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Se denomina recién nacido al producto vivo de la concepción, desde el momento mismo del nacimiento y hasta los 28 días
¿Cuándo surge?
Es una valoración creada en 1952 por la pediatra y anestesióloga Virginia Apgar de donde recibe su nombre.
Se plantea como un método simple y repetible para evaluar rápidamente la salud de un bebé inmediatamente después de nacer. La Dra. Apgar, creadora de la prueba, creía que los mismos signos tradicionalmente usados por los anestesiólogos para monitorear la condición del paciente durante la cirugía podrían ser usados para evaluar la condición del bebé después del nacimiento y predecir la probabilidad de supervivencia.
La puntuación de APGAR es el primer examen que se realiza a los recién nacidos, y se lleva a cabo en la habitación donde se llevó a cabo el parto.
Es un examen rápido que se realiza al primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé.
¿Qué evalúa?
El puntaje de Apgar se calcula evaluando al bebé en cinco criterios en una escala de 0 a 2, luego sumando los cinco valores obtenidos. Los cinco criterios del testo de Apgar son:
Los reflejos del recién nacido son actos totalmente involuntarios, que van desapareciendo con el tiempo.
Algunos de ellos son espontáneos y forman parte de las actividades habituales del bebé y otros aparecen como respuesta a ciertas acciones.
Los reflejos del recién nacido sirven para detectar posibles anomalías en el sistema nervioso y el cerebro. Y algunos de estos reflejos son característicos de períodos específicos del desarrollo.
Estos reflejos son respuestas propias de los bebés que están presentes en el momento del nacimiento y que van desapareciendo, por lo general, a lo largo del primer año de vida.
La persistencia de los reflejos después de los 6-9 meses de edad es un signo de mal pronóstico y se asocia a una mala evolución de los niños con lesiones cerebrales.
Cuando se toca o acaricia la boca o mejilla del bebé, este vuelve la cabeza y abre la boca para buscar la dirección de dicha caricia.
Este reflejo ayuda al bebé a buscar el pecho de la madre para alimentarse y cuanto más hambriento esté el bebé, más fuerte es el reflejo.
El reflejo de búsqueda desaparece alrededor de los 3 o 4 meses de vida del bebé.
El reflejo de succión aparece alrededor de las 32 semanas de embarazo, pero no se desarrolla del todo hasta las 36 semanas de embarazo, por lo que cuando el bebé es prematuro este reflejo puede ser débil o inmaduro.
Cuando se introduce algún elemento en la boca del bebé, como el pezón, el dedo o el biberón, el bebé comienza a succionar. Y este es un movimiento complejo que requiere la coordinación de varios grupos musculares.
La succión en sí misma tiene capacidad para disminuir el dolor y la ansiedad.
También se conoce como reflejo de sobresalto, porque se produce cuando el bebé se sobresalta por un sonido o movimiento brusco. En respuesta a esto, el bebé echa la cabeza hacia atrás, abre los brazos y las piernas y en ocasiones llora.
Por lo general, el reflejo de Moro se desencadena cuando el bebé es tumbado boca arriba, se eleva su cabeza con la mano y se deja caer la cabeza de repente, evitando que golpee la cabeza con la superficie.
El reflejo de Moro permanece hasta
los 4 o 5 meses de edad.
El reflejo de prensión aparece cuando se acaricia o presiona la palma de la mano del bebé con cualquier objeto y este cierra los dedos. Este reflejo además de emocionar a los padres, parece que tiene un efecto tranquilizador en el bebé.
Este reflejo es sustituido por una conducta aprendida, que tiene una intención y que se desarrolla a medida que madura el cerebro del bebé. Cuando este comienza a adquirir coordinación y habilidad para agarrar y manipular objetos.
También conocido como reflejo del paso o de caminar, ya que parece que el bebé está dando pasos.
Este reflejo aparece cuando se sostiene al bebé de pie con los pies en una superficie sólida y este comienza a mover los pies como si estuviera dando pasos.
Este aparece cuando se acaricia la planta del pie. El dedo gordo del pie del bebé se dobla hacia la parte superior y los otros dedos se abren en abanico.
Este reflejo desaparece alrededor del año
Este reflejo se desencadena cuando se gira la cabeza del bebé hacia un lado, sosteniéndola durante 15 segundos y después se vuelve a colocar en la línea media. La respuesta del bebé consiste en extender el brazo y la pierna correspondiente al lado hacia el que se ha girado la cabeza, mientras que el otro lado permanece flexionado.
