos pensamientos de incredulidad y una pobreza de reacciones.
En una segunda fase:
- se diluye el embotamiento y se abren paso vivencias afectivas más dramático: dolor, indignación, rabia, impotencia, culpa, miedo, que alternan con abatimiento.
Y por último:
- tendencia a reexperimentar el suceso, bien espontáneamente o bien en función de algún estímulo concreto asociado (como un timbre, un ruido, un olor, etc.) o de algún estímulo más general: una película violenta, el aniversario del delito, la celebración de la Navidad, etc, .
LESIÓN PSÍQUICA:
- Alteración clínica aguda que sufre una persona como consecuencia de haber sufrido un delito violento y que le incapacita significativamente para hacer frente a los requerimientos de la vida ordinaria a nivel personal, laboral, familiar o social.
- Este concepto de lesión psíquica, que es medible por medio de los instrumentos de evaluación adecuados, ha sustituido al de daño moral, que es un concepto más impreciso, subjetivo y que implica una percepción personal más de perjuicio a los bienes inmateriales del honor o de la libertad que de sufrimiento psíquico propiamente dicho (Echeburrúa, de Corral, Amor, 2001).
Lesiones psíquicas más frecuentes:
(Acierno, Kilpatrick y Resnick, 1999 citado en Echeburrúa, 2001).
- Trastornos adaptativos (con estado de ánimo deprimido o ansioso)
- Trastorno de estrés postraumático
- La descompensación de una personalidad anómala.
- A un nivel cognitivo: La víctima puede sentirse confusa y tener dificultades para tomar decisiones, con una percepción profunda de indefensión (de estar a merced de todo tipo de peligros)
- A nivel afectivo: Incontrolabilidad (de carecer control de su propia vida y su futuro)
- a nivel psicofisiológico, puede experimentar sobresaltos continuos.
- A nivel conductual puede mostrarse apática y con dificultades para retomar la vida cotidiana
SECUELAS EMOCIONALES:
(Echeburrúa, de Corral, Amor, 2001).
- Se refieren a la estabilización del daño psíquico, es una discapacidad permanente que no remite con el paso del tiempo, ni con un tratamiento adecuado.
- Se trata de una alteración irreversible en el funcionamiento psicológico habitual o dicho en términos legales más imprecisos conceptualmente, de un menoscabo de la salud mental
Secuelas psíquicas más frecuentes:
(Esbec, 2000 citado en Echeburrúa, 2001).
Modificación permanente de la personalidad (CIE.10, F62.0), es decir, a la aparición de rasgos de personalidad nuevos, estables e inadaptativos (por ejemplo, dependencia emocional, suspicacia, hostilidad, etc.) que se mantienen durante, al menos, 2 años y que llevan a un deterioro de las relaciones interpersonales y a una falta de rendimiento en la actividad laboral
Dificultad de valorar las secuelas
- La valoración se hace a posteriori, es difícil establecer el funcionamiento anterior del sujeto.
- Es difícil establecer el pronóstico que vaya a seguir una víctima..
¿Suceso o serie de Sucesos traumáticos?
- Soria (2011) plantea que cuando hablamos de un suceso traumático, nos estamos refiriendo a unos acontecimientos de carácter marcadamente negativo, que se inicia de forma brusca e inesperada, no resulta posible controlarlos, y que pone en peligro la integridad física y psicológica de las personas que lo sufren de manera directa o indirecta.
- Los mecanismos psicológicos de afrontamiento se ven afectados, por lo que las personas que lo padecen sufren intensas consecuencias, destacando fundamentalmente el terror, la indefensión y los sentimientos de culpa.
Sindrome de la Mujer Maltratada
Labrador, Rincón, De Luis, Fernández-Velazco, (2008)
- Tomado de Leonor Walker, describe las secuelas psicológicas de la violencia doméstica.
- Su origen se centra en la teoría de la indefensión aprendida, reformulada en términos de la depresión humana.
- Explica por qué algunas mujeres no perciben y ejercen alternativas de protección.
- Por el contrario se adaptan a la situación aversiva e incrementan su habilidad para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor.
- Presentan distorsiones cognitivas como la minimización, negación o disociación, que les permiten conseguir soportar los incidentes de maltrato agudo.
Síndrome de adaptación paradójica
- Montero (2001) plantea el Síndrome de Adaptación Paradójica a la Violencia Doméstica (SAPVD), generado como una reacción psicofisiológica y conformado en una serie de modificaciones cognitivas ante un entorno traumático.
- Además indica que existen factores que mantienen la situación de violencia:
- 1. Diversos procesos paralizantes generados y mantenidos por el miedo
- 2. La percepción de la víctima de una ausencia de vías de escape o salida de la situación de tortura
- 3. La carencia de recursos alternativos, sobre todo en el caso de mujeres con hijos que no vislumbran, por causas variadas, un apoyo externo viable.
