Introducing
Your new presentation assistant.
Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.
Trending searches
El propósito de este trabajo es ahondar en el análisis de las barreras curriculares el cual se vincula fuertemente al proceso de enseñanza, en los aspectos metodológicos, creando dificultades a los estudiantes para aprender.
Se asocian principalmente a los aspectos de metodología y formas de evaluación rígidas y poco adaptables, que generan procesos de discriminación o segregación.
Son las barreras que ponen de manifiesto el desconocimiento de la situación general del alumno o alumna, sobre la discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, por parte de todos los involucrados (familia, maestros, equipo de apoyo, escuelas, etc.).
Bajo el paradigma de la integración educativa (derivado del modelo clínico-terapeútico), se ha priorizado en dar o conocer el diagnóstico que presenta el alumno, dejando de lado cualquier tipo de intervención desde el contexto regular escolar; lo cual limita la participación de los niños y niñas que pueden presentar requerimentos específicos cuando no especiales.
En el enfoque de la Educación Inclusiva, es preciso tener en cuenta que más que el diagnóstico y/o la necesidad educativa específica o especial que pudiera presentar cualquier niño, la barrera se encuentra en la limitada cantidad de estrategias y repertorio de técnicas lúdicas mediante las cuales puedan desarrollarse las competencias; lo anterior está íntimamente ligado al conocimiento del docente y a su preparación, lo cual se hace extensivo en relación a los padres de familia y de los mismos decentes de la educación especial.
Desde una perspectiva profesional, esta barrera constituye un problema grave para el desarrollo y retos de la educación inclusiva.
Son las barreras que interfieren en el proceso de comunicación y que obstaculizan los flujos de interacción en los diferentes contextos con el alumno. Entre ellos se encuentra la calidad de la misma, los tiempos en que se da, etc.
Dentro de estas barreras podemos mencionar la calidad de la comunicación entre alumnos y profesores: hablar en lenguaje entendible, ser asertivo, motivador y empático con el alumno.
También tiene que ver con la cantidad de comunicación: tener tiempo para todos y darle a cada uno el que necesite, ya que no es igual para todos. Adaptar el contenido a cada caso, avanzar a ritmo pertinente, etc.
También tienen relación con las necesidades de los alumnos, desde una comunicación en una lengua indígena si es la que habla el alumno, saber lengua de señas mexicana si es que el alumno es sordo, conocer y comunicarse en Braille si el alumno es ciego, saber realizar e implementar Tableros de comunicación si el alumno tiene una condición que le impida comunicarse de manera oral o por medio de la lengua de señas…
Destaca la creencia de que es imprescindible trabajar en clase con niveles de aprendizaje semejantes entre el alumnado; por tanto, se hace imprescindible el trabajo individualizado. Dicha forma de pensar dificulta enormemente la atención del alumnado con discapacidad, pero al mismo tiempo está muy alejada de la realidad de la escuela en la sociedad de la información.
Tienen relación directa con el trabajo docente, son todos los ajustes, planeación, implementación, uso de recursos, estrategias, organización que el maestro debe llevar a cabo para que todos los estudiantes aprendan considerando sus características y condiciones. Si el docente no lo lleva a cabo entonces es una barrera metodológica o de práctica.
• Currículo rígido, poco o nada flexible.
• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos.
• Exigencias curriculares poco apropiadas a las etapas de desarrollo físico y psicológico de los algunos niños (Principio de realidad).
• Poca o ninguna correlación de contenidos.
• Poca o ninguna utilización de apoyos para el aprendizaje.
• No adecuación del currículo según las características de aprendizaje del alumno (cognición, ritmo y estilo).
• No ampliación o creación de recursos que faciliten el acceso al currículo.
• Fallo en motivar al alumno.
• Material de enseñanza poco comprensible.
• Escasa o ninguna coordinación metodológica entre docentes.
• Falta de apoyo efectivo del docente especializado hacia el de grado.
No reforzamiento ni generalización de lo enseñado
Las barreras de este tipo hacen referencia al orden y estabilidad en las rutinas de trabajo, la aplicación de las normas y la distribución del espacio y mobiliario. Por ejemplo, cambios en los salones, espacios o en actividades sin previa planeación; cuando los materiales no son accesibles al alumnado, así como ambientes de desorden dentro del aula son factores que afectan negativamente el aprendizaje de cualquier alumno; en el caso de los alumnos con discapacidad se tornan más graves debido a que muchos de ellos necesitan estructura, estabilidad y rutinas para alcanzar el aprendizaje.
