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Las habilidades teóricas se refieren a la capacidad del profesional para comprender, interpretar y aplicar conocimientos teóricos en su práctica. Según , las habilidades teóricas son necesarias para alcanzar los objetivos especificados en el perfil profesional y para organizar los contenidos del plan curricular de manera efectiva.
Las habilidades teóricas de un arquitecto incluyen el dominio de conceptos arquitectónicos, la comprensión de principios de diseño, el conocimiento de normativas y estándares de construcción, la capacidad de análisis y síntesis de información, entre otros aspectos. Según , estas habilidades son necesarias para organizar los contenidos del plan curricular de arquitectura de manera efectiva.
Las funciones de un arquitecto incluyen la conceptualización y diseño de proyectos arquitectónicos, la coordinación con otros profesionales y especialistas, la supervisión de la construcción, la gestión de recursos, la atención a las necesidades del cliente, el cumplimiento de normativas y regulaciones, entre otras. Según , las funciones del arquitecto se centran en resolver problemas arquitectónicos y satisfacer las necesidades de los usuarios finales
El arquitecto debe desarrollar valores como la responsabilidad, la ética profesional, el respeto por el entorno y la diversidad, la creatividad, la innovación, la perseverancia, entre otros. Estas actitudes y valores son fundamentales para un desempeño ético y exitoso en la práctica arquitectónica. Según , los valores y actitudes éticas son esenciales para resolver problemas arquitectónicos de manera responsable.
Las funciones del profesional varían según su área de especialización. Por ejemplo, en el campo de la educación, las funciones pueden incluir la planificación de clases, la evaluación del aprendizaje, la atención a la diversidad, la gestión del aula, entre otras. Según , las funciones del profesional se refieren al rol que desempeña en la sociedad para resolver problemas específicos en su campo de acción.
El desarrollo de valores y actitudes éticas es esencial para un desempeño profesional efectivo. Según , los valores y actitudes éticas son parte fundamental de la formación de un profesional, ya que influyen en su capacidad para resolver problemas de la comunidad o sociedad de manera ética y responsable.
Para determinar los rasgos de la población beneficiaria de la labor del profesional, es importante considerar aspectos como la diversidad cultural, las necesidades específicas, las condiciones socioeconómicas, las edades, los géneros, las capacidades y las expectativas de los destinatarios. Según , es fundamental conocer los rasgos de la población destinataria para adaptar la labor profesional de manera efectiva
Un profesional competente debe poseer habilidades teóricas y prácticas sólidas, así como valores y actitudes éticas que le permitan desempeñarse de manera efectiva en su campo laboral. Según , las habilidades teóricas y prácticas permiten al profesional desenvolverse adecuadamente, mientras que el desarrollo de valores y actitudes éticas contribuye a un buen desempeño.
Un arquitecto competente debe poseer habilidades tanto teóricas como prácticas, así como valores y actitudes que le permitan desarrollar su labor de manera efectiva. Esto incluye habilidades de diseño, conocimientos técnicos, creatividad, capacidad de trabajo en equipo, ética profesional, entre otros aspectos. Según , estas habilidades y valores son fundamentales para el desempeño exitoso de un arquitecto.
Los arquitectos diseñan espacios que serán utilizados por la población, por lo tanto, es importante considerar aspectos como la funcionalidad, la estética, la accesibilidad, la sostenibilidad, la seguridad y el confort de los usuarios finales. Según , conocer los rasgos y necesidades de la población beneficiaria es crucial para el diseño arquitectónico adecuado.