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Actualmente los pacientes, conocen sus derechos y están más informados sobre su enfermedad por lo que cuestionan al médico sobre el curso de la misma.
Ante estos casos, los principios éticos ayudan al médico a evitar dificultades y servir como recordatorio de las obligaciones y los deberes comunes a los que ejercen la profesión médica.
Con la identificación de los principios se sentaran las bases para que el médico lleve a cabo la atención de los pacientes con calidad no solo profesional, sino también en el sentido humano.
Cada día los médicos encaran dilemas éticos en su actividad profesional y proyectan un sistema de principios y valores que regula su comportamiento a través de la relación médico paciente.
Sin embargo, el contexto globalizado, tecnificado y burocrático de una institución o de la propia sociedad pueden influir en ambos y distorsionar la relación influyendo en la toma de decisiones.
En el año 1979, los biotistas T. L. Beauchamp y J. F. Childress, definieron los cuatro principios básicos de la ética médica, que son:
Son normas prácticas universales propias del actuar del médico llamados prima facie, o sea que siempre deben ser respetados.
El principio de autonomía, aplicado en el área médica alude al derecho del paciente de decidir por sí mismo sobre los actos que se practicarán en su propio cuerpo y que afectarán de manera directa o indirecta su salud, su integridad y su vida.
Se refiere a todo aquello que hace el profesional de la salud para prevenir el daño, suprimirlo o promover el bien del paciente.
La beneficencia conforma la máxima Ética del actuar médico y simboliza el humanismo que ha caracterizado a la medicina.
El principio de no maleficencia, es el más atendido y con mayor apego en la práctica clínica y significa que cualquier acto médico debe pretender “en primer lugar no hacer daño alguno”, de manera directa o indirecta.
Se refiere a que el profesional de salud debe proceder de igual manera con todos los pacientes y otorgar la atención que requieran para satisfacer sus necesidades de salud conforme a la ciencia médica, a la razón y al derecho.
La aplicación de los principios éticos no esta exenta de dificultades que, con frecuencia, dan lugar a controversias en la interpretación o por contradicción de un principio por otro, por ejemplo:
La aplicación de los principios éticos, como normas de conducta, orientan el actuar del médico y le son útiles para llegar a una adecuada toma de decisiones y para garantizar una atención médica de calidad.