Introducing
Your new presentation assistant.
Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.
Trending searches
Entre 1945 y 1973 se registró un auge económico sin precedentes en el mundo capitalista, principalmente en Estados Unidos y en Europa occidental.
El auge económico norteamericano
En la década de 1950, Estados Unidos alcanzó una indiscutible supremacía económica en el mundo: el 50 % de la producción mundial y el 80 % de las reservas mundiales de oro le pertenecían. El auge económico estadounidense se explica por varios factores:
• El crecimiento demográfico, que proveyó al país de un gran mercado laboral y de consumo. Esto se explica por el relativamente reducido número de bajas durante la Segunda Guerra Mundial y los altos índices de natalidad entre 1945 y 1960.
• La destrucción del aparato productivo de las otras potencias que quedaron devastadas por la guerra.
• La aplicación exitosa del modelo keynesiano de la economía, según el cual los gastos públicos fomentan el empleo y estimulan la demanda.
• La liberalización del comercio internacional, gracias a pactos como el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), que redujo los aranceles en el comercio mundial.
• Los bajos precios del petróleo y las materias primas.
• La inversión en innovación empresarial e investigación científica.
De esa manera, Estados Unidos se convirtió en un Estado de bienestar, lo que implicaba la intervención estatal para garantizar a la población el acceso a una renta mínima, la reducción del grado de inseguridad frente a situaciones como la vejez o el desempleo, y mejores servicios sociales para todos.
El estilo de vida norteamericano
El desarrollo económico norteamericano permitió que, por primera vez, no solo la élite, sino también una clase media en expansión, disfrutara de la prosperidad. Como las necesidades básicas estaban aseguradas por el Estado, la clase media accedió al consumo suntuario y al disfrute del tiempo libre. Así, las vacaciones anuales remuneradas y el desarrollo de industrias dedicadas al entretenimiento y el ocio se generalizaron. El estilo de vida norteamericano se imitó en otros lugares por las siguientes razones:
• El éxito de la producción en serie y la publicidad masiva, que permitieron estandarizar y masificar algunas formas de comportamiento.
• El crecimiento del sector de servicios, que dio lugar a un nuevo tipo de trabajador de cuello blanco, con costumbres diferentes a las del obrero industrial.
• El alto consumo de bienes ligados al bienestar y al ocio domésticos: la televisión o el automóvil se convirtieron en elementos prácticamente imprescindibles para los hogares de clase media.
Recuperación económica de Europa y Japón
La recuperación económica del mundo occidental se logró en la década de 1950 gracias a la aplicación del Plan Marshall y a una política de reindustrialización y de capitalismo keynesiano. Los dos países que alcanzaron los mayores índices de crecimiento fueron Alemania y Japón.
En Alemania, la aplicación de una economía social de mercado produjo el llamado "milagro alemán". Para ello se creó un sistema en el que la libre competencia estaba acompañada de la equidad en las oportunidades. Así, Alemania potenció su fuerza de trabajo, incrementó la productividad, amplió la cobertura de servicios sociales, usó provechosamente sus recursos, apoyó la investigación y logró una balanza comercial favorable.
Por su parte, Japón también consiguió su propio "milagro". El modelo japonés se basó en el crecimiento demográfico, la moderación salarial, la aplicación de valores tradicionales como la disciplina y el respeto jerárquico en el mundo laboral, la promoción de la investigación, el fomento del ahorro y el impulso de la industria de alta tecnología. Con ello, Japón se convirtió en la segunda economía del mundo en la década de 1960.