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Diana Ramirez / Diana L. Téllez
Esto volvió las
relaciones mercantiles más rígidas e hizo más vulnerable a la economía nacional.
Lo que redujo
considerablemente el precio y la cantidad de las exportaciones mexicanas
Se elevó el precio de los principales productos alimenticios para el mercado interno.
La lucha armada solamente agudizó la
tendencia al estancamiento que ya venía observando la economía mexicana desde las postrimerías
de la época porfirista, en particular en ramas como la minería, la agricultura y la producción de
manufacturas.
Se caracterizaron por una producción para la exportación que continuó creciendo (henequén), y una producción para consumo interno en descenso (maíz, frijol), y por una minería e industria manufacturera que mantuvo un comportamiento aceptable.
Se registró la crisis económica más profunda, pues prácticamente todas las ramas de la actividad industrial resultaron afectadas, a excepción del petróleo y el henequén, a raíz del golpe de Estado de Victoriano Huerta (decena trágica del 9 al 18 de febrero de 1913) y el asesinato de Madero el día 22.
Uno de los problemas más graves, el inevitable desorden monetario que provocó, un agudo proceso inflacionario que no sería controlado hasta a partir finales de noviembre de 1916, un repentino e inesperado desatesoramiento de una gran cantidad de moneda de oro y de plata comenzó a circular nuevamente. Esta reintroducción de los metales hizo desaparecer al papel moneda, lo que en la práctica significó que el país retornara al patrón oro.
Se caracterizó, en lo general, por la recuperación de la actividad
económica por la vía primario-exportadora
Lorenzo Meyer (1994: 237-238) resalta el hecho de que la industria petrolera tuvo una “época dorada” entre 1911 y 1921, en la que la producción de los campos mexicanos únicamente fue superada por la producción de los Estados Unidos
Logro del refinanciamiento de la deuda externa mexicana por Alberto J. Pani, Secretario de Hacienda.
Asimismo, se devolvieron los ferrocarriles a manos privadas e inició operaciones el Banco de
México (1925).
La reanimación del conjunto de la economía en la década de los años veinte tuvo
su origen en la expansión de algunas actividades industriales
En un contexto político aún inestable, y quizá a causa de eso, la economía mexicana entró en crisis en 1927 debido a la contracción de las exportaciones (-23.4% entre 1927-1929).
la agudización de conflictos como el religioso, el externo con Estados Unidos por el petróleo, el agrario, y el político-militar entre Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón, que culminaría con el asesinato de éste último en 1928
Epoca inestable por la etapa
de reconstrucción del sistema político nacional, pero el hecho que marcó este periodo, no sólo en la
historia económica de México sino en la historia económica mundial, fue la crisis de 1929-1932
En México derrumbó la producción (-14.8% en 1932), el PIB per capita en pesos (-16.3% en 1932) y en dólares (-22.5% en 1931 y -42.7% en 1932)
Provocó dos años de severísima deflación (12.7% en 1931 y 10.8% en 1932), y contrajo el consumo 11.9% en 1932 y la inversión privada 26.1% en 1931.
A los efectos de la crisis mundial que se reflejaron en un derrumbe de los precios y de los mercados internacionales, se sumó el efecto depresivo de las
políticas contraccionistas ortodoxas que se siguieron aplicando hasta 1932.
Las políticas públicas se orientaron
a crear la infraestructura esencial de industrias básicas como la eléctrica
En 1940, la segunda guerra mundial provocó una mayor demanda europea y norteamericana
de bienes primarios y manufacturados producidos en los países periféricos, situación que condujo a un mayor crecimiento de las exportaciones mexicanas y que se prolongó hasta 1945.
La economía mexicana inició la etapa de crecimiento sostenido que duraría hasta fines de los años sesenta. El PIB creció a una tasa promedio anual superior al 7.5 por ciento.
Valor total de se duplicó durante la década.
La inflación se incrementó, lo que redujo los salarios reales.
Enrique Cárdenas (2002) demostro que no fue el déficit fiscal ni una política monetaria excesivamente expansiva del financiamiento interno lo que contribuyó al incremento de la inflación
El aumento de los precios internos se debió fundamentalmente a choques externos de
diversos tipos que sufrió la economía mexicana.
