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“Stone (1979b) define y describe el concepto de “sistema de salud” con el fin de estructurar el posible ámbito de actuación de los psicólogos en la salud...
El sistema de salud es algo mucho más que el sistema sanitario, el cual constituye una parte del sistema que trata lo que implican a los agentes de salud y a las metas de salud.” (Ballester, 1997, p.4).
Esta disciplina no emergió como una campo organizado hasta la década de los años 40´s y de los 50’s.
En la década de los 40´s, “…la Sociología Médica se estableció como una disciplina académica, cuyo desarrollo se vio impulsado por el fortalecimiento y extensión de los National Institutes of Health y el establecimiento del National Institute of Mental Health. Los primeros sociólogos médicos destacables fueron académicos de la Sociología General, con intereses no restringidos al ámbito médico, siendo especialmente notables las figuras de Talcott Parsons, Everett Hugues, Robert Merton y August Hollmgshead.” (Ballester, 1997, p.6).
“…la Antropología al campo de la salud, fue realizada por Caudhill en 1953” (Ballester, 1997, p.8).
Desde 1953 con el trabajo de Caudhill hasta los años 70’s, se puede analizar la corta historia de esta disciplina, con ello se ha producido el proceso de independencia de la disciplina “madre” la antropología, para poder constituirse como una especialidad prácticamente distinta.
“1. Primero, la antropología médica era un área teórica desarrollada de una antropología general que analizaba la salud, la enfermedad y los sistemas médicos desde una perspectiva tanto evolucionista como transcultural.
2. Después pasó a ser un campo aplicado que utilizaba los conceptos de la antropología general para el análisis de nuestro sistema médico occidental.
3. En tercer lugar, un campo teórico muy especializado que integraba conceptos de algunas ramas de la antropología y una rama de la medicina.
4. En cuarto lugar, un área teórica que llega a ser capaz de hacer contribuciones importantes a la teoría de la antropología general.
5. Por último, un área que resulta de la integración y síntesis de conceptos oncológicos y médicos” (Ballester, 1997, p.8).
Su historia de esta disciplina como especialidad es muy nueva a pesar de no ser tan reciente el interés y la preocupación por sus costes económicos de los sistemas sanitarios.
“Antes de la década de los 60, la única información que se tenía acerca de aspectos económicos relacionados con la salud era la que se encontraba en los informes de las comisiones nacionales o en comunicaciones de congresos, no necesariamente llevadas a cabo por especialistas en economía” (Ballester, 1997, p.10).
“En 1979, todavía no existía un programa de formación para licenciados que estuviera especializado en economía de la salud. De este modo, los economistas de la salud, recibían una formación general, que después tenían que saber aplicar a este campo” (Ballester, 1997, p.10).
Para Bowen y Jeffers en 1972 mencionan que si el cuidado de la salud no cumple con los requisitos de funcionamiento de un mercado libre, resulta necesario pensar otras formas analíticas para tomar decisiones para la distribución de los recursos existentes.
Para Fuchs en 1974, donde menciona que:
“De acuerdo con una definición bien conocida, la economía es la ciencia de los medios, no de los fines: puede explicar cómo se determinan los precios en el mercado, pero no cómo se forman los valores básicos; puede hablamos de las consecuencias de varias alternativas, pero no puede hacer la elección por nosotros. Estas limitaciones estarán siempre con nosotros, pues la economía no puede nunca sustituir a la ética o la moralidad” (Ballester, 1997, p.12).
“…nace como una teoría explicativa acerca del papel que desempeñan los factores psicológicos en la etiología de la enfermedad física y orgánica. Esto supone una nueva concepción de la Medicina y, en este sentido, la Medicina Psicosomática surge como un enfoque médico que se opone a la orientación tradicional dualista sobre el cuerpo humano (la mente y el cuerpo separados)” (Ballester, 1997, p.13).
Su idea fundamental es que toda enfermedad física, posee componentes emocionales o psicológicos y la enfermedad es la consecuencia final de la interacción entre estos últimos componentes y la disfunción o la alteración física, a su vez el cuerpo humano se percibe como un mapa donde en él se pueden localizar las regiones vulnerables a los impulsos emocionales.
Su término “…se utilizó por primera vez en Alemania, con el psiquiatra J.C. Heinroth (1818; citado en Margetts, 1950) quien describió el papel de los conflictos internos en la aparición de los trastornos mentales (Borda, 1996). No obstante, se puede decir que la “etapa psicosomática” en Medicina comenzó con el trabajo de W. Cannon (1911) aplicado al estudio del estrés en las enfermedades orgánicas crónicas” (Ballester, 1997, p.13).
