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Es una cuestión básica a la hora de poner en marcha cualquier negocio, en nuestro caso, un restaurante.
Una cuestión que, por muy elemental que parezca, reviste una importancia fundamental, a pesar de que la pasemos por alto en numerosas ocasiones, lo que sería un gravísimo error. Hablamos de la segmentación de los públicos o clientes de un restaurante.
Segmentar nuestro público no es sinónimo de restringirlo. Nuestro objetivo es llegar al mayor número de personas posible, pero es fundamental decidir qué perfil específico de cliente será el que se relacione con nuestro establecimiento. El análisis del público objetivo es una de las primeras estrategias que debemos poner en marcha a la hora de abrir un nuevo negocio.
Segmentación por sexos
Es la segmentación menos determinante. En lo único que existe una diferencia es en la ubicación de los lugares frecuentados por hombres y mujeres. Es decir, las mujeres suelen comer en restaurantes y bares instalados en zonas céntricas y suelen prestar más atención a aspectos decorativos que los hombres, prefiriendo tonos suaves.
Es la división más determinante, ya que la oferta es amplia y complejo. Podemos encontrar una gran cantidad de restaurantes que ofrecen cientos de modelos de gastronomía y precios.
El tipo de decoración, el tipo de comida, la ubicación…son aspectos ineludibles en este caso. Si nuestra intención fuera inaugurar un restaurante a la carta tendríamos que realizar una investigación basada en la segmentación por ingresos. Obviar esta cuestión es un error que pude salir caro al restaurante.
Segmentación por edad:
Lo normal es agrupar a los clientes en 5 grandes grupos de edades:
Esta dirigido a niños, hasta los 14 años normalmente. Los niños suelen ir acompañados de padres, tutores, familiares; en definitiva, por adultos.
Los gustos del mercado infantil suelen ser sencillos, apostando por comida rápida, como son hamburguesas, pizzas, perritos calientes y similar, siendo el acompañante principal de los platos las patatas fritas.
En este caso, los clientes gozan de una mayor independencia, aunque no económica. Es por ello que los menús de precio asequible y la comida rápida, además de la pasta, son los platos ganadores.
Mercado de personas jóvenes.
O mercado de personas en formación. Se tarta de un grupo de edad muy parecido al anterior (de 20 a 25 años, aproximadamente), conformado por estudiantes con bajo nivel adquisitivo.
La comida rápida y los platos combinados se encuentran a la cabeza.
Es el grupo de edad más amplio
(de los 26 años a los 60,aprox).
En este caso, la diferencia se constata en un mayor poder adquisitivo. Se interesan por restaurantes a la carta, más tradicionales.
-Se trata del grupo compuesto por comensales de más de 60-65 años, que prefieren restaurantes tranquilos, productos de alimentación más ligeros, incluso dietéticos.
Segmentación por nacionalidades
Como consecuencia de la importancia turística y el interés de los diversos grupos de distribuidores en la gastronomía, es importante apostar por adaptar la oferta a las diferentes nacionalidades.
Arriesgarse con la comida internacional puede ser una garantía, igualmente.
Segmentación por beneficio.
Aunque parezca paradójico muchas veces tu cliente no entra a tu restaurante a comprar comida, sino un beneficio tangible o intangible como puede ser:
Beneficio: Ahorro de tiempo y dinero.
Beneficio: Poder vivir una experiencia superior a un precio menor.
Comida gourmet en las afueras de la ciudad.
Beneficio: El cliente consigue exclusividad, servicio muy atento y montajes de alta cocina.
Segmentación por zona geográfica
Dependiendo del tipo de producto que tengas y dónde estés ubicado tienes que plantearte lo siguiente:
¿De dónde son mis clientes?
¿Quiero atraer a clientes de un barrio en concreto?
¿De la totalidad de la ciudad?
¿Vienen mis clientes de mi país o del extranjero?
¿Está mi restaurante en un clima húmedo, caluroso, frío?
Piensa de dónde vienen tus clientes. No es lo mismo crear productos para turistas que para locales. No es igual atraer gente a un barrio de moda que si estás alejado de todo.
Agrupar a los clientes que comparten una característica demográfica:
¿Quieres centrarte en personas jóvenes o en personas mayores?
¿Con un poder adquisitivo alto, medio o bajo?
¿Hombres o mujeres?
¿A qué se dedican?
¿Están casados o solteros?
Para el mundo gastronómico, agrupar por razones de uso nos da muchas nuevas herramientas para vender exactamente lo que el cliente está buscando y hacer sugerencias para vender más.
Por ejemplo, si grupos de clientes van a celebrar cumpleaños como estándar del negocio, se les puede ofrecer cócteles; si entre semana tienes sobre todo directivos y empresarios, se les puede ofrecer productos premium, ya que ellos no son sensibles al precio.
También puedes segmentar por el número de personas que entran al restaurante, ya que no entrarán al restaurante por las mismas razones, ni esperarán la misma atención un grupo de amigos o una pareja que una persona sola, segmento que, según OpenTable, ha crecido un 64 %.
Partiendo de la premisa de que debemos tratar a todos nuestros clientes como invitados vips y deberían ser igual de especiales y ser atendidos de la misma manera, sí que se puede segmentar por el esfuerzo o la inversión de tiempo que hacemos con cada uno de ellos. Se pueden agrupar por clientes frecuentes, esporádicos, etc., e invertir más tiempo con los frecuentes, ofrecerles más servicios, más productos.
Fuentes consultadas: