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El concepto de Inteligencia Emocional, aunque esté de actualidad, tiene a nuestro parecer un claro precursor en el concepto de Inteligencia Social del psicólogo Edward Thorndike (1920).
El término inteligencia emocional aparece en la literatura psicológica en el año 1990, en un escrito de los psicólogos americanos Peter Salovey y John Mayer. Sin embargo, fue con la publicación del libro La Inteligencia Emocional (1995) de Daniel Goleman cuando el concepto se difundió rápidamente. A este libro pronto le sigue otro, del mismo autor, con el nombre de La Inteligencia Emocional en la Empresa (1998).
En sentido estricto, los inicios en el estudio de la psicología de la motivación se remontan al filósofo griego Aristóteles (384-322 a.C.), precursor de la futura orientación empirista, en tanto que consideraba la mente del recién nacido desprovista de todo tipo de experiencias.
MOTIVACIÓN:
1. James Stoner: Coautor del libro “Administración”, define la motivación como “una característica de la Psicología humana, que incluye los factores que ocasionan, canalizan y sostienen la conducta. Lo que hace que las personas funcionen”. Esta definición permite valorar la naturaleza intrínseca de la motivación.
2. Esteban Robbins: Consultor internacional en comportamiento organizacional considera que la motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de una persona y la impulsa a lograr un determinado objetivo, el cual le produce satisfacción o bienestar. Este experto asume la teoría de la motivación intrínseca de Herzberg.
3. Adalberto Chiavenato: Experto en desarrollo organizacional, señala que “es el resultado de la interacción entre el individuo y la situación que lo rodea”. Según Chiavenato, lo que origina la activación de la voluntad para hacer o algo por parte de un individuo depende del estímulo del medio ambiente, con lo cual alude a la motivación extrínseca
INTELIGENCIA EMOCIONAL:
1. “Es la capacidad de sentir, entender y aplicar correctamente el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia” (Robert K Cooper).
2. “Es un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propias, así como los de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones” (Peter Salovey , Marc A. Brackett y John D. Mayer).
3. “Es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y los de los demás, motivarnos a nosotros mismos, para manejar acertadamente las emociones, tanto en nosotros mismos como en nuestras relaciones humanas” (Daniel Goleman).
Características de la inteligencia emocional:
• La conciencia emocional: Se refiere a la autoconciencia y la capacidad de comprender las propias emociones.
• El manejo de las emociones: se refiere a la habilidad para controlar los impulsos y la manifestación de las emociones.
• La motivación: se refiere a la habilidad de canalizar y orientar las emociones para incentivar un accionar positivo en el individuo.
• La empatía: se refiere a la capacidad de percibir las emociones y sentimientos ajenos.
• Las relaciones interpersonales: se refiere a la capacidad de manejar las propias emociones en las relaciones con otros individuos.
Características de la motivación:
Es un fenómeno individual: A pesar de que mucha gente puede motivarse con los mismos estímulos, otras personas pueden tener una reacción distinta a la esperada.
• Es un proceso psicológico interno: La motivación corresponde a ser un fenómeno psicológico que no se observa ni se mide de forma directa, sólo se evalúa con los comportamientos que producen y los resultados que consigue.
• Puede ser extrínseca o intrínseca: La motivación extrínseca proviene de afuera, generalmente se asocia a una recompensa que puede ser material o no. Por otra parte, la motivación intrínseca se rige por impulsos o factores internos de la persona.
• Es complejo: La motivación se compone de análisis complejo, porque integra a los aspectos afectivos y cognitivos junto a los inconscientes y conscientes.
Produce conductas persistentes y activas: La lógica conduce a pensar que cuando la necesidad o el estímulo que produce la conducta es más fuerte, entonces la energía que se pone en esa dirección también será mayor, junto a la persistencia de conseguir el logro.
• Es propositivo o intencional: Al orientarse a un objetivo o a una meta que se ha planteado claramente con anterioridad, la cual puede ser tener más productividad, vender algún servicio o producto, aprender un deporte, dominar un idioma, etcétera; la motivación obtiene una actitud positiva haciendo que la tarea se desarrolle con energía.