Pruebas Psicométricas útiles
Psicopatología general
- Inventario Multifasético de Personalidad de Minesota (MMPI-2, MPPI-2-RF)
- Inventario de Evaluación de la Personalidad (PAI)
- Inventario Clínico Multiaxial de Millon-III (MCMI-III)
- Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) (Spielberger et al. 1970)
- Inventario de Depresión de Beck (BDI) (Beck et al. 1979)
- Escala de Autoestima de Rosemberg (Rosember, 1989)
Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
- Escala de Evaluación Global de Estrés Postraumático (EGEP)
- Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático según el DSM-5: versión forense (EGS-F)
- Inventario de Síntomas Traumáticos (TSI) (Briere, 1995)
- Evaluación Detallada del Estrés Postraumático (DAPS) (Foa, 1995)
Proceso de evaluación
- Recibir la solicitud y estudiarla
- Revisar los documentos relacionados con el proceso
- Puntualizar los objetivos de la evaluación
- Llevar a cabo la evaluación estructurar la evaluación (protocolos, técnicas, pruebas)
- Generar las hipótesis
- Realizar entrevistas colaterales
- Análisis e interpretación de resultados
- Interconsulta con colegas y discusión
- Confirmación y descarte de hipótesis
- Elaboración del informe pericial
- Preparación para la posible audiencia
ASPECTOS CENTRALES DE LA PERICIA PSICOLÓGICA
(Asensi, 2008)
- A: Constatar la existencia de maltrato: características demográficas, la historia de la victimización, las circunstancias del maltrato, los trastornos psicopatológicos y la reacción del entorno.
- Vulnerabilidad y personalidad previa de la víctima, las relaciones interpersonales con el maltratador, la existencia de hijos y la relación con los mismos, antecedentes personales, de salud, familiares, educacionales, sociales y laborales.
ASPECTOS CENTRALES DE LA PERICIA PSICOLÓGICA
(Asensi, 2008)
B: Consecuencias psicológicas. Daño psíquico y secuelas: evaluar las consecuencias psicológicas (y repercusiones sociales, familiares, laborales) que la víctima de violencia doméstica haya sufrido.
Existencia de una lesión psíquica como consecuencia de la agresión física y/o psicológica, así como posibles secuelas, es necesario que se detecte mediante sistemas de medición habitualmente utilizados: tests, entrevistas, inventarios u otros.
ASPECTOS CENTRALES DE LA PERICIA PSICOLÓGICA
(Asensi, 2008)
C) Nexo causal:
Si tras la constatación de episodios de violencia psicológica y se sintomatología compatible con las secuelas características de violencia y de concluir, por tanto, que la mujer o los niños, niñas y adolescentes inmersos en situaciones de violencia padecen algún tipo de consecuencias psicológicas, se procederá a establecer nexo causal entre ambas.
ASPECTOS CENTRALES DE LA PERICIA PSICOLÓGICA
(Asensi, 2008)
C) Nexo causal:
Criterios: (Orengo, 2004).
- a) Etiológico: que se basa en conocer la realidad de la situación traumática.
- b) Topográfico: que pretende establecer las consecuencias de la vivencia traumática.
- c) Cronológico: que establece la relación temporal entre las agresiones y las consecuencias.
- d) Cuantitativo: que considera la intensidad del agente que se considera estresante y su relación con la gravedad de las lesiones o secuelas originadas.
- e) De continuidad sintomática: que se aplica en los casos en que las secuelas se manifiestan o siguen manifestando cierto tiempo después o con bastante posterioridad al momento de la situación o vivencia estresante.
Estrés postraumático
- El Término fue introducido en 1980 por la American Psychiatric Association dentro del DSM-III.
- El uso del diagnóstico del TEPT en el ámbito forense es controvertido por la naturaleza subjetiva de los síntomas y el riesgo de simulación con la finalidad de obtener un beneficio económico o de eximir o atenuar la responsabilidad penal de un acto criminal.
- Faust y Ziskin (1988) criticaron el uso forense del trastorno de estrés postraumático debido a que dicho trastorno carece de probada fiabilidad diagnóstica y de validez.
- Los test psicológicos que se utilizan para la evaluación del TEPT, son obvios y se pueden responder en el sentido deseado, siendo susceptibles a la simulación (Resnick, 1997; Keane, Buckley, & Miller, 2003).
DIAGNOSTICANDO EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
- Es necesario que los síntomas psíquicos aparezcan tras la exposición a un evento traumático.
- Cambio en el nivel funcional del sujeto: evidente cambio entre la conducta pre-trauma y la post-trauma, “malestar clínicamente significativo o deterioro a nivel social, ocupacional u otros niveles importantes de funcionamiento”.
- Se hace necesario comprobar de modo objetivo estos cambios, a través de informes colaterales de familiares, amigos o conocidos.
- Además, se debe constatar que este deterioro funcional es consecuencia directa del trastorno diagnosticado y no haber sido previo.
- Algunos sujetos desarrollan trastornos tales como:
- depresión mayor
- abuso de sustancias
- trastorno de pánico
- trastornos de conducta
- trastornos de la conducta alimentaria
- trastorno de ansiedad generalizada
- fobia social o fobia específica.
- Estos trastornos pueden aparecer antes, después o simultáneamente con el TEPT.
