LA EDUCACIÓN PARA DURKHEIM

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... ha omitido casi siempre el considerar al hombre real de un tiempo y de un país. Tanto los filósofos como los pedagogos están de acuerdo para ver en la educación una cosa individual por excelencia. «Para Kant, escribe Durkheim, tanto para Kant como para Mill, tanto para Herbart como para Spencer, la educación tendría ante todo por objeto el realizar, en cada individuo, pero aupándolos a su más alto punto de perfección posible, los atributos constitutivos de la especie humana en general.»

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El reproche general que recae sobre todas esas definiciones parte de este postulado que asegura la existencia de una educación ideal, perfecta, válida para todos los hombres indistintamente; y es esa educación universal y única que el teórico se afana en definir.

La educación ha variado muchísimo a través de los tiempos y según los países. No podemos y no debemos entregarnos todos al mismo género de vida (solamente a una educación ideal e igual para todos), ya que, según nuestras aptitudes, tenemos funciones diferentes que cumplir, y es necesario que nos pongamos en armonía con aquella que nos incumbe. Si empieza uno por preguntarse cuál debe ser la educación ideal, haciendo caso omiso de toda condición de tiempo y lugar, es que, implícitamente, se admite que un sistema educacional no tiene nada de real por si mismo.

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Los hombres de cada época organizan la educación con pleno conocimiento de causa para alcanzar un fin determinado. Los hábitos y las ideas que determinan ese tipo educacional, no somos nosotros quienes, individualmente, los hemos creado. Son fruto de la vida en común y expresan las exigencias de ésta.

Los filósofos mencionados que contribuyeron a las definiciones de EDUCACIÓN:

Los sistemas educativos dependen estrechamente de la religión, de la organización política, del nivel de desarrollo de las ciencias, del estado de la industria, etcétera. Si se les separa de todas esas causas históricas, se toman incomprensibles.

La educación para Durkheim es la acción que los adultos ejercen sobre los más jóvenes. Esta es la acción a la que conviene reservar la palabra educación. La función educativa tiene por objeto el de educar a los niños. ¿En base a qué? A una exigencia social

I. Kant

Herbart

Spencer

J. Mill

S. Mill

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La educación tiene como misión suscitar en el niño:

1. Un cierto número de estados físicos y mentales que la sociedad a la que pertenece considera como debiendo florecer en cada uno de sus miembros.

Ciertas ideas, sentimientos y prácticas que la educación debe inculcar indistintamente a todos los niños, de cualquier categoría social. Incluso, ahí donde la sociedad está fragmentada en castas cerradas la, siempre existe una religión común para todos, para ser más claros, en el Medioevo, los siervos, los villanos, los burgueses y los nobles recibían asimismo una misma educación cristiana.

2. Ciertos estados físicos y mentales que el grupo social específico (casta, clase, familia, profesión) considera asimismo como debiendo existir en todos aquellos que lo constituyen.

En el transcurso de nuestra historia, se ha ido constituyendo todo un conjunto de ideas sobre la naturaleza humana

Es la sociedad, en su conjunto, y cada ámbito social específico, los que determinan ese ideal que la educación realiza.

Cada sociedad se labra un ideal del hombre, desde el punto de vista intelectual como físico y moral.

La educación perpetúa y refuerza dicha homogeneidad, fijando por adelantado en el alma del niño las similitudes esenciales que requiere la vida colectiva.

La educación es el medio que prepara a los niños para su propia existencia

Entonces, la fórmula es que:

"La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquéllas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente especifico al que está especialmente destinado".

La educación consiste en una socialización metódica de la joven generación.

Se puede decir que en cada uno de nosotros existen dos seres.

Lo que se herede debe fijarse a nivel de organismo.

Estas cosas innatas pueden ser maleables o flexibles

Existencia de factores imprecisos que constituyen al hombre desde que nace, como su rol en la sociedad: la educación entra para ayudarlo en ese recorrido.

Comparación de una situación sugestiva hipnótica con la acción educacional

Pasividad del alumno e imitación / Superioridad del docente por su experiencia y el saber.

No sé piensa constantemente en todo lo que puede dejar una huella en el alumno, acciones que suelen parecer insignificantes

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La educación no puede alcanzar altas metas cuando es impartida de forma brusca, desordenada e intermitente.

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Montaigne (Concepto epicúreo de la educación)

En cambio, cuando la educación se ejerce pacientemente y de forma continuada, cuando no busca éxitos inmediatos y espectaculares, sino que se lleva adelante paulatinamente en un sentido bien determinado, sin dejarse desviar por incidentes exteriores y las circunstancias accidentales, dispone de todos los medios necesarios para dejar profundas huellas en las almas

Un hombre puede llegar a formarse sin esfuerzo alguno y sin otro incentivo más que la búsqueda del placer.

- La educación tiene como objeto el superponer al ser individual y asocial que somos al nacer. Un ser totalmente nuevo.

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Resorte esencial de la acción educativa

- La educación debe de llevar a ese ser al desarrollo.

Si bien la vida no tiene nada de sombrío, es una cosa seria y trascendental, y la educación, que prepara a la vida, debe participar de esa trascendencia. Para aprenderle a constreñir su egoísmo natural, a subordinarse a fines más elevados, a someter sus deseos al dominio de su voluntad. Es necesario que el niño ejerza sobre sí mismo una fuerte contención.

El niño no puede sentir la obligación que nos impone físicamente esos esfuerzos, pues, no está en estrecho contacto con las duras realidades de la vida que hacen que dicha actitud sea imprescindible. Ya que aún no se encuentra en la lucha. No podemos dejarle expuesto a las reacciones demasiado duras de la vida

Debe de formarse y adquirir sobre sí mismo el dominio necesario, para el momento de enfrentar la vida.

El sentido del deber

Estímulo del esfuerzo

El niño no puede conocer el deber más que a través de sus maestros o de sus padres; no puede saber en qué consiste más que según la manera en que se lo revelan, por lo que dicen y por su forma de actuar.

El educador debe demostrar que tiene carácter, pues la autoridad implica confianza. (el niño no otorgaría su confianza a alguien que se mostrase dubitativo).

La autoridad del maestro es tan sólo una faceta de la autoridad del deber y de la razón. El niño debe estar ejercitado a reconocerla en la palabra del educador y a someterse a su ascendiente. Con esa condición sabrá, volver a hallarla en su conciencia y a remitirse a ella.