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PUNTOS
A
CONSIDERAR
La escatología no es solo un tema teórico y abstracto, no es tampoco un tema periférico de las Escrituras, sino que, como veremos, es un tema central y vital para los cristianos y que tiene connotaciones sumamente prácticas para los discipulos de Jesús.
Es muy importante comprender de que estamos hablando cuando hablamos de "Escatología".
La importancia del tema y sus implicancias prácticas radica mucho en su correcta definición y la comprención del alcance que realmente tiene este término.
El término "Escatología" significa "estudio de las últimas cosas" y deriva de dos palabras griegas:
- "Escato" significa "último", "postrero".
- "Logía" significa "estudio".
Este término se usa generalmente para referirse a hechos que todavía han de suceder, tanto, en lo que tiene que ver con el Individuo como con el mundo.
Una mirada rápida del termino coloca nuestra mirada en el futuro.
Si solo nos quedamos con esta definición estricta, limitamos mucho la utilidad de estudiar este tema.
Si bien vimos que el término "escatología" pone la mirada en eventos futuros, debemos enfatizar fuertemente que el mensaje de la "escatología bíblica" es mucho más amplio en su rango y que esta doctrina se verá seriamente empobrecida sí no incorporamos en su estudio el estado presente del creyente y la fase presente y actual del reino de Díos.
En otras palabras, una escatología bíblica de alcance total debe Incluir tanto lo que podríamos llamar:
- "Escatología Inaugurada".
como la llamada...
- "Escatología futura".
Los eventos que sucederían en el futuro son registrados de distintas maneras en todas las Escrituras. No se limitan al N.T. y tampoco se limitan a nuestra generación sino que incluye al A.T. y a todas las generaciones.
Sobre todos los hombres, de todos los tiempos hubo palabras proféticas que anunciaban eventos futuros y mucho más en cuanto al tema del Plan de Dios y la Redención del hombre.
Un ejemplo claro y referencial de esto es el "proto evangelio" en Gen 3.15... Aquí vemos que Dios comienza a dejar entrever sus planes futuros para la salvación del hombre. Estos planes se van revelando y avanzando hacia su consumación al transcurrir todo el A.T. y mucho más al llegar al N.T.
Hoy podemos ver que muchos eventos escatológicos ya se han cumplido en el pasado y son una realidad que se va cumpliendo en en el presente. De hecho, el evento escatologico más importante de la historia está en el pasado y es la venida del Mesías y consigo, la inauguración del Reino de Dios.
Por otro lado hay eventos que todavía tienen que cumplirse y están en el futuro.
Como podemos observar entonces, la Escatología al fin y al cabo recorre todas las Escrituras, atraviesa toda la historia del hombre y revela lo más profundo de la voluntad y los planes de nuestro Dios para con nosotros, sus amadas criaturas.
Un estudio serio de la Escatología incluye no solo el futuro, sino también el pasado y el presente. Esta conciencia es lo que le da a este tema la verdadera dimensión en su importancia e implicancia práctica para nuestros días.
Si como dijimos, la Escatología no solo tiene que ver con lo que sucederá en el futuro, sino que incluye también lo que viene sucediendo y lo que está sucediendo hoy por hoy en este tiempo, entonces tenemos que entender que hay una fuerte relación entre la Escatología y la Historia.
Es muy importante para poder vivir un cristianismo verdadero tener una postura correcta frente a los eventos historicos, frente a los sucesos, grandes y pequeños, colectivos e individuales.
Nuestra postura frente a la Historia definirá nuestro estilo de vida, como viviremos.
La Escatología Bíblica nos da la perspectiva correcta frente a la Historia.
Dos interpretaciones de la historia que debemos rechazar:
Los griegos tenían algo así como una visión "cíclica" de la historia: las cosas suceden en ciclos que se repiten sin fin, de modo que lo que sucede hoy volverá a repetirse algún día. Tomando este concepto como punto de partida, es obvio que se hace imposible encontrar algún significado real en la historia.
Para un existencialismo de ese tipo, la historia carece de significado. No se puede encontrar ningún designio significativo en la historia, ningún movimiento hacia una meta; solamente una sucesión de acontecimientos sin significado. Si tal es el caso, lo único que a uno le queda es algo así como un individualismo a ultranza: cada persona debe tratar de encontrar su propio camino entre la existencia no-auténtica y la auténtica a través de decisiones significativas. La historia como totalidad, empero, está desprovista de significado.