• Tiene retroalimentación: Cuando se interactúa con el medio, se realiza un sistema de retroalimentación en el cual los demás aportan a la actitud de superación.
• Desarrolla autoestima: Poder esforzarse en lograr metas nuevas trae como consecuencia la renovación de la confianza en la misma persona, contribuyendo a darle o a elevar su autoestima.
Motivación: Las tres fuentes de la motivación interna son las necesidades fisiológicas y psicológicas, la cognición y la emoción. Cada una afecta al resto de ellas, por ejemplo una necesidad fisiológica como el hambre influye en las emociones que el individuo experimenta así como también las emociones influyen en la cognición.
Inteligencia emocional: La formación de la inteligencia emocional de los niños debe ser de preocupación de los padres desde el nacimiento de los pequeños, ya que desde el primer mes esta se empieza a formar.
La inteligencia emocional se verá moldeada, poco a poco, mediante la metodología Montessori ya que enseña al niño a aprender por su cuenta ya su ritmo; dejando enseñanzas de paciencia, respeto, trabajo en equipo, entre muchas otras.
La diferencia entre la motivación interna y externa radica en la ubicación de la fuerza que motiva al individuo a realizar determinadas conductas. En la motivación interna la fuerza obedece a factores internos (necesidades, intereses, curiosidad, satisfacción, disfrute, etc.).
En otras palabras, la realización de la actividad produce satisfacción; mientras que, en la motivación externa se debe a factores externos (presión social, recompensa, castigo, etc.). En este caso, la conducta motivada se realiza con el fin de conseguir algo (“recompensas”), y no por el disfrute de la realización de la conducta en sí misma.
Un nuevo hábito se encuentra estrechamente relacionado con dos factores: gestión de emociones y fuerza de voluntad. Mientras que el primero de ellos es la base a partir de la cual nace un hábito.
• Conoce y maneja sus emociones: Aprender a identificar qué situaciones nos traen enojo, tristeza o estrés, nos permitirá aprender a lidiar con estas situaciones y a disminuir las emociones o situaciones negativas. Asimismo, nos dará la capacidad para enfrentar y solucionar el problema de manera asertiva.
• Aprende de sus errores: Las personas con inteligencia emocional asumen sus errores como una oportunidad para aprender y mejorar. Asimismo, evita sentimientos ligados a la frustración porque se enfocan en sus metas.
• Resuelven las dificultades sin ira: Una de las mayores pruebas de la inteligencia emocional es aprender a evitar que las emociones dominen los pensamientos. No es una tarea fácil , pero se centran en la solución, más que en el problema. No pierden ni tiempo ni energía en cuestiones que escapan de sus capacidades.
• Capaces de establecer límites: Las personas con inteligencia emocional suelen ser mucho más calmadas ante la adversidad. Por ello, aprenden a ser capaces de establecer límites, de manera
1. Mapea tus sentimientos
2. No esperes demasiado
3. Elige bien el momento y el lugar
4. Determina el propósito
5. Asegúrate de no basarte solo en abstracciones
6. Crea una narración
7. Preocúpate por saber si te entiende
8. Aprende de tus errores
• Fijar metas
• Elegir los objetivos que te interesan
• Encontrar cosas que te interesan dentro de los objetivos que no lo hacen
• Hacer tus objetivos públicos
• Marcar tu progreso
• Dividir tu meta
• Usar recompensas
• No hacerlo solo
La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de nuestros semejantes, ser tolerantes con las presiones y frustraciones que debemos soportar en nuestro trabajo, hacer hincapié en nuestra capacidad de trabajar en equipo y acoger una actitud equilibrada y social, que nos brinde mayores posibilidades de un desarrollo personal.
En su libro Goleman evidencia cómo la inteligencia emocional puede ser desarrollada y fortalecida en todos nosotros, y cómo la falta de la misma puede influir en el intelecto y el éxito de una persona, así como también, puede ser todo lo contrario.
Podemos definir la Inteligencia Emocional como la capacidad para captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado positivo.