Donde no hay orden, no hay respeto;
donde no hay respeto, no hay justicia
y donde no hay justicia no hay paz.
5´s
Separar las cosas innecesarias de las necesarias.
Preguntate qué criterios regirán la purga de objetos como:
Su utilidad, frecuencia de uso o cantidad.
Mantén las cosas necesarias
Estos objetos deberán ser clasificados según su frecuencia de uso:
Aquellos que se usan a diario, los que se usan una vez por semana o mes y los utilizados con menor frecuencia.
Beneficios
Esta fase permite una reducción de stock, capacidad de almacenamiento y las necesidades de espacio.
Consiste en dónde colocar las cosas
Realiza un estudio antes de decidir dónde debe ir cada cosa, para de esta manera saber dónde conseguir cada cosa en el momento en que se necesita.
Hay que tener en cuenta lo que se utiliza constantemente, lo que se utiliza de vez en cuando y quién utiliza cada cosa.
Clasificación de espacios
Clasificación de espacios
Cada una de las cosas ha de tener su espacio en un lugar único, donde se debe encontrar y a donde debe volver. Todo debe estar disponible en su sitio y cuando se necesite.
Permite un ahorro de tiempo de trabajo (menor tiempo para buscar lo que hace falta), una mayor facilidad de producción, ejecución de trabajo y transporte interno, una menor necesidad de controles de producción y gestión de stock, mayor productividad y racionalización del trabajo, además de mejor clima laboral.
Cada persona debe tener asignada una zona del lugar de trabajo de la que se encargará de mantener su limpieza bajo su responsabilidad.
Es necesario el compromiso de todos para mantener la limpieza y el orden.
Las ventajas de esta fase se centran en una mejor imagen interna y externa de la empresa, mayor productividad y menores daños de productos y materiales, menos pérdidas. Además, se favorece un buen clima laboral, ya que la limpieza da una mejor sensación dentro de la empresa.
Para lograr que las prácticas anteriores se conviertan en un estándar va a ser indispensable:
Crear procedimientos para evaluar periódicamente el seguimiento de la clasificación, el orden y la limpieza en el lugar de trabajo.
Las ventajas de esta fase ya se han podido encontrar en otras fases, sobre todo una mejor imagen de la empresa a nivel interno y externo, mayor motivación y satisfacción del personal y mayor seguridad dentro de la empresa.
Se trata el comportamiento y actitud adecuada en el trabajo, con el objetivo de asegurar el buen cumplimiento de las 5 “S”.
La consecución de cada una de las fases irá conformando la denominada cultura de empresa y determinará en gran medida, el crecimiento de la productividad y eficiencia empresarial.