B. Amor inmerecido para el pecador.
Siba, un viejo criado de la casa real de Saúl, llamado por David, fue quien le informó que en la lejana aldea de Lodebar, en el desierto de Gallad, al otro lado de Jordán, existía “ un hijo de Jonathan lisiado de los pies”. David se regocijó al escuchar que quedaba un descendiente de Saúl. Pero la condición de este joven era crítica a la edad de cinco años perdió su Padre y a su abuelo, y con ellos, toda la posibilidad de crecer como un príncipe de la casa de Israel.