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ANTIGUO Y NUEVO SISTEMA DE PENSIONES EN EL SALVADOR
Es el sistema que ofrece tranquilidad y seguridad a los ingresos del esfuerzo de toda la vida laboral de los trabajadores.
El sistema de pensiones tiene como objetivo proteger los ingresos del trabajor y su familia ante diferentes contingencias y situaciones que ocurren en la vida como:
ES LA PERDIDA DE TRABAJO DE UN EMPLEADO Y SE RECURE A LA UTILIZACION DE LAS CESANTIAS QUE ES UN AHORRO APORTADO POR EL EMPLEADOR, PARA CUANDO SE DAN ESTOS CASOS EL EMPLEADOR TENGA RECURSOS PARA SOBREVIVIR MIENTRAS CONSIGUE OTRO TRABAJO.
El antiguo sistema de pensiones estaba administrado por el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y el Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP).
El ISSS fue creado en 1949 para dar cobertura en la rama de salud, y en 1969 se incorporó el régimen de pensiones para los riesgos de vejez, invalidez y muerte (IVM), destinado a los trabajadores del sector privado.
El INPEP inició operaciones en 1975 uniformando los sistemas especiales de pensiones del Estado, y para 1978 se incorporaron al mismo, los empleados públicos docentes.
El diseño que sustentaba los sistemas de pensiones del ISSS y del INPEP en el régimen de IVM se conoce como "sistema de reparto, de primas escalonadas, con beneficios definidos".
Eran sistemas basados en un contrato social intergeneracional, por medio del cual los trabajadores activos financiaban las pensiones de los jubilados, renovando este acuerdo en el tiempo (el trabajador activo mantenía la esperanza de que al jubilarse, otros respondieran por su pensión). Además definía previamente los beneficios a los que tenían derecho, al ocurrir alguna de las contingencias de IVM, y por tanto era necesario realizar cálculos periódicos para ajustar las tasas de cotización de acuerdo a escalas establecidas en la ley del ISSS y del INPEP, para asegurar la sustentabilidad financiera de las reservas.
YoY
El principal problema de los sistemas de reparto era que no relacionaba los aportes que realizaban los individuos con los beneficios que recibían al ocurrir alguna de las contingencias de IVM.
Esta debilidad fue aprovechada por quienes, realizando el mínimo de aportes requeridos, obtenían las mayores pensiones posibles, dándose una transferencia de recursos desde los trabajadores de más bajos ingresos y el Estado, hacia los trabajadores de mayores ingresos, quienes estaban en condiciones más ventajosas de comprender mejor las leyes que normaban el funcionamiento del sistema.
La inestabilidad económica generada en el período del conflicto armado también afectó la solvencia actuarial del sistema: Generó una expansión del sector informal de trabajadores, redujo los niveles salariales, aumentó la evasión de cotizaciones y se deterioró el valor real de las reservas técnicas a consecuencia del proceso inflacionario y las restricciones legales de la administración de las reservas, alcanzando rendimientos inferiores a las tasas de variación del nivel general de precios.
Las reservas técnicas del ISSS e INPEP eran insuficientes para hacer frente a los compromisos, producto de los derechos adquiridos para con los actuales pensionados, y los derechos en curso de adquisición para con quienes se encontraban cotizando y mantenían la esperanza de recibir su pensión en el futuro. Las proyecciones auguraban una inminente insolvencia en el mediano plazo, y cualquier corrección al sistema de reparto solo hubiera pospuesto ese resultado.
Un sistema previsional tiene como misión fundamental proveer una remuneración suficiente a los pensionados y generar mecanismos de solidaridad para quienes no llenan los requisitos para cubrir sus necesidades básicas.
Los sistemas de reparto no eran capaces de cumplir dichos objetivos eficaz y eficientemente, por lo cual El Salvador realizó una reforma estructural del sistema, que se materializa en la nueva Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones.
El nuevo sistema posee las siguientes características:
En América Latina las reformas iniciaron en Chile, donde se estableció el diseño de un nuevo sistema de contribuciones definidas, que introduce componentes de capitalización, administración privada, inversión en el mercado de capitales y un rol subsidiario y regulador del Estado. De esta manera, Chile (en 1981) sustituye el régimen de reparto por uno de capitalización; en Perú (en 1993) y Colombia (en 1994) los nuevos sistemas de capitalización se crearon en forma paralela y funcionan de manera separada de capitalización se crearon en forma paralela y funcionan de manera separada de los regímenes existentes; Argentina (en 1994) y Uruguay (en 1995) integraron ambos regímenes existentes; Costa Rica (en 1996) se decidió por un sistema de capitalización voluntario y, en México y El Salvador (en 1997) se sustituyó el régimen de reparto por uno de capitalización.
En 1981 se instauró en Chile el sistema de pensiones de capitalización individual privado que a día de hoy sigue vigente. Este sistema consiste en que cada chileno ahorra para su propia pensión ya que los trabajadores deben pagar mínimo un 10% obligatorio de su renta mensual antes de impuestos a una cuenta de capitalización individual que es administrada por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Este sistema suplanta al viejo sistema de reparto que consiste en que los trabajadores del momento pagan a los pensionados del momento. Todos los fondos de pensiones y todas las AFP son reguladas por la Superintendencia de Pensiones de Chile.
Los afiliados tienen libertad para escoger la AFP que quieran, aunque al principio son asignados a una automáticamente.
Generan rentabilidad: Las AFP han obtenido desde 1981 un rentabilidad de 8,7% anual promedio.
No se necesitan amplios conocimientos del mercado: Lo único que hay que elegir es el plan de pensiones, y los gestores ya llevan tu cartera por lo que no requiere ser un entendido de las finanzas.
Incentivos tributarios: El ahorro voluntario goza de ciertas ventajas a la hora de realizar el pago de impuestos.
desventajas
La pensión promedio es baja: La pensión promedio percibida en enero por un millón de chilenos aproximadamente fue de alrededor de 179.000 pesos lo que es inferior al salario mínimo. Guillermo Arthur, presidente de la Asociación de AFP:
“Hay muchos trabajadores en Chile que han cotizado muy poco y uno no puede esperar una buena pensión si no ahorra”
El monto de pensión básica disminuye conforme más aumenta el monto de pensión autofinanciada, por lo que esto genera un incentivo a no ahorrar.
Según David Blake, director del Pensions Institute de Reino Unido un sistema de pensiones de cotizaciones voluntarias nunca funcionará:
“Los jóvenes simplemente no entienden que un día serán viejos”