A esta postura se la describe como postura de espadachín o de esgrima.
Este reflejo desaparece alrededor de los 6 o 7 meses de edad y en algunos niños se obtiene una respuesta clara, en otros puede que apenas se note.
También se conoce como respuesta de incurvación del tronco.
Para que se desencadene este reflejo se coloca al bebé boca abajo sobre la mano y se roza con el dedo los dos lados de la columna (desde el hombre hasta las nalgas). Primero hacia un lado y luego al otro. El bebé responde curvando la columna hacia el lado estimulado.
Este reflejo desaparece alrededor del año de vida.
Hay otros reflejos que también pueden apreciarse en los primeros meses de vida. Son los reflejos secundarios, aquellos que aparecen posteriormente al nacimiento y entre los que se incluyen:
Este reflejo es una de las respuestas de protección. Estas son respuestas automáticas del cuerpo ante una amenaza como caer.
Aparece cuando se coge al bebé por debajo de las axilas de espaldas a nosotros y se simula que se lanza al bebé a una superficie. El bebé ante esto reacciona estirando los brazos para protegerse de la caída.
Este reflejo aparece a partir de los 6 meses y persiste toda la vida.
Cuando se toca la parte lateral de la mano, por el lado del dedo meñique hasta la muñeca, el bebé va abriendo el puño desde el meñique hacia el pulgar.
Cuando se suspende al bebé boca abajo, el tronco se extiende. Este reflejo aparece a los 4 meses y desaparece alrededor del año.
La escala neonatal de Brazelton es un instrumento de evaluación creado por Terry Brazelton, pediatra estadounidense, en 1973.
Este pediatra y sus colaboradores pretendían valorar la calidad de respuesta del niño y la cantidad de estimulación que necesita. Para ello, tiene en cuenta patrones visuales, motrices y auditivos.
La idea central de Brazelton es que el neonato es un ser competente y activo, capaz de responder a los estímulos del entorno, y destaca el valor significativo y predictivo de la evaluación de sus respuestas conductuales. La escala que lleva su nombre es una de las más indicadas tanto para la detección temprana de déficits como para la detección de sus capacidades emergentes.
Dado el carácter interactivo del test, se ha constatado también su utilidad para favorecer el vínculo entre el recién nacido y sus padres, mejorando así el desarrollo del niño.
La escala de Brazelton es una técnica de evaluación interactiva que suele aplicarse a los tres o cuatro días después del nacimiento del niño, pero no es obligatorio que lo realicen los centros de salud u hospitales.
La escala de Brazelton incluye dos tipos de ítems, 35 conductuales y 18 reflejos. La escala se aplica diferenciadamente en momentos de vigilia o de sueño, e incluye los apartados siguientes (su enumeración y agrupación varía según las distintas revisiones de los autores):
1. Sistema nervioso autónomo: integra las funciones básicas del organismo, regulación de la respiración y de la temperatura.
2. Sistema regulador del estado: es la capacidad del neonato de regular sus estados de conciencia. Por ejemplo, el mecanismo de habituación evalúa la disminución de respuesta. Pretende que el niño sea capaz de seguir durmiendo pese a la presentación de ligeros estímulos (luz, táctil, sonido, destapar las sábanas...).
3. Motor-oral: el objetivo es evaluar los reflejos de succión, pie y búsqueda del niño. También evaluar el tono muscular de brazos y piernas y el tono muscular plantar.
4. Troncal: tiene el objetivo de evaluar aspectos tales como desvestirse, reflejos motrices... Acciones: evaluar la presión palmar, la incorporación provocada (tirando del niño para que ejerza fuerza y se incorpore), reflejos de escalón, enderezamiento y marcha.
5. Vestibular: pretende evaluar la manipulación, estimulación y reflejos. Acciones: evaluar movimientos defensivos (usando los estímulos que se utilizaron en la fase de habituación), el reflejo tónico del cuello y el reflejo de moro.
6. Social-Interactiva: esta fase tiene como objetivo evaluar la orientación y estimulación de la conciencia. Acciones: evaluar la orientación visual-animada (una persona) y visual-inanimada (un objeto en movimiento); evaluar la orientación auditiva animada (persona, palabras dirigidas al niño) e inanimada (objeto que provoca sonidos); evaluar la orientación visual y auditiva (simultáneas); evaluar la capacidad de ser consolado (¿se consuela él mismo, dejando de llorar, o es necesario que acuda uno de los progenitores?).