Jesús nos mandó ser y hacer discípulos a todos los Hombres, a todas las Naciones
Mateo 11:29-30
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Hebreos 12:2
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios
2. Aprendamos de él a hacer la voluntad del Padre
Jesús nunca se propuso trabajar solo, conocía el propósito eterno de Dios y esa era la obra que venía a realizar, buscó hombres para hacerles entender la visión, trasladarles una carga y encomendarles una misión.
Juan 4:34 Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
Filipenses 2:5-7
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres
Hebreos 12:2
El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios
3. El celo de su casa
lo consumía
Juan 2:17
Mateo 19:21
Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Lucas 9:57-62
Uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Y dijo a otro: Sígueme.
Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo:
Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.
Entonces también dijo otro:
Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios
Marcos 3:14
Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar
Mateo 5:1-2
Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
Y abriendo su boca les enseñaba
Los seleccionó de la multitud, les exigió un compromiso, seguirle implicaba la decisión de postergar sus ambiciones personales.
Los convocó para que estuvieran con él, enseñarles y enviarlos a predicar.
Sólo se puede edificar a quien es discípulo y
tiene una actitud de aprender.
Hacemos discípulos de
Cristo
y no discípulos nuestros.
No podemos enseñar lo
que queremos.
Podemos enseñar lo que Cristo enseñó y que nosotros ya hemos aprendido.
Le podemos enseñar a ser discípulos de Cristo como lo somos nosotros.