“Afirman que la medicina psicosomática es el dominio de la psiquiatría, un campo de la medicina y sugieren que los objetivos de colaboración de la Medicina psicosomática no se han alcanzado, esto es que los aspectos psicológicos y fisiológicos de la enfermedad todavía no han sido totalmente integrados, enfatizando que los objetivos de la Medicina Psicosomática han sido asumidos por la Medicina Comportamental…. la Medicina Psicosomática ha dejado su huella en los manuales diagnósticos psiquiátricos de los que nos servimos los psicólogos, por lo que respecta al interés por la interrelación entre los aspectos psíquicos y físicos de la salud y la enfermedad y el intento de superar el dualismo mente-cuerpo” (Ballester, 1997, p.15).
Su término como tal “…fue utilizado públicamente por vez primera por Birk (1973) para describir los avances y las promesas del biofeedback en el tratamiento de trastornos médicos como el asma, la epilepsia, los dolores tensionales y cefaleas y la enfermedad de Raynaud” (Ballester, 1997, p.16).
“La Medicina Comportamental es el campo relacionado con el desarrollo del conocimiento y las técnicas de la ciencia comportamental relevantes para la comprensión de la salud y la enfermedad física y la aplicación de este conocimiento y estas técnicas a la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación. Las psicosis, neurosis y abuso de sustancias están incluidas sólo en tanto en cuanto contribuyen a los trastornos médicos como punto final” (Schwartz y Weiss, 1 978a, pág.7, citado en Ballester, 1997, p.12).
De su definición, se derivan 3 aspectos:
“…1) la necesidad de colaboración entre médicos, científicos biomédicos y comportamentales con un mismo estatus, sin que el papel de ninguno prevalezca sobre los otros;
2) la importanca de la aplicación del conocimiento comportamental a los problemas de salud física, que tradicionalmente no han estado dentro del dominio de la psicología; y
3) la exclusión de los temas más tradicionales, concretamente de los problemas de salud mental, de la psicología clínica” (Ballester, 1997, p.17).
“…la Psicología de la Salud supone la adopción de un término más específico y propio del psicólogo que el de Medicina Comportamental, al hacer desaparecer el vocablo “Medicina” y sustituirlo por “Psicología”, argumentando que en el fondo es eso lo que realmente se hace: aplicar los procedimientos psicológicos en relación con la salud.” (Ballester, 1997, p.24).
Esta disciplina “…nació con un objetivo muy concreto, ayudar a las personas con problemas que les hacen sufrir” (Ballester, 1997, p.27).
Se le relaciona fundamentalmente con la anormalidad, el sufrimiento, la molestia, la alteración de fenómenos, así como las vivencias y otras sensaciones de índole “psicológico” de los cuales los seres humanos desean librarse, ya que, nos hacen sufrir a todos.
Para hablar de su historia, se debe hacer mención a los estudios experimentales de laboratorio desarrollados en Alemania por Wundt en 1879, así mismo en Rusia, por Béchterev en 1886.
Fue dominada dentro de las primeras décadas del siglo presente, por el modelo psicodinámico, cayo dentro de una crisis, derivada por los resultados de algunas de sus actuaciones.
Para Nietzel, Bernstein y Milich en 1991:
“1. La Psicología Clínica es una especialidad dentro de la Psicología, interesada en la conducta humana.
2. Los psicólogos clínicos investigan la conducta humana e intentan aplicar en la práctica esos conocimientos.
3. Los psicólogos clínicos evalúan o miden las capacidades y características de los seres humanos (y no exclusivamente a los que tienen problemas).
4. Los psicólogos clínicos ayudan (aplican un tratamiento) a las personas que tienen problemas psicológicos.
5. Los psicólogos clínicos demuestran una actitud clínica; esto es, combinan el conocimiento generado por la investigación clínica y de otro tipo con los propios esfuerzos a la hora de evaluar a una persona particular para poder entenderla y ayudarla, y
6. Los psicólogos clínicos trabajan fundamentalmente a nivel idiográfico; es decir, les preocupa cómo se plasman los principios y las leyes generales en la vida y en los problemas de una persona concreta” (Ballester, 1997, pags.29-30).
“…debe estudiar los mecanismos de relación entre el “comportamiento” y la “salud”.” (Ballester, 1997, p.2).
“…recibe y aglutina las contribuciones de las distintas áreas de la Psicología al campo de la salud” (Ballester, 1997, p.27).
“La Psicología de la Salud es el campo de especialización de la Psicología que centra su interés en el ámbito de los problemas de salud, especialmente físicos u orgánicos, con la principal función de prevenir la ocurrencia de los mismos o de tratar o rehabilitar éstos en caso de que tengan lugar, utilizando para ello la metodología, los principios y los conocimientos de la actual Psicología científica, sobre la base de que la conducta constituye, junto con las causas biológicas y sociales, los principales determinantes tanto de la salud como de la mayor parte de las enfermedades y problemas humanos de salud existentes en la actualidad” (Ballester, 1997, p.26).
Ballester, A. (1997). Introducción a la psicología de la salud. Valencia: Promolibro. Cap. 3, pp. 131-203.