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Podríamos afirmar que a lo largo de toda la historia los conflictos se
han resuelto típicamente en dos formas: violenta y
pacífica o amigable. Entre estos dos extremos se
dan matices intermedios que conjugan ambas formas.
Una situación conflictiva, implica cuatro elementos:
a. Más de un participante.
b. Intereses opuestos.
c. Sentir o percibir la oposición.
d. Un objeto materia de la discordia. Parecería ser que el primer conflicto fue entre un hombre y una mujer, según cuenta cuenta la biblia en relación conAdán y Eva. Sin embargo, no siempre es así, ytampoco se logra siempre una solución pacífica, lo cual en la mayor parte de los casos significa resultados funestos para las partes
Podríamos afirmar que a lo largo de toda la historia l...
Existen muchas definiciones; empero, para
efectos de nuestra explicación, tomaremos la que
nos presenta Stephen Robbins, por ser una definición amplia y, a la vez, bastante clara para quien se inicia en el estudio del conflicto. Stephen Robbins define el conflicto, con estas palabras:
“Un proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra la ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectar de manera negativa, alguno de sus intereses.”
Son aquellos conflictos que se presentan y
son de intensidad moderada, que mantienen y, sobre todo, mejoran el desempeño de las partes.
Contrario a lo anterior, existen conflictos que tensionan las relaciones de las partes a tal nivel que pueden afectarlas severamente limitando o im-pidiendo una relación armoniosa en el futuro. Gene-ran stress, descontento, desconfianza, frustración, temores, deseos de agresión etc
Desde que el conflicto fue objeto de estudio sistémico y materia de investigación para analizar sus causas y su naturaleza, y fundamentalmente, sus formas de resolución, hasta llegar al momento ac-tual, se han dado tres corrientes o enfoques: el tradicional, el de relaciones humanas y el interactivo.
Tuvo vigencia en las décadas de 1930 y 1940. Defendía la idea de que todo conflicto es malo, que es sinónimo de violencia, destrucción e irracionalidad, y que por tanto había que evitarlo, porque afectaba negativamente a las personas, grupos y organizaciones. Para resolverlo o prevenirlo, plan-tea que sólo hay que atacar sus causas, que -según este enfoque -son: La mala comunicación y la falta de franqueza y de confianza, entre otros aspectos. Este enfoque es el que la gran mayoría de nosotros tiene acerca del conflicto. No obstante ya hemos visto que no es así y que existen evidencias demostrables que no siempre el conflicto es negativo.
Este enfoque estuvo vigente desde fines de la década de 1940 hasta mediados de la década de 1970. Sostiene que su presencia en las relaciones humanas es un proceso natural y que por tanto es inevitable y que debemos aceptarlo como tal. Sin embargo, plantea que no siempre es malo o negativo y que puede ser beneficioso para el desempeño de las personas y los grupos. Significó un avance en el manejo o gestión de conflictos.
acepta el conflicto como algo natural, pero además
sostiene que es conveniente fomentarlo. Sostiene que:
un grupo armonioso, pacífico, tranquilo y cooperativo, tiende a ser estático, apático y a no responder a las necesidades del cambio y la innovación.Recomienda estimular el conflicto en un grado manejable que incentive la creatividad, la reflexión, la forma más eficiente de tomar decisiones, el trabajo en equipo, la disposición al cambio y el establecimiento de metas ambiciosas y alcanzables, contribuyendo a un sentido de logro.
De todo lo expuesto hasta este momento, podemos resumir los elementos y principios clave de un conflicto, de la siguiente forma
Principios Claves
Elementos
El conflicto no es positivo ni negativo. Es parte natural de la vida. Nos afecta a todos. Entenderlo y analizarlo ayuda a resolverlo en forma efectiva y productiva.
a) Las partes, que pueden ser dos
o más.
b) Oposición de intereses porque
las partes no ceden.
c) Existe un choque de derechos o pretensiones.
El análisis de un conflicto no debe ser efectuado como un ejercicio académico y en forma estática, si no como algo dinámico y con sentido práctico para que sirva de herramienta al conciliador (y a cualquier persona que enfrente un proble-ma y que tenga que ver por su solución).
Roger Fisher, sostiene que un elemento clave para comprender por qué suceden las cosas, es saber por qué las personas toman decisiones del modo que lo hacen. De aquí la importancia de analizar un conflicto, pues de lo contrario no se dispone de información necesaria para su solución.
podemos indicar seis etapas o fases que caracterizan el proceso de un conflicto, y que deben servir de base para analizar cada controversia, buscando posibilidades de solución. Para este efecto nos basaremos en S. Robbins y en K. Girard / S. J. Koch. Estas fases son las siguientes:
a. Los orígenes o protagonistas
b. Las causas o fuentes
c. El conocimiento y personalización
d. Los tipos de conflicto
e. Formas de resolución
f. Posturas: posiciones e intereses
Analiza el conflicto desde el punto de vista de las personas o grupos que enfrentan un conflicto o desavenencia. Considera los niveles en que se da la disputa y la cultura de cada uno de los protago-nistas.
El conflicto puede darse en cuatro niveles:
1. A nivel intrapersonal: Lo experimenta una persona consigo misma.
2. A nivel Interpersonal: Ocurre entre dos o más personas.
3. A nivel intragrupal: Se da al interior de un grupo.
4. A nivel intergrupal: Se produce entre dos o más grupos.
Es todo aquello que ha podido originar o motivar el conflicto. Para su determinación podríamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cuál es el motivo de este conflicto?
