La vulnerabilidad es entendida generalmente como un indicador que mide cuánto afecta al bienestar de los individuos la presencia de riesgo, En el presente proyecto denominado “Participación Ciudadana Secundaria” (Parcis) entenderemos vulnerabilidad como el riesgo de que un hogar caiga o se mantenga bajo la línea de la pobreza.
¿Por qué entonces dedicarnos a la participación ciudadana y no a la pobreza?, pues bien, las causas que explican o subyacen a este problema son muchas y variadas, desde un enfoque multidimensional el riesgo de que un hogar se encuentre por debajo de esta línea esta relacionado a la capacidad de los estados de generar programas sociales que den solución real a los problemas reales.
Para ello, la participación de la ciudadanía constituye una fuente primordial de información acerca de las verdaderas necesidades, problemáticas e incluso soluciones que deben recoger e incorporar los programas sociales del estado, para que puedan de esta forma mejorar la asertividad, eficiencia y planificación en el uso de los recursos públicos.
¿Por qué focalizar los esfuerzos en los jóvenes y no en los sectores económicamente activos que son quienes finalmente producen, o en la tercera edad que son la población votante con mayor participación?, pues bien precisamente porque son económicamente inactivos, quiere decir que dependen directamente de otros y estos otros del estado, encontrándose en mayor grado de vulnerabilidad por la insustentabilidad económica y porque son la población con menor participación ciudadana, y que históricamente representan a las generaciones con mayor descontento con el que hacer público y con sus mecanismos de inclusión y participación.
Encontrándonos en la actualidad con ausencia de iniciativas que se focalicen en lo antes descrito, por lo cual se propone que es fundamental el desarrollar espacios que fomenten la reflexión, el dialogo y la incorporación de conocimientos técnico teóricos en torno a la participación ciudadana.
Promover la participación ciudadana de estudiantes provenientes de los tres establecimientos secundarios de Antofagasta que presenten mayor puntuación en el índice de vulnerabilidad
Dentro del marco de desarrollar actividades para enfrentar las problemáticas sociales de la pobreza y la vulnerabilidad desde un enfoque multidimensional, se hace evidente la necesidad de buscar metodologías de abordaje que incluyan en su que hacer la innovación social, entendiendo a esta como la capacidad de solucionar un problema colectivo de manera eficiente, con base en los criterios de novedad, creatividad, eficiencia y por sobretodo, participación ciudadana.
Esto, se justifica en la existencia de una relación entre la permanencia en situación de pobreza y la baja participación ciudadana, el desarrollo de políticas públicas eficaces que aborden este problema se complejiza si las variantes no se encuentran plenamente identificadas. En este contexto la encuesta “Pobreza, Participación y Medios” realizada por la Alianza comunicación y Pobreza, en el año 2013, nos muestra que el 84% de las personas en situación de pobreza mayores de 18 años no ha participado en actividades organizadas por instituciones de interés o de participación ciudadana, un 92% no ha asistido a manifestaciones y tan solo un 16% ha sido participe de actividades organizadas por juntas de vecinos, club deportivo, club de adulto mayor, etc.
Esta relación de baja participación ciudadana y permanencia en situación de pobreza se ve reafirmada en la población de estudiantes secundarios. En la cual El 51,2% de los jóvenes entre 15 y 19 años, según la Séptima Encuesta Nacional de la INJUV, participa en organizaciones que defiendan alguna causa social, en especial a los movimientos estudiantiles que han surgido desde el año 2006. Tan solo un 2,6% de esta población ha pertenecido a organizaciones de participación ciudadana. Este grupo en particular es de preponderante importancia ya que constituirá la población participativa en las decisiones de nuestra nación en las próximas décadas, la ausencia de motivación proyectada podría inferirse como una reducción aun mayor en la exclusión de la participación ciudadana, promoviendo una ciudadanía menos informada, con menor toma de decisión informada y por ende mas manipulable por intereses particulares
Aun cuando se han hecho esfuerzos desde el estado y sus diferentes organismos mediante la inclusión de procesos, estamentos e incluso de un Consejo Nacional de Participación Ciudadana y Fortalecimiento de la Sociedad Civil, pareciera que aun no se ha logrado canalizar al estudiantado secundario en especial al de Antofagasta a incluirse en los procesos de participación ciudadana, en especial a aquellos estudiantes que pertenecen a los establecimientos con alto índice de vulnerabilidad, que por su doble condición de riesgo (índice de vulnerabilidad y baja participación ciudadana) se encuentra en desigualdad de condiciones de desarrollar de la mejor forma posible sus capacidades en comparación con sus pares provenientes de establecimientos con bajo índice de vulnerabilidad y/o en un entorno con alta participación ciudadana.