El “desarrollo estabilizador” o Milagro mexicano por encontrarse asentado sobre la base un esquema de crecimiento que conjugaba la generación de un ahorro voluntario creciente y la adecuada asignación de los recursos de inversión, con el fin de reforzar los efectos estabilizadores
de la expansión económica.
Experimentó un periodo de crecimiento sostenido que constituye el
episodio más relevante en la historia económica del país
El periodo se caracterizó por una prolongada estabilidad cambiaria que duró 20 años
Un bajo desempleo, un rápido crecimiento y una inflación estable.
Wionczek (1971: 12-17)
señala que “la estrategia de
crecimiento económico conocida como el desarrollo estabilizador, traducido en el ‘milagro mexicano’, no benefició a los intereses de las grandes masas de población en rápido crecimiento, para las cuales el costo de ese ‘milagro’ representó una carga difícil de soportar.
Dos hechos surgidos bruscamente provocaron un auge inflacionario: por un
lado, en 1971 se derrumbó el sistema de Bretton Woods por el abandono del patrón oro por parte de
los Estados Unidos, lo que dio lugar a la devaluación del dólar
El aumento de precios del petróleo en 1973 fue una bendición para las
finanzas públicas, esas ganancias inesperadas desataron “una orgía de gasto de gobierno” en las
administraciones de Luís Echeverría y de López Portillo que llevaron el déficit público a niveles sin
precedentes.
Por otro lado, el enorme y súbito
aumento de los precios del petróleo entre 1975 y 1979.
Tras 20 años de tipo de cambio fijo, en 1976 se devaluó el peso un 25% respecto al dólar
El alto precio del petróleo y las grandes reservas del energético que tenía
México provocaron que pudiera acceder a créditos en el mercado internacional, situación que
explica que la deuda externa pasara de 8,990 millones de dólares en 1973 a la estratosférica cifra de
97,662 millones de dólares en 1986. Sin embargo, la política monetaria restrictiva aplicada por el
Tesoro de Estados Unidos fortaleció al dólar y elevó las tasas de interés (en dólares), por lo que el pago de los intereses de la deuda se volvieron impagables, motivo por el cual se declaró la
moratoria de la deuda
1982 marca el inicio de una nueva etapa con la instrumentación de un nuevo modelo o paradigma llamado neoliberalismo que pondría fin a la fuerte intervención del Estado en algunas actividades económicas.
En esa década arranca un ambicioso programa de desincorporación de
empresas públicas, desregulación de la actividad económica, y apertura del sector financiero y en
general de toda la economía.
En particular, la apertura externa se coronó con la firma y entrada en
vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994.
La economía mexicana se caracterizó por una salida
neta de capitales debido al pago de los intereses de la deuda externa, la cual logró ser renegociada
en 1989.
Pactos Económicos que a partir de 1987 lograron reducir y estabilizar la inflación que pasó de un
histórico 150% a un 7% en 1994, hasta que la devaluación de diciembre de 1994 y la posterior crisis
económica echaron por tierra todo el edificio económico que resultó que estaba apuntalado con
alfileres.
Tres elementos detonantes:
corriente.
Esa crisis sólo pudo ser superada gracias al rescate financiero del FMI y del
Gobierno de Estados Unidos por 25 mil millones de dólares.
Objetivo de estabilidad económica, reflejada en una
tasa de inflación de un dígito, ha sido alcanzado.
El desarrollo económico y el incremento de los
niveles de bienestar material de la mayoría de la población mexicana es el gran fracaso de la
política económica, y de toda la política en general.
Su origen en el problema de las hipotecas subprime de EE.UU. y se extendió después, afectando no sólo a toda la economía de ese país, sino también a las de otras naciones, de manera principal, miembros de la Unión Europea.
La economía de México aumentó 2.1% en 2014, de acuerdo con cifras divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), lo que refleja un crecimiento económico débil, destacaron analistas.
Durante gran parte de 2014, el mercado interno se vio afectado por la reforma fiscal que entró en vigor a inicios de año y que golpeó el ánimo de los consumidores.
En crecimiento en el PIB del 2.1%, con una inflación del 4.7%
Cabrera, D. A. (6 de Abril de 2010). Espacio Común de Educación Superior y Facultad de Economía de la Universidad. Recuperado el 20 de Febrero de 2018, de http://www.economia.unam.mx/profesores/aaparicio/Econom%C3%ADa.pdf