• No se tiene una coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos.
• Dificultades en el proceso de matrícula de alumnos de la comunidad.
• Ausencia de un PETE y un PAT que planifique y “orqueste” todas las acciones para la inclusión.
• Poca o ninguna coordinación y fluidez entre las diversas etapas del proceso educativo (inicial, básico, medio y superior o técnico) cuando se realizan en centros escolares distintos.
• Falta de funcionamiento del Consejo Técnico Escolar.
Se refiere a que se debe dar prioridad a las acciones encaminadas a compensar los efectos de una discapacidad en el desarrollo y aprendizaje del niño, como sería el uso de auxiliares auditivos para los niños con discapacidad auditiva o de una máquina Perkins en el caso de los niños con discapacidad visual.
Tiene que ver con privilegiar aprendizajes que propicien las habilidades sociales y de interacción con el grupo, lo que implica que se desarrollen actividades en el aula que se encaminen a favorecer el contacto personal y la comunicación, sobre todo cuando se identifican problemas de lenguaje o de orden afectivo.
Consiste en destacar el aprendizaje que favorece el desarrollo autónomo del alumno, con el fin de que resuelva necesidades básicas, como son el vestirse o desplazarse de un lugar a otro sin la ayuda de otra persona.
Se refiere a la decisión sobre el tipo de aprendizajes que estén al alcance de los alumnos, dejando en segundo término o prescindiendo de los que representen un grado extremo de dificultad para su adquisición y aplicación. Para un niño con discapacidad intelectual, existen aprendizajes que le significarán un elevado grado de esfuerzo y persistencia y que presentan pocas probabilidades de ser adquiridos y utilizados eficazmente por él; por lo tanto, hay que optar por el desarrollo de otras capacidades o habilidades que le permitan consolidar sus avances y estimular su interés en el trabajo escolar.
Implica la selección de medios de aprendizaje que suponen actividades significativas para el alumno, en función de sus posibilidades reales, de tal manera que lo que vayan aprendiendo sea relevante, funcional y enriquezca su desarrollo integral.
Significa que hay que potenciar el trabajo de acuerdo con las preferencias del alumno, rescatando su interés por determinados temas o actividades con los que se identifica o se siente más cómodo y seguro, lo que propicia una mayor motivación y participación más dinámica en las tareas escolares.
Implica valorar, independientemente de las NEE, los intereses del alumno para evitar desfases que conduzcan a la infantilización en su nivel de aprendizaje. Se debe entender que, aunque el alumno esté en un nivel de aprendizaje inferior al que le correspondería por su edad cronológica, sus intereses personales y sus actitudes no siempre se corresponden con los de los niños con niveles de aprendizaje equiparables a los suyos, por lo que hay que procurar tomar en cuenta su edad cronológica al aplicar determinadas estrategias o actividades.
Supone actividades distintas de las habituales para mantener el interés del alumno, especialmente cuando presenta dificultades para el logro de determinados aprendizajes. Las estrategias metodológicas que el maestro aplique deben ser diversificadas y su sentido debe apuntar a que el alumno disponga de suficientes alternativas para resolver situaciones conflictivas que enfrenta con el conocimiento escolar.
Se refiere a la necesidad de conectar el aprendizaje con las situaciones cotidianas que vive el niño fuera de la escuela, evitando el formalismo que caracteriza a un cierto tipo de actividades escolares, en la que se ignora la importancia de que el niño trabaje con materiales de uso común y que se represente vivencias cotidianas de su entorno social, restando significatividad y funcionalidad a lo que aprende.
Consiste en favorecer los aprendizajes que le permiten al alumno ampliar sus ámbitos habituales de acción, enriqueciendo sus experiencias, estimulando nuevos intereses, desarrollando habilidades distintas. Integrarse a otros grupos, vivir experiencias nuevas en contextos diferentes al escolar y familiar, le dan la posibilidad de construir nuevos significados y, por ende, de comprender mejor el mundo que le rodea.