Modelos de Dohrenwend y Dohrenwend (1974):
- 1. Modelo de victimación: el estrés acumulativo es causa directa de la aparición de psicopatologías, otorgando poco valor a las disposiciones personales.
- 2. Modelo de vulnerabilidad: las disposiciones previas y las condiciones ambientales interaccionan en la patología. Se otorga especial importancia a la vulnerabilidad personal del sujeto.
- 3. Modelo aditivo: propone que tanto las disposiciones personales como las condiciones ambientales realizan contribuciones causales independientes pero sumativas.
- 4. Modelo de cronicidad: las situaciones sociales y de las disposiciones personales influyen en la cronicidad de los trastornos.
- 5. Modelo de propensión: la presencia de una psicopatología lleva o produce eventos vitales estresantes, los cuales, a su vez, exacerban o incrementan la gravedad de la alteración.
Factores de vulnerabilidad de la víctima:
(Echeburúa, 2009; Pérez y Vázquez, 2006)
- a) Desajustes en la personalidad de base:
- Déficit en el rasgo apertura (dificultad para adaptarse a los cambios).
- Desregulación emocional
- Pobre autoconcepto y baja autoestima
- Estilo atribucional interno respecto a la responsabilización del delito (la persona se responsabiliza del delito bien por conductas que ha llevado a cabo, bien por aspectos de su personalidad).
- Estilo atribucional externo respecto a la capacidad de superación del trauma (afrontamiento pasivo).
- Bajo nivel intelectual
- Limitaciones en la capacidad de resolución del duelo (percepción del delito como algo extremadamente grave e irreversible).
- Trastorno de personalidad (Eje II)
Factores de protección o resiliencia
(Carrobles y Benevides, 2009; Rojas, 2010; Vázquez, Castilla y Hervás, 2009)
a) Variables de personalidad:
- Control emocional
- Adecuado autoconcepto y autoestima con aceptación de las limitaciones personales.
- Flexibilidad cognitiva
- Tendencia al optimismo
- Estilo atribucional externo respecto a la responsabilidad del delito.
- Estilo atribucional interno: controlar el curso de los acontecimientos.
- Tendencia a experimentar emociones positivas
b) Estrategias de reinterpretación positiva de situaciones y hechos adversos.
c) Apoyo social y participación en actividades sociales
d) Implicación activa en el proyecto de vida (profesión, familia, actividades de voluntariado, etc.).
e) Afrontamiento de las dificultades cotidianas
f) Aficiones gratificantes y gran variedad de intereses
g) Sentido del humor
h) Existencia de un propósito significativo en la vida
i) Recibir apoyo psicológico profesional
Problemas de diagnóstico
Robles y Medina (2008) citan algunos síntomas tales como:
- problemas de atención o concentración son comunes a otras 32 categorías diagnósticas
- humor irritable o irritabilidad son comunes a otras 23 categorías
- insomnio es común a otros 32 diagnósticos.
Los clínicos que tienden a empatizar excesivamente con sus pacientes tienen cesgos por sobreidentificarse con su patología
Signos de sospecha surgidos de la práctica pericial:
(Esbec y Gómez-Jarabo, 1999; Ruiz, 2007)
- a) Falta de cooperación con el perito, actitud defensiva ante la evaluación con parquedad en la información aportada, discrepancia entre los datos suministrados por el peritado y la documentación existente (necesario vaciado de autos antes de enfrentar la exploración pericial).
- b) Inexistencia documental de los trastornos aludidos (no intervenciones clínicas previas).
- c) Falta de adherencia a los tratamientos psicofarmacológicos y/o psicoterapéuticos.
- d) Utilización de términos técnicos generales para describir su estado mental (e.g., ansiedad, depresión, etc.) advirtiéndose dificultad para explicar de una forma concisa y funcional la sintomatología que engloba el término (conceptos vacíos de contenido).
- e) Escasos o nulos avances terapéuticos (en algunos casos incluso se refiere un empeoramiento tras la intervención sin fundamento clínico).
Signos de sospecha surgidos de la práctica pericial:
(Esbec y Gómez-Jarabo, 1999; Ruiz, 2007)
- f) Recidivas contingentes con determinadas actuaciones judiciales en relación al proceso legal.
- g) El peritado “predice” su empeoramiento o su falta de mejoría.
- h) En la historia clínica del paciente aparece alguna intervención por la patología que pretende simular en la actualidad o el peritado cuenta con formación clínico-sanitaria o en su contexto próximo se ha padecido dicho trastorno. Una experiencia anterior facilitará una reproducción clínica más realista de los síntomas.
- i) No se aprecia urgencia en el peritado para terminar con su condición psicopatológica.
- j) Conformación de base de personalidad propia de personalidades inmaduras (cluster B). Especial capacidad de simulación por su virtuosismo en el arte del engaño tienen las personalidades psicopáticas.
- k) Es frecuente que los simuladores cedan al sesgo confirmatorio de preguntas periciales sugestivas y/o sugerentes de dificultades o alteraciones psicopatológicas.