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EL INCA
A la cabeza de la sociedad estaba el Inca, máxima autoridad e hijo del Sol, por ello era considerado un ser sagrado. Se pensaba que tenía poderes sobrenaturales, como el de ordenar a las piedras que se convirtiesen en caminos y andenes.
El Inca poseía ciertos objetos que los distinguían y que eran símbolos de su poder: la tiana o asiento desde el que se situaba por encima del resto, las andas o litera donde era transportado de un lugar a otro. Usaba además ropa muy fina y plumas, y ceñía su frente con la mascaypacha.
El Inca estaba rodeado de su panaca o grupo de parentesco, conformada por su familia más cercana: la coya o esposa principal, sus esposas secundarias,su sucesor el auqui y todos sus descendientes. Las panacas tenían mucho poder, pues entre sus miembros se elegía al futuro Inca.
Todos los familiares del Inca eran parte de este grupo social. Usaban unos aretes enormes como símbolo de poder, por eso se les llamaba orejones. Todos ellos ayudaban de alguna manera en la administración y organización del Estado Cusqueño.
También había nobles de privilegio, quienes alcanzaban esta posición porque habían hecho favores al Inca y por eso, ocupaban cargos importantes en el Tahuantinsuyo.
Los curacas eran autoridades muy importantes dentro del mundo andino. Ellos existían desde tiempos inmemoriales, y los Incas los respetaban por eso.
Como cabezas o jefes del ayllu, los curacas representaban a su comunidad frente al Inca. A través de ellos, el Inca solicitaba la colaboración de los miembros del ayllu para alguna actividad (mita). Otras funciones del curaca eran decidir quiénes iban a la mita y qué productos serían entregados al Inca como sobrante de la producción; controlar los depósitos y dirigir ceremonias religiosas.
La mayoría de la población del Tahuantinsuyo pertenecía a las clases populares. El hombre del pueblo se llamaba hatun runa y se dedicaba principalmente a la agricultura. Otras actividades eran la ganadería, la pesca, la alfarería, la textilería y la construcción.
Otro grupo dentro de las clases populares eran los mitimaes, que eran familias sacadas de sus ayllus para trabajar en otros lugares, en agricultura o para cumplir alguna misión especial encargada por el Inca. Por último estaban los yanas, que eran considerados sirvientes de alguna personalidad.