¿Cuáles son los rasgos más sobresalientes de una interpretación cristiana de la historia? Aunque sería posible mencionar algunos más, veamos cinco de ellos:
Dios revela sus propósitos en la historia. Esto es cierto primordialmente en lo que comúnmente se llama "historia sacra" o "historia santa". Por "historia sacra" entendemos la historia de la redención, la acción de Dios para redimir a su pueblo por medio de Cristo Jesús.
Teniendo en cuenta que toda la historia está bajo el control y la dirección de Dios, podemos llegar a la conclusión de que toda la historia es una revelación de Dios.
La Escritura enseña esta verdad con toda claridad. Los escritores del Antiguo Testamento afirmaban que el reino de Dios gobierna todas las cosas (Sal. 103:19), inclusive los reinos de las naciones (2 Cr. 20:6), y que Dios inclina el corazón del rey como El quiera (Pr. 21:1). Por su parte, los escritores del Nuevo Testamento nos dicen que Dios lleva a cabo todas las cosas según el designio de su voluntad (Ef. 1:11), Y que ha determinado los tiempos establecidos para las naciones de la tierra y los lugares precisos en que deben vivir (Hch. 17:26).
El hecho de que Dios sea el Señor de la historia implica que todo lo que ocurre sirve de una u otra manera a su propósito.
Quizá no siempre podamos discernir el propósito de Dios en la historia, pero que tal propósito existe es un aspecto cardinal de nuestra fe.
Cristo es el centro de la historia. "El carácter y dinamismo exclusivamente históricos del cristianismo son resultado del advenimiento de Cristo, que constituye el hecho central de la historia cristiana. Este hecho es único y no se repite, es algo que es cualidad esencial de todo lo histórico. Y sirve de foco a toda la historia universal".
El hecho que la venida de Cristo es el punto medio de la historia significa que en este acontecimiento central, "no sólo se cumple todo lo que le precedió, sino que también todo lo futuro queda decidido". El advenimiento de Cristo, por ende, pone su sello distintivo sobre toda la historia. Y el fin del proceso histórico no puede ser otro que la manifestación final o revelación final del cumplimiento de la historia que se efectuó en su "centro".
El creyente neotestamentario estaba consciente de que vivía en los días postreros inaugurados con la Primera Venida de Cristo. Por ejemplo en Efesios 2:5 y 6 Pablo afirma que Dios: " nos dio vida juntamente con Cristo,... y juntamente con él nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús", dando a entender que por la fe ya estamos viviendo en una nueva era.
La persona de Jesucristo forma el misterio y el punto medio de esta gran revelación histórica redentora. Porque Cristo ha sido revelado, una nueva era ha sido introducida, el mundo antiguo ha terminado y el mundo nuevo ha comenzado. Cristo innegablemente ha traído la nueva era, la era del reino de Dios. Por lo tanto el mundo no es el mismo desde que Cristo llegó; un cambio electrizante ha tomado lugar. Uno no ha comprendido realmente el significado de la historia, a no ser que haya reconocido y tomado nota de este cambio.
Si bien Cristo ha introducido la nueva era, la consumación final de la misma está en el futuro. Es por ello que la Biblia ve a la historia como avanzando hacia una meta ordenada por Dios.
Tanto los profetas hebreos, como los escritores del Nuevo Testamento perciben que la historia se dirige hacia una meta. Para los escritores del Antiguo Testamento el futuro, fue descrito como un solo proceso, mientras que para los escritores del Nuevo Testamento el futuro es un proceso de dos etapas: la presente era mesiánica y una era todavía futura. La primera venida de Cristo iba a ser seguida por una segunda venida. El reino de Dios que ha sido establecido no ha llegado todavía a su consumación final. Si bien muchas profecías del Antiguo Testamento se han cumplido, hay muchas otras que restan por cumplirse.
Cuando todo se consume, entonces, tendrán lugar los cielos nuevos y tierra nueva. La meta escatológica.
Para comprender plenamente el significado de la historia, entonces, ...
Para comprender plenamente el significado de la historia, entonces, es necesario que veamos la redención de Dios en sus dimensiones cósmicas. Si tenemos en cuenta que la expresión "los cielos y la tierra" es una descripción bíblica del cosmos entero, podemos decir que la meta final de la redención es nada menos que la renovación del cosmos, lo que los científicos de hoy en día llaman universo. En vista de que la caída del hombre en pecado afectó no sólo a su persona, sino también al resto de la creación (véase Gn. 3:17-18), la redención del pecado debe incluir también la totalidad de la creación de Dios. Esta dimensión cósmica de la redención es claramente enseñada en pasajes tales como Efesios 1:9-10 y Colosenses 1:19-20.