Creo Antofagasta a generado constantemente iniciativas tempranas en consideración a una agenda publico/privado/civil planificada hasta el 2035, no obstante a su atención a estado carente de focalización a los espacios con mayor riesgo mencionados previamente, principalmente dedicando sus esfuerzos en actividades culturales y de conversación que privilegian la lectura y la cultura como promotores de educación, y no la participación ciudadana como plataforma de visibilizacion de problemáticas sociales y de desarrollo de capacidades, de misma forma los proyectos del Gobierno Regional, no han presentado esfuerzos en incluir a este sector en particular de la población más bien en prevenir la desigualdad o inequidad futura. En ambos casos las instituciones no han priorizado el aprendizaje técnico teórico de participación ciudadana y su impacto en el riesgo de caer o mantenerse bajo la línea de la pobreza
En consideración a lo anterior, la baja adherencia a los canales tradicionales en nuestra ciudad y la focalización de los recursos y esfuerzos destinados a otras necesidades sociales, establecemos que el problema se centra en la carencia de instancias y estrategias para promover la participación ciudadana en donde el estudiantado se involucre más y mejor en la participación civil, en especial aquellos con mayor grado de riesgo, los estudiantes provenientes de liceos municipales que presentan una mayor puntuación en el índice de vulnerabilidad.
Debemos entender que el entorno educacional secundario es un pilar fundamental en el desarrollo y formación de seres críticos y reflexivos, que serán la base de una sociedad democrática y responsable. Por eso resulta imperioso que dentro de este contexto exista la preocupación por formar jóvenes con conocimiento de los modelos de en los asuntos públicos, necesidades emergentes de sus entornos, empoderamiento social, sociedad y participación civil entre otros.
Problema: “Carencia de instancias de reflexión y dialogo en torno a la participación ciudadana entre jóvenes estudiantes de liceos municipales con alto índice de vulnerabilidad en Antofagasta”
8 Meses
Que ayuden a mejorar las condiciones en que viven las personas, y que promuevan en sus comunidades el sentido de identidad, de pertenencia al barrio, de tolerancia social, de establecimiento de redes sociales de apoyo, de mejoras en el entorno físico vecinal, la participación ciudadana y la conciencia de derechos, entre otros.
Dadas las características dinámicas y multifactoriales del fenómeno de la pobreza, no existe una dimensión que por sí misma pueda dar respuesta a la existencia de esta problemática, si existe una relación entre la ausencia de participación ciudadana y la situación de pobreza , El proyecto de Participación ciudadana secundario se encuentra enfocado en generar instancias de reflexión y discusión en torno a la participación ciudadana en un contexto histórico en el cual se hace necesario tomar el desafío de incluir y aumentar la participación de los jóvenes para mejorar la calidad de la democracia.
Hoy los jóvenes votan menos que cualquier otro grupo etario y tienen poco interés en la política tradicional (23,41% de los habitantes entre 18 y 29 años concurrieron a las urnas en las Municipales 2012), con un decrecimiento sostenido desde 1988 a la fecha y con un 81% que está poco o nada interesad en política. (La participación política de los jóvenes en el chile post-transición j. Bayer a. Estado mayor general del ejército Santiago, chile, 2015)
Este grupo etario por otra parte presentan alto interés en inequidad social (29%), profundamente influenciados por las movilizaciones sociales de 2011, las cuales posibilitaron más instancias de participación no convencionales
Por un lado, si la juventud no participa en los mecanismos formales de participación los estamentos públicos, partidos políticos, candidatos, etc. se interesarán a la vez en ellos, por lo que sus demandas e intereses no se verán en las campañas o propuestas publica. Si el sistema no es capaz de incluir a un segmento importante de la población, se generan brechas de representación e igualdad y las políticas públicas dejan de ser tan efectivas como podrían serlo.
Esto constituye un problema para la democracia y requiere soluciones para enfrentar un tema que actualmente no es prioritario en la agenda y que tiene una profunda gravitancia en la caída y permanencia de hogares en riesgo bajo la línea de la pobreza.
la población en situación de pobreza tiene una menor predisposición a la participación electoral y ciudadana Esta situación de menor interés y compromiso se extiende a otras formas de conexión con lo público, como la participación en organizaciones (juntas de vecinos, grupos religiosos, organizaciones de consumidores y causas medioambientales). Esto (…) da cuenta de un fuerte deterioro del capital social entre los sectores más vulnerables de la población, los que presentan bajos niveles de asociatividad. Según la teoría del capital social (R.Putnam 2012) la existencia de este capital social es una condición previa y necesaria para la participación colectiva en materias de interés común. Adicionalmente, los grupos en situación de pobreza acuden con menor frecuencia a protestas en las vía pública que el resto de la población. En síntesis, los sectores más vulnerables muestran un importante rezago en participación ciudadana. (Fundación Superación de la Pobreza y Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales, 2013. Encuesta de opinión: Pobreza, Participación y Medios. Santiago: Programa Comunicación y Pobreza.)
El presente proyecto está orientado a realizarse con un grupo de 30 Estudiantes secundarios, provenientes de los tres liceos municipales de Antofagasta que presenten mayor puntuación en el índice de vulnerabilidad, seleccionados de forma libre por sus pares, en calidad de alumnos regulares y perteneciente al grupo etario entre los 15 y 19 años.