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Si tenemos en cuenta la raíz latina de la palabra y la definición que ofrece la RAE, la redacción jurídica no es más que poner orden en un caos de palabras y de ideas, expresando de forma escrita, con exactitud y originalidad, unos hechos determinados (que en nuestro caso traen causa de una cuestión legal o judicial). Para una correcta redacción jurídica, o escritura forense, como también se conoce en España, además de conocer las reglas generales de gramática y ortografía, deberemos dominar los sinónimos jurídicos y tener una notable claridad de ideas. Una vez ordenemos, mentalmente o mediante esquemas o mapas conceptuales, nuestras propias ideas, estamos listos para trasladarlas al papel.
Lograr una redacción óptima en el ámbito jurídico no es una tarea fácil pues está plagada de dificultades. Para empezar, es necesario organizar mentalmente las ideas que se quieren trasladar al papel antes de escribir. Una vez ordenadas en la mente, es necesario identificar las ideas principales y secundarias, elaborando un esquema en el que se escriban en orden y de acuerdo con la importancia de cada una. El orden de una oración es importante porque de lo contrario resultará carente de sentido. Más aún, si no es capaz de ordenar lo que se quiere decir de una manera lógica y cuidada, el escrito perderá todo interés. Lograremos una buena redacción cuando tengamos plena conciencia de que el pensamiento y su expresión no son operaciones sucesivas sino una única operación. Encasillar la realidad en las palabras que ya conocemos y que ya tenemos almacenadas en nuestro cerebro será pues nuestro trabajo mental.
·Redactar párrafos. El párrafo es la unidad de expresión de un razonamiento en un escrito expositivo y argumentativo.
·Escoger palabras; la palabra es la unidad de expresión de una idea. Precisión, Concisión, y sencillez.
criterios que debe tener un abogado para una buena redacción:
- Tener conocimientos de gramática en general.
-Tener siempre en cuenta las reglas gramaticales del lenguaje.
-Uso de un buen vocabulario.
-Manejar el lenguaje jurídico.
Eficacia que debe existir en los documentos jurídicos:
De toda buena redacción es tomar consciencia que la escritura debe ser el reflejo de un correcto pensamiento. Plasmar la terminología correcta, no siempre resulta sencillo, para ello hay que leer, estudiar y sobre todo practicar. La redacción para el profesional del derecho, no debe ser visto como algún elemento opcional, sino obligatorio. La fluidez en el léxico–como en la escritura –solo se logra con la praxis.