Cristo está implicado en la redención como aquel por medio de quien y para quien fueron creadas todas las cosas, y como aquel que está por eso profundamente preocupado por la creación entera. Nada menos que la liberación total de la creación de la "esclavitud de la corrupción" (Ro. 8:21) satisfará los propósitos redentores de Dios.
Para poder ver la historia a la luz de esos propósitos, entonces, necesitamos verla como algo que se mueve hacia la meta de un universo finalmente restaurado y glorificado. En una interpretación cristiana de la historia es esencial ver que su naturaleza se distingue por su orientación hacia una meta definida. Esto no significa que siempre podemos ver exactamente cómo se relaciona cada acontecimiento histórico con la meta de la historia, ya que esto es a menudo algo muy difícil de ver. Quiere decir, sin embargo, que al ir leyendo los titulares, escuchando los noticieros y leyendo las revistas de noticias, debemos creer que el Dios de la historia está siempre en control y que la historia se mueve firmemente hacia su meta.
La mirada escatologica desde el A.T. se orientaba hacia el futuro y se concetraba en el evento de la venida del Mesías y la instauración del Reino de Dios.
LLegada la era del Nuevo Pacto, muchas profecías se cumplen, se manifiesta la perspectiva correcta y vemos que el Reino de Dios viene en dos etapas.
Queda revelado que el ACONTECIMIENTO CENTRAL, la venida del Mesías ya sucedió y que todo ahora se concentra hacia la Segunda Venida de Cristo y la consumación de los planes de Dios.
- Apunta hacia el futuro: Las profecías hablan de hechos que sucederían.
- Encerrados en un solo evento.
- Sin perspectiva.
El AT nos habla de eventos que en nuestro tiempo ya se cumplieron, por e...
El AT nos habla de eventos que en nuestro tiempo ya se cumplieron, por eso podemos hablar de "Escatología inugurada". También habla de eventos futuros que todavía no sucedieron y que pertenecen a la "escatología futura".
Muy al comienzo, hubo una expectación de un redentor venidero que heriría o aplastaría la cabeza de la serpiente. Con el pasar del tiempo hubo un creciente enriquecimiento de la expectativa escatológica. Los diferentes rubros de esta expectativa no fueron, por cierto, utilizados todos al mismo tiempo, y tomaron diferentes formas en diferentes épocas. Pero si pensamos en estos conceptos en términos acumulativos, podemos decir sin duda alguna que en diferentes momentos de su historia el creyente del Antiguo Testamento esperaba el cumplimiento futuro de las siguientes realidades escatológicas. Esto nos profetiza básicamente el A.T.:
- Redentor venidero.
- Reino de Dios.
- Nuevo Pacto.
- Restauración de Israel.
- Derramamiento del Espíritu.
- El Día del Señor.
- Cielo Nuevo y Tierra Nueva.
- Muchos de esos eventos profetizados en el AT ya sucedieron y otros están para suceder.
- El evento escatologico más importante ya sucedió.
- El NT nos da perspectiva. La Venida de Cristo y del Reino de Dios en dos etapas.
- Garantía. Lo que sucedió garantiza lo que sucederá.
- Hablamos de "esctología inaugurada" y "escatología futura".
Las Escrituras nos hablan de eventos que en nuestro tiempo ya se cumplieron, por eso podemos hablar de "Escatología inugurada". También habla de eventos futuros que todavía no sucedieron y que pertenecen a la "escatología futura".
Vivimos en una era inaugurada pero que no ha sido consumada y eso genera una tensión en la realidad que vivimos.
-
Vivimos en una tensión continua entre el "ya" y el "todavía no". Como hemos visto, la posición del creyente neotestamentario es la siguiente: vive en los días postreros, pero el día final no ha llegado todavía; está en la nueva era, pero la era final no ha llegado todavía. Si bien disfruta de los "poderes del siglo venidero", todavía no está libre del pecado, del sufrimiento, ni de la muerte. Aunque tiene las primicias del Espíritu, gime dentro de sí mientras espera su redención final.
Esta tensión le da a la era presente su sabor peculiar. El cristiano si bien él es ahora un hijo de Dios, todavía no se ha manifestado lo que será (1 Jn. 3:2). Aunque sabe que está en Cristo y que nadie podrá jamás arrancarle de las manos de Cristo, se da cuenta que todavía no ha logrado la perfección y que todavía tiene que confesar diariamente sus pecados.