Un conflicto puede originarse por una gran cantidad de factores, los cuales pueden ser clasificados de distintas maneras. Por su sencillez y claridad adoptaremos la clasificación en tres grupos propuesta por S. Robbins, en los cuales ubica todas las posibles causas de un conflicto:
Las personales
Las derivadas de las comunicaciones
Las estructurales o del entorno
En este grupo se ubican los sistemas de valores individuales y las características de la personalidad que explican el temperamento, el modo de ser y las diferencias individuales. Pertenecen a este grupo, fundamentalmente las percepciones y las emociones que muchas veces son la causa de reacciones negativas. Podemos citar en este grupo a los deseos y aspiraciones insatisfechos, frustraciones, celos, envidia, necesidad de reconocimiento, de ser respetado, deseos de progreso, de pertenencia a un grupo (de aceptación), etc.
También pueden generarse conflictos por problemas de comunicación entre las personas o grupos, tales como malentendidos, desinformación, problemas semánticos, por mentiras o engaños, los gestos y actitudes que forman parte del lenguaje corporal, las comunicaciones poco claras o transmi-tidas a través de terceros (teléfono malogrado), etc
El entorno tiene muchísimas variables que pueden afectar a las personas y grupos y a sus relaciones. Por ejemplo: disposiciones legales, la política tributaria del País (fuerte carga tributaria que afecta la liquidez de las personas y las empresas); la falta de trabajo, la baja calidad del servicio de salud a cargo del Estado o la seguridad social (hace necesario tener un seguro particular); las condiciones inseguras de trabajo (hacen peligrar la salud del trabajador); la escasez de recursos (no se tiene lo suficiente para cubrir los gastos de la familia); el sistema de reconocimiento o premiación en el trabajo (puede generar insatisfacción si se percibe injusticia).
Son ocasionados por problemas de comunicación y de percepciones. En este tipo de conflictos se encuentran las percepciones. Lamentablemente, las cosas y los hechos no siempre son percibidos de igual manera por dos o más personas.
En este campo se ubican también los valores y principios, que son cuestiones muy profundas, y son de muy difícil manejo, e incluso, pueden no ser solucionables.
Se derivan de causas estructurales o del entorno (económicas, legales, condiciones de trabajo, ruidos molestos, posesión irregular de bienes, etc.)
Esta parte del análisis del conflicto está refe-rido al desenlace que podría tener el conflicto. Con-sidera al estilo que generalmente tienen las perso-nas de actuar para resolver sus problemas o discre-pancias. El conciliador tiene que evaluar la disposi-ción que tienen las partes para prever como se re-solverá el conflicto. El estilo o forma de actuar de cada una de las partes determinará la posible solu-ción. En esto tiene gran influencia los aspectos culturales de cada una de las personas, que como ya se vio anteriormente, condicionan la forma de sentir, de ver y actuar de las personas.
La solución de un conflicto depende mucho, no sólo de l...
La solución de un conflicto depende mucho, no sólo de los aspectos culturales de las partes, sino también del medio donde se dé el conflicto...
Si una persona vive y se desarrolla en un ambiente agresivo, es muy probable que su estilo sea de “GANAR-PERDER”, es decir, que verá en una desavenencia, un “campo de batalla”, en donde su único objetivo es ganar a cualquier precio y que la otra parte pierda o que por lo menos no gane tanto. Si este es el caso de ambas partes, los resultados se verán afectados y probablemente determinados en forma poco adecuada para una solución satisfactoria para las partes. Es muy probable que uno gane en base a su poder o que ambos pierdan.
El otro extremo puede ser de una persona con principios que rigen sus relaciones y sus formas de actuar frente al conflicto, mediante la persuasión y la cooperación. Su estilo predominante será el de “GANAR-GANAR”. Si las partes comparten este estilo, ambas saldrán beneficiadas con un acuerdo creativo y satisfactorio. Aquí el conciliador tiene una excelente posibilidad de actuar, ayudando a las partes a encontrar una solución creativa y que sea beneficiosa para ambos, orientándolos hacia la satisfacción de sus intereses y necesidades
En Colombia, con la expresión choque de trenes se alude a los enfrentamientos que han surgido entre la Corte Constitucional y las demás altas cortes con ocasión de la acción de tutela y su procedencia contra fallos de estas últimas que, al decir de la primera, son revisables por vía de acción de tutela.
La tutela es una acción judicial rápida e informal para proteger derechos fundamentales, que es eventualmente revisada por la corte constitucional a fin de unificar la jurisprudencia en la materia. El equívoco de la protesta de eliminar la tcs reside en que olvidan la importancia de este mecanismo en la unificación de la interpretación de la Constitución.
Si la tcs solo buscara corregir errores judiciales, los defensores de la reforma tendrían razón en que tales yerros podrían subsanarse dentro de cada jurisdicción, y, en tal contexto, no parecería existir ningún fundamento para que la Corte Constitucional revisara decisiones de la Corte Suprema o del Consejo de Estado, pues estos tribunales están integrados por los mejores magistrados, por lo que no parecería haber ningún motivo para considerar que uno de los tribunales pueda tener menos propensión al error que los otros . Sin embargo, esa tesis olvida que la otra función de la tutela contra sentencias (tcs) es unificar la interpretación relacionada con los derechos fundamentales.