Dado que Cristo ha logrado la victoria, debemos ver evidencia de esa victoria en la historia y en el mundo que nos rodea. Pero, al no haberse cumplido la consumación final de la victoria, continuará habiendo muchas cosas en la historia que no comprendemos, que no parecen reflejar la victoria de Cristo. Hasta el día del juicio final, la historia continuará caracterizándose por cierta ambigüedad.
En lo invisible, la historia ha cambiado fundamentalmente; en lo visible, es todavía la misma, porque aunque el reino de Dios se ha acercado, todavía está por llegar como un eschaton. Esta ambigüedad es esencial para toda la historia posterior a Cristo; el tiempo ya se ha cumplido, pero no se ha consumado aún “... Debido a esta profunda ambigüedad del cumplimiento histórico, en que todo es "ya" excepto lo que es "todavía no", el creyente cristiano vive en una tensión radical entre el presente y el futuro. Tiene fe y ejercita su esperanza. Al estar en paz en su experiencia presente y al esforzarse hacia el futuro, ya disfruta con confianza de aquello que espera ansiosamente y por lo cual se esfuerza.
- La iglesia se encuentra en tensión entre el "ya" y el "todavía no".
- Esta tensión entre el "ya" y el "todavía no" caracteriza lo que comúnmente denominamos las "señales de los tiempos".
- En la historia hay dos líneas de desarrollo.
- La historia es el terreno de las decisiones y acciones humanas.
- La visión cristiana de la historia es básicamente optimista.
- La actividad característica de la era presente es la misión.
- Esta tensión debe ser un aliciente para una vida cristiana responsable.
- Esta tensión nos ayuda a comprender el papel del sufrimiento en la vida de los creyentes.
Los eventos escatológicos que no se cumplieron aún pertenecen a la "Escatología futura" y se puede clasificar a esta escatología en dos secciones:
- Individual.
-Futura.
En el ámbito de lo Individual la escatología tiene que ver con asuntos tales como:
- La muerte física.
- La Inmortalidad.
- El así llamado "estado Intermedio" aquel estado entre la muerte y la resurrección general.
Respecto a lo cósmico la escatología considera temas como:
- El regreso de Cristo.
- La resurrección general.
- El juicio final.
- El estado final de todas las cosas.
LAS DOS ERAS
Al hablar de “escatología” estamos necesariamente incluyendo al menos dos elementos, “distintos eventos” y el elemento “tiempo”.
Al hablar de “tiempo”, en el N.T. se nos presenta una estructura básica que permite ubicar en el tiempo a todos los “eventos” que podemos mirar, sean pasados, presentes y futuros.
Esta estructura es muy simple y sencilla. Consta de dos partes:
Corresponde al período desde la entrada del pecado y se extiende hasta la Segunda Venida del Señor.
Incluye "los postreros días" inaugurados con la primera venida de Cristo y que se consuma con su segunda venida, evento conocido como "El Día del Señor".
SIGLO VENIDERO
SIGLO VENIDERO
Es el período que se extiende desde la Segunda Venida del Señor y por la eternidad. Es posterior al juicio y la definición para cada ser humano de su destino de "vida eterna" o "muerte eterna".
El "siglo venidero" se corresponde con la meta escatológica y con el estado eterno. Corresponde "al cielo nuevo" y "tierra nueva".
Esta estructura básica no está escondida en una porción oscura de Las Escrituras sino que se manifiesta claramente en todo el N.T.
Todo "el tiempo" está incluído en esta estuctura.
Ej.: M12.31-32 vs. Mr 3.28-29
Todo el N.T. está permeado de estas dos eras.
ESTE SIGLO SIGLO VENIDERO
. Casamiento . No hay casamiento
. Muerte . No hay muerte
. Cuerpos naturales . Solo cuerpos resucitados
ETAPA DE SIEMBRA ETAPA DE SIEGA
. Hijos del Reino . Hijos del malo
. Condición natural . Justos resplandeciendo
. Crecen juntos . Trigo en granero,
cizaña quemada
En este esquema se resalta la obra sobre natural de Dios llevando las cosas a un nuevo estado. Dios divide y produce los cambios (por eso hablamos de un final apocalíptico).
Sabemos por estos y otros pasajes y sus respectivos contextos que la línea divisoria entre las dos eras está relacionada con la Segunda Venida de Cristo y nuestra reunión con Él (ej.: 2Tes 2.1), la Resurrección de los muertos (ej.: 1Cor 15.22-23), y el Juicio a todos los hombres (ej.: 2Cor 5.10). Lo iremos viendo mientras avanzamos.
Entonces, nuestra realidad es esta, “estamos en el presente siglo esperando la vuelta de nuestro Señor Jesucristo y el comienzo del siglo venidero” sabiendo que esto traerá:
. La resurrección y/o glorificación de los cuerpos.
. El juicio y fin de este presente siglo malo.
. Vida eterna en cielos nuevos y tierra nueva.
Podríamos decir en cuanto al Siglo Venidero que “Ya no habrá muerte”. “Seremos como ángeles”. “Seremos hijos de resurrección”. “Resplandeceremos como el sol en el Reino del Padre mientras todos los que sirven de tropiezo y hacen iniquidad serán echados al fuego (infierno)”.
Mientras tanto, estamos en este Presente Siglo Malo, el cual está bajo el maligno (1Jn 5.19 / 2Cor 4.4 / Ef 2.2). Aun así sabemos que en este Siglo Malo se puede vivir bajo el gobierno de Dios, pues las realidades del Siglo Venidero de alguna manera van irrumpiendo en Este Siglo desde la obra redentora de Cristo (Heb 6.4-5).
Esta realidad espiritual está bien ejemplificada con un “embarazo”, donde “ya hay un hijo, pero todavía no lo podemos disfrutar plenamente”. “El presente siglo está embarazado del siglo venidero”.
Entender esto es muy importante para entender la vida cristiana hoy. Entender que “fuimos salvos” pero que “seremos salvos”, “que hay victoria contra la carne pero que no fuimos libres totalmente de ella”, “que fuimos redimidos pero no totalmente”, “somos nuevas criaturas pero aún no somos lo que hemos de ser”. Esto nos enseña que por eso la vida cristiana es una “batalla sin treguas” y no una “paz sin problemas” como a veces se trata de hacer ver al cristianismo.
Es muy importante entender esta realidad espiritual presente donde se manifiesta “lo que es y lo que aún no es, lo que somos y lo que seremos”. El Reino y la vida del Reino de Dios se han hecho presente pero la victoria total todavía no ha sido consumada.
su escatología...
Dicho sencillamente, “Reino de Dios” es el gobierno de Dios. Ahora, tenemos que ver que ese gobierno se expresa de dos maneras:
. Sobre toda la Creación, sean personas, animales, plantas, etc. (Ej.: Sal 103.19)
. Sobre todos los Salvos, todos los que están bajo el Señorío de Cristo.
Podríamos decir entonces que “los impíos están y no están en el Reino de Dios”.
El Reino de Dios es una realidad. Todo lo creado está sujeto a la autoridad soberana de Dios. En más, el “Reino de Dios escatológico” profetizado en el A.T. ya ha sido inaugurado con la venida de Cristo. Jesús decía “El Reino de Dios ha llegado”. Por eso podemos asegurar que el Reino de Dios, estaba presente.
Sin embargo ese “Reino de Dios en su Plenitud” no se ha consumado, pues no está sobre todos los hombres (y en nosotros que está, no se manifiesta en su plenitud) y Jesús el Rey que se ha ido, todavía tiene que volver para que se consume el Reino de Dios.
Aquí vemos otra vez “la doble realidad” de “lo que es pero todavía no es”, “lo que se inauguró pero todavía no se consumó”.
La venida del Reino en dos etapas.
Cuando miramos esta parábola vemos que es muy sencilla. Nos enseña que “hay malos y buenos viviendo juntos hasta el fin”. Esto, que a nosotros nos parece natural, en la mente judía no lo era, pues ellos, en su “visión escatológica” veían que con la venida del Mesías y la instauración del Reino Mesiánico los malos serían destruidos (esto confundió a Juan el Bautista (Mt 11.3)).
En la mirada judía, el Reino Escatológico era un evento terrenal y definitivo. Esto sucedía porque no tenían la “perspectiva” que el N.T. da a todo el bagaje profético del A.T. Acerca de este “misterio” es que nos habla esta parábola tan sencilla.
La parábola del trigo y la cizaña nos habla del Reino de Dios viniendo en dos etapas, una etapa de siembra y otra de siega.
Tensión entre su presencia y su conquista, su realidad presente y futura.
Mat 19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
Jua 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Luc 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.(B)
Mat 6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
En la primera etapa, la de siembra, los “hijos del Reino” crecen juntamente con “los hijos del maligno”. No es que “el mal aplastará” a la Iglesia hasta que esta desaparezca. Dios protege su Iglesia hasta el fin. Tampoco es que la Iglesia “aplastará al mal” de tal manera que este no exista más en esta etapa. Sino que uno y lo otro crecerán. Veremos avanzar las tinieblas hasta el colmo, pero a su vez, veremos al Reino de Dios avanzando también.
En la segunda etapa, la de siega, hay una definición de parte de Dios, los impíos son enjuiciados y los justos van a la vida eterna.
Todo esto nos ayuda a entender el presente y esperar el futuro con las expectativas correctas. Por ejemplo:
. El mal está presente y creciente. Esto trae sufrimiento a los santos. El mundo no mejorará sino que empeorará.
. El Reino de Dios avanzará, trabajemos con fe.
. Hay un final definido y una nueva etapa cualitativamente diferente. Conocer cuál es nuestra esperanza.
Juicio General a todos los hombres...
Entendemos que la segunda etapa de la venida del Reino, la de siega, está marcada por “el juicio”. Entre “ambos siglos”, este y el venidero, vemos claramente el juicio de Dios. Ya lo vimos en la parábola del trigo y la cizaña, ahora lo veremos en otros pasajes.
Miraremos en estos pasajes:
. El tiempo en que ocurre el juicio.
. El alcance de este juicio.
. El resultado del juicio.
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,(F) entonces se sentará en su trono de gloria,(G)
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
El juicio sucederá “Cuando el Hijo del Hombre venga”, en su Segunda Venida.
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
El juicio alcanza a “todas las naciones”. La palabra griega aquí es “pantataetna”. Se usa solo 3 veces en el N.T. Una es aquí y las otras dos en (Mt 24.13) (Lc.24.47). Ante este juicio estarán todos los hombres de todas las razas de todos los tiempos.
Mat 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.(H)
Es un juicio final y definitivo para todos los hombres donde unos van a la eternidad sin Dios y otros a una eternidad con Dios.
Este juicio de Mateo 25 está relacionado en su expresión con lo que dice (Mt 16.27) donde vemos que en su venida cada uno recibirá lo que merece.
2Pe 3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;(E) en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
Aquí habla del “día del Señor”. Esta expresión corresponde a la Segunda Venida de Cristo. Esto lo podemos corroborar por lo que dice (1 Tes 4.13 al 5.3) (2Tes 2.1-8).
1Ts 5:2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;(A)
Este versículo está en el contexto de la Segunda Venida del Señor (1 Tes 4.15), de estos tiempos y ocasiones está escribiendo Pablo.
2Ts 2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,(A) os rogamos, hermanos,
2Ts 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Aquí la expresión “día del Señor” también está en el contexto de la Venida del Señor y nuestra reunión con él.
Podemos afirmar entonces que el tiempo del juicio de 2 Pedro es en el Regreso del Señor.
Es interesante que hace un paralelismo con el diluvio donde hubo un juicio universal.
El juicio será sobre “los hombres impíos” (vs.7) y sobre “la tierra y las obras que en ellas hay” (vs.10). Todo esto alude a un juicio definitivo, tanto así que debemos esperar un cielo nuevo y una tierra nueva pues “los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán” (vs.12).
Podemos afirmar que el juicio será universal.
Juicio sobre los malos (vs.7) y cielos nuevos y tierra nueva para los justos (vs.13).
Es interesante que Pedro nos habla aquí de “tres mundos”:
. “El mundo de entonces”.
. “Los cielos y la tierra que existen ahora”.
. “Cielo nuevo y tierra nueva”.
Entre los dos primeros medió el diluvio y entre los dos últimos mediará la Segunda Venida de Cristo.
Entonces acerca del “juicio final” como un evento escatológico podemos decir que será cuando Jesús vuelva, que será sobre todos los hombres y que definirá donde pasamos la eternidad.
Este apunte de escatología básica nos provee una estructura donde colocar los “eventos escatológicos” en el “tiempo”. Es un esquema sencillo y bíblico.
Hemos marcado los puntos y eventos elementales del tema para definir el esquema, ahora, todos los demás elementos y eventos que agreguemos en estudios posteriores tienen que guardar coherencia con este planteo básico.
Apocalipsis 20 a la luz